BIOGRAFÍAS

La primera vez que leí algo sobre la vida de este particular hombre de Dios, tenía cerca de 15 años. Lo hice de un libro que aún conservo con cariño, llamado "Héroes Y Mártires De La Obra Misionera", de Juan Vareto, publicado por: Casa Bautista de Publicaciones, en Argentina.

El 9 de Octubre de 1774, fallecía David Brainerd, a la temprana edad de 29 años, en casa de su amigo y padre de su novia, el eminente teólogo Jonatan Edwards, rector de la Universidad de Princetown, quien no pudo ofrecer mejor servicio a la causa de Cristo, que el que prestó escribiendo la vida del difunto.

Él grabó a fuego en mi memoria unas palabras, acompañadas de una mirada de gentil advertencia: "Dígaselo, pero sea dulce"