5 Cosas De México Que Llamaron Mi Atención
La quinta te va a sorprender ...
Cuando hablamos de misiones transculturales, hablamos de muchas cosas y de muchos aspectos, sin embargo, para realmente entender lo que significa hay que vivir la experiencia que en nuestra breve nota te quiero transmitir al contarte 5 cosas que me llamaron poderosamente la atención en nuestra breve estancia en México, y la quinta creo que si no te sorprende, por lo menos te va a ser reír.
1. La economía: Realmente, en estos primeros tiempos hemos perdido completamente la noción de qué es caro y qué no. Lamentablemente he tomado malas decisiones comprando cosas que me parecían baratas a precios muy caros y no he comprado cosas porque me parecían caras, cuando en realidad estaban a muy buen precio. Pero lo que más me ha sorprendido es que la gente piensa que están viviendo una tremenda crisis económica cuando la inflación es de a penas un 4% anual, y cuando trato de explicarles que en Argentina la inflación ronda el 45% anual, me miran con incredulidad y no pueden imaginar cómo vivir en una economía como la argentina. En este aspecto, debo destacar la generosidad de los hermanos mexicanos ya que todos han cooperado comprándonos de sus propios bolsillos para que tengamos colchones nuevos y varias cosas más.
2. La Inseguridad: El tema de la inseguridad es uno de los principales problemas en México, sin embargo, es increíble la manera en que los hermanos mexicanos nos hacen sentir seguros llenándonos de recomendaciones o poniendo sus vehículos a nuestra disposición para trasladar a nuestros hijos de un lado a otro. Inclusive algunos incrédulos nos han hecho el ofrecimiento, de que en caso de necesitar traslado que no dudemos en llamarlos. Por lo que veo, no se trata de una simple actitud subscrita a los círculos cristianos solamente pues en cada lugar que vamos y nos identifican como argentinos, la solidaridad mexicana aflora junto a un esfuerzo por hacernos sentir bien y cómodos.
3. La Hospitalidad: Damos gracias a Dios por la manera tan generosa que el Pastor Velazquez y su familia nos han "soportado" ya cuatro semanas en su hogar, pero lo que más nos ha llamado la atención, es que otros hermanos de la iglesia nos han ofrecido también estar en sus casas, mientras acondicionamos el departamento. Además, los jóvenes de la iglesia han agasajado a nuestros hijos incluyéndolos inmediatamente en sus círculos de amistad. Nos han invitado a una fiesta de 15 años sin conocernos y ya han surgido varias invitaciones de varios hermanos a que vayamos a cenar o almorzar a sus casas, luego de que nos mudemos. La verdad es que la amistad que nos brindan, no sólo excede mis expectativas, sino que nos ha ayudado a sobrellevar la añoranza que pudiera surgir por la vida que hemos dejado en Argentina.
4. La Solidaridad: A pesar de que nuestro apoyo económico no es el ideal en esta primera etapa de nuestro ministerio, una y otra vez, el Señor ha enviado a algún hermano a darme palabras de aliento asegurándonos que el Señor nos va a proveer. Además, es increíble cómo los hermanos nos están ayudando a amueblar el departamento prestándonos o regalándonos camas, colchones nuevos, accesorios y muchas cosas más. Una y otra vez nos aseguran que podemos contar con ellos y que no dudemos en llamarlos en caso de una necesidad que nos pudieran suplir, ya sea llevarnos a hacer compras al supermercado, pasear para mostrarnos la ciudad, etc. Para ir al campamento una familia nos prestó una hermosa carpa donde Alejandra y yo estuvimos muy cómodos, por lo que puedo ver, no sólo nos ayudan con lo que tienen, sino con lo mejor que tienen. Incluso hay hermanos que salen de sus trabajos seculares y van a la iglesia a ayudarnos con el departamento; me llamó mucho la atención de un hermano que trajo ropa de trabajo a la iglesia para trabajar en el departamento luego de la reunión del domingo.
5. La Comunicación: Algo que nunca preví es la cantidad de palabras nuevas que tenemos que aprender para que la comunicación sea fluida y que las ideas no se desvirtúen. Son muchas palabras que no podemos decir, porque aunque en Argentina son de uso común, en México son tremendas malas palabras. Una hermana me advirtió que tenga cuidado con la palabra "madre" porque dependiendo el contexto y acompañada de un artículo u otra palabra, puede representar un fuerte insulto. Pero también hay muchas palabras que en México no se entienden, como por ejemplo: bidón, baúl, bancar, sanguche, auto, pollera, remera y muchas otras que no recuerdo, para ellos no tienen significado alguno, y otras, ellos la usan con un sentido diferente, por ejemplo: Torta para ellos es un sanguche, por lo que torta de cumpleaños les parece algo extraño, lo que debemos decir es pastel de cumpleaños. Aquí un boliche es un lugar para jugar al bowling y las zapatillas la usan sólo las mujeres pues son zapatos con taco alto, para hacer deportes ellos usan tenis.
Estando en el campamento mi esposa me solicitó un fibrón indeleble para marcar con nuestro apellido un envase y que no se confundiera con otros, así que me acerqué a un hermano y le pregunté:
- Disculpe, hermano: ¿Tendrá un fibrón indeleble para prestarme?
- ¿Y qué es eso?
- Es como una fibra, pero más grande ¿Entiende lo que es una fibra?
- Sí, es lo que se usa para lavar los trastes.
- Esta bien, hermano, mejor lo dejamos así - le contesté -
Indudablemente me llevará un buen tiempo aprender algunas cosas, como por ejemplo, que trastes son los platos sucios y que si quiero un fibrón indeleble, debo pedir un marcador permanente.
La comunicación es indispensable para la trasmisión efectiva del evangelio y nosotros tendremos que aprender los modismos de dos países (México y Cuba) si queremos ser efectivos en el lugar que el Señor nos puso.
Sin duda, el hecho de que hablamos un mismo idioma, no significa que los tiempos de adaptación a un nuevo campo misionero sean más breves, pues la cultura no se circunscribe sólo al lenguaje sino a un sin número de costumbres y modismos que hacen a la comunicación efectiva. Una vez más verifico que la mejor manera de adaptarse a la cultura del país donde el Señor te mandó a servir, es convivir y pasar mucho tiempo con pastores nacionales (si los hubiera) pues con ellos, en mi caso particular, estoy aprendiendo muchas cosas que me están haciendo ganar tiempo y dinero, dos cosas que escasean y que deben ser administradas de la manera más efectiva posible. También podemos ahorrarnos enojos innecesarios, al fin y al cabo, mandarte a lavar los trastes, no es algo tan desagradable u ofensivo como pensábamos.