Es la flor un gran poema,
Su color una canción,
Y su tallo es la batuta,
Que tomó su creador.
En la noche el cielo estalla,
Con estrellas en fulgor,
Y al mirar la luna llena,
Algo pasa al corazón.
Tiene el hombre un presentir,
Cuando mira alrededor,
Que el hombre se miente a sí
mismo
Cuando dice: "evolución."
Miro el hielo de mi Ushuaia,
Miro el mar en su extensión,
La roja tierra en Posadas,
Y el paisaje en mi nación.
Miro el cuadro pintado,
Con armonía y fulgor,
¡Como combina ese verde
Con ese sauce llorón!
Y ya no puedo alegar
En contra de la razón,
Que todo esto pasó
Por pura casualidad.
Un biólogo sabe bien,
Que de la nada no hay vida.
¡Lo sabe hasta mi vecina!
¡Lo sabe un niño también!
Se enseña la evolución
Como si fuera una ciencia
Sabiendo que es creencia
¡Peor que la religión!
Al menos yo creo en Dios
Y honesto soy cuando digo,
La fe sustenta mis dichos
Y eleva la adoración.
No lo disfrazo con ciencia
Que no se puede probar,
Jamás me empeño en negar
Lo que dicta mi conciencia.
Tengo una mente que piensa,
Leo la Biblia también,
Mas la evolución es quien
Insulta mi inteligencia.
La Biblia dice que el hombre
A Dios se empeña en negar;
La "ciencia" lo dice igual
Solo le pone otro nombre.
Mas el Jilguero responde
Con su canto sin igual,
Que tú tendrás un final.
Que la verdad no se esconde.
Y cuando llegue la muerte,
(Y todos la han de enfrentar)
Ahí veras si podrá
La evolución sostenerte.
En tanto te digo, acaso,
Si te dignas a escuchar,
En Cristo encuentras solaz,
En la muerte, cual ocaso.
Millones ya lo han mostrado
Que esto es realidad.
Cree en la Biblia y ya,
No le hagas caso a la gente.
O mira sin ser renuente,
Mira bien alrededor,
Que el paisaje clama hoy:
¡Es Dios que apela a tu
mente!