Año Nuevo, Teología Nueva

Deseo aprovechar el siguiente espacio para saludar a todos nuestros suscriptores y lectores en general, que nos han acompañado a lo largo de todo el año pasado, para desearles un próspero año Nuevo. Oramos que el 2022 sea un año en el que la Gloria de Dios sea reflejada en nuestras vidas de forma tal, que el mundo pueda reconocer en nuestras acciones, al Dios que nos respalda.

El Señor nos ha dado el privilegio de dejar atrás el año 2021 y despertar en este nuevo 2022 que sin lugar a dudas, se plantea como un año intenso en nuestra lucha contra el avance de la maldad en cada uno de nuestros amados países. Los diferentes frentes de batallas abiertos por los enemigos del Dios de la Biblia, nos desafiarán a prepararnos mejor en el plano intelectual y dialéctico para enfrentar una batalla cultural contra la idea de que es el estado y no Dios, la panacea de todos los males; o de que la violencia tiene género. Tendremos que luchar contra un mundo que insistirá en obligarnos a naturalizar lo que la Biblia llama desviaciones y perversiones sexuales, nos dirán que el aborto es la nueva moralidad humana y tratarán de acorralarnos con la idea de que congregarnos no es esencial, que para hacerlo hay que vacunarse o que la prédica de que la homosexualidad y el lesbianismo es pecado, deberá ser sancionada como un discurso de odio que degrada a la sociedad y la atrasa 500 años.

Sin lugar a dudas, la gente necesitará más que nunca que se le muestre una salida espiritual a sus problemas financieros, conyugales o familiares en general, y es ahí, donde entra el mensaje que quiero plasmar en este artículo al hablar de "nueva teología".

La palabra Teología es una palabra compuesta que deriva de dos palabra griegas: Theos (Dios) Logos (Estudio). Es decir, que cuando hablamos de teología, estamos hablando del "Estudio de Dios". En otras palabras, los teólogos bíblicos son aquellos que estudian al Dios que la Biblia describe. Siendo que el Dios de la Biblia no cambia y, por lo tanto, sus doctrinas o enseñanzas tampoco, entiendo por qué el título sugerido para este artículo podría llegar a parecerte un tanto herético, y aun así, insisto en el mismo por los siguientes motivos:

1. Aunque Dios es perfecto, la teología no lo es.

2. Porque el avance del Evangelio está íntimamente relacionado con el avance de las ciencias teológicas.

3. Porque el crecimiento de la iglesia no puede estar basado en "Programas navideños", sino en el crecimiento espiritual del individuo.

"El Discípulo No Es Más Que Su Maestro" 

(Mateo 10:24)

La teología no es perfecta porque los teólogos no lo somos, y en ese aspecto, aunque la ciencia de la hermenéutica (interpretación de textos), esté bastante pulida, es claro que nuestra mente caída en pecado y nuestro corazón inclinado al mal, siempre nos puede jugar una mala pasada, porque tal como lo expliqué en el artículo "Escondidos detrás de la sana doctrina", creer que somos los dueños absolutos de la verdad, es ostentar una perfección que no tenemos y nos hace mucho más vulnerables, que aquellos que conscientes de sus propias debilidades, se encuentran siempre con la guardia en alto.

La teología, considerada en otros tiempos como la "madre de todas las ciencias", hoy está siendo devaluada por aquellos que se ufanan de ser "predicadores de la Palabra". Hay quienes creen que más importante que el "estudio de Dios" es ganar almas, como si ambas cosas no estuvieran relacionadas.

Si las palabras de Cristo son ciertas, y el discípulo no puede ser más que su maestro, entonces, el dicho de que la iglesia es un reflejo de su propio pastor, también es cierto. El "maestro" puede representar una bendición para el discípulo como un techo infranqueable. Si el maestro no crece en el plano espiritual e intelectual ¿Qué le queda al discípulo entonces?. Sí, es posible experimentar un crecimiento numérico basado en hermosos programas navideños, cenas sociales, concursos de asistencias o "ministerios de rutas"; pero tarde o temprano, dichas iglesias colapsarán víctimas de su propio peso, pues no se puede sostener dicha estructura sin que existan fuertes columnas que la soporten. Lo que digo, es que una iglesia que sólo provee programas entretenidos en vez de una enseñanza sólida de la palabra, nunca podrá sostenerse en el tiempo. Prueba de ello, son los miles de edificios que terminan siendo vendidos o subastados, que otrora representaron iglesias multitudinarias.

Una Nueva Teología, Un Viejo Camino 

(Jeremías 6:16)

Las Escrituras nos revelan la infinitud del Dios que estudiamos ayudados por el mejor de los teólogos: El Espíritu Santo (1 Cor. 2:10). Dicha infinitud nos enseña que no es posible saber todo de Dios. Nos revela que el "estudio de Dios" nunca debe terminar y que una nueva revelación de Su carácter, perfección, naturaleza, santidad, poder, etc.; es de esperarse.

Cuando hablo de una "nueva teología" no hago referencia a la teología que aprendiste en el seminario, calvinista o arminiana, bautista o pentecostal. De lo que estoy hablando es de una teología elaborada y desarrollada por cada pastor que lidera Su rebaño. Porque la teología no se encarga sólo de estudiar quien es Dios, sino de revelar Sus propósitos para cada iglesia, ministerio o familia. Cada decisión que tomamos en la iglesia como líderes, en el hogar como jefes de familia o en la vida en general, debería estar respaldada no por lo que otros consideran que hay que hacer, sino por nuestras propias convicciones surgidas de estudios bíblicos propios.

No está mal y es teológicamente correcto, decir que la salvación no se pierde, pero... ¿Por qué no escribir un tratado al respecto? ¿Por qué no buscar 100 versículos y 100 razones por las cuales la salvación no se pierde, tal como lo leí alguna vez en algún sitio? La profundización de lo que decimos creer se hace necesario, sobre todo, cuando nos damos cuenta que no encontramos respuestas bíblicas a problemas modernos, cuando vemos cómo los pastores caen en pecados diversos, abandonan sus ministerios o se vuelven irrelevantes en la lucha por la libertad de conciencia que tendremos que enfrentar este mismo año.

Los padres que asisten a nuestras iglesias deberán enfrentar a profesores que intentarán enseñarle a nuestros hijos que abortar es un derecho, que la violencia de género existe o que el "orgullo gay" es hermoso. ¿Qué herramientas teológicas y legales prácticas les estás dando para enfrentar estos problemas? La dependencia a los celulares por parte de los jóvenes y el acceso a páginas que difunden todo tipo de pecados sin restricción, está creando una generación de personas adictas al sexo, las drogas y el alcohol. ¿Qué respuestas bíblicas estás brindándole a los jóvenes y padres para repeler estos ataques satánicos?

La ayuda de libros de teología sí es importante para nuestro crecimiento personal y no debe desecharse, pero la elaboración de nuestra propia teología como una manera de profundizar en el conocimiento de Dios, debería ser parte de nuestro ministerio y nunca entenderse como algo destinado a una élite de personas más inteligentes que nosotros.

Trata de escribir un libro que hable sobre ese tema bíblico que tanto te apasiona y en el transcurso de tus tareas, aprenderás lo poco que sabes sobre tantas cosas: vocabulario, gramática, hermenéutica, estructura y redacción de un libro, impresión y distribución, etc. Verás que en el proceso el Señor te irá mostrando aspectos de dicho tema que nunca habías notado, aprenderás cómo perfeccionar la práctica de la piedad (1 Tim. 4:7,8) y surgirá en tu vida y ministerio una "nueva teología" que en realidad es lo que la Biblia pregona como "Las sendas antiguas".

Pregunta por las sendas antiguas y escucharás una voz que te dirá: "Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas" (Josue 1:7-9)

Conclusión

¿Por qué llamo "nueva teología" el volver a lo que la Biblia llama "sendas antiguas"? Es porque cuando decides que ya no creerás por lo que te dijeron de Cristo, sino que comprobarás por tus medios que estas cosas realmente son así (Jn. 4:42; Hch. 17:11), experimentarás poco a poco que tus propios colegas comenzarán a verte como el "bicho raro" que se está desviando de la "sana doctrina", tú descubrirás una "nueva" senda que consolidará tu vida, familia y ministerio y con el tiempo y la distancia, comprenderás cuan alejado te encontrabas "de las sendas antiguas".

"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" (Jeremías 33:3)

"... para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón. Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros" (2 Corintios 5:12-13)

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