Argentina, México y Uruguay Preparan Persecución Ideológica Y Religiosa

29.10.2021

Como ya lo hemos venido advirtiendo en varios artículos de opinión de nuestro blog, el cerco en torno a la libertad de expresión, y por ende, a la libertad religiosa, se viene estrechando cada vez más.

El día 25 de Octubre, la Confederación Bautista Argentina (CONFEBA) remitió al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Tomás Massa, una carta que aborda el debate de la Convención Interamericana Contra Toda Forma De Discriminación e Intolerancia.

En la misma se advierte que la Convención obligaría a los Estados a prevenir, eliminar, prohibir y sancionar lo que alguien considere una manifestación de intolerancia (desde un punto absolutamente subjetivo), por una variedad de medios que van desde la prohibición de publicar opiniones en medios de comunicación, hasta el manejo de Internet, la privación de financiamiento a quien sea considerado intolerante y la prohibición de "métodos o herramientas pedagógicas que reproduzcan estereotipos o preconceptos" con especial referencia "a grupos que integran nuevas categorías hasta ahora no consideradas en otros instrumentos internacionales, como la orientación sexual, identidad o expresión de género".

La Convención, continúan, "introduce un concepto novedoso, el de la "intolerancia", equiparado al ya establecido de 'discriminación'"; pero lo hace en términos vagos, imprecisos e indeterminados a la vez que crea un nuevo derecho: "ser protegido por el Estado de toda forma de intolerancia en el ámbito público o privado, según la percepción de cada grupo o individuo".

Este nuevo derecho en su aplicación chocaría, entiende la CONFEBA, "con otras protecciones que ofrece el derecho internacional respecto de los derechos humanos, incluso aquellas relacionadas con las libertades de culto, de expresión, de asociación, de aprender y de enseñar (...). Se corre el riesgo efectivo de limitar la libertad de expresión, conciencia y religión (...) en cuanto a la expresión pública de creencias, principios morales y la exigencia a sus miembros de atenerse a ellos, ser guiados en su cotidianidad por los mencionados. La prédica, no solamente del dogma sino de la doctrina moral de cada religión debe poder hacerse con total libertad y sin temor a censuras o sanciones fundadas en el imaginario o la percepción subjetiva de personas o grupos de sentirse no tolerados".

La Convención, que fue firmada por 12 países miembros de la OEA, sólo fue ratificada por tres países: México, Uruguay y ahora Argentina, debido a que coarta la libertad de expresión. Fue ratificado por el Congreso argentino el día 27 de Octubre, votado a pesar de que el mismo violenta nuestra misma Constitución Nacional.

Al respecto, la organización Frente Joven manifestó, que "la creación del nuevo derecho humano a "ser protegido contra toda intolerancia", encierra una peligrosa ambigüedad, sino malintencionada, que podría ser utilizada por el poder estatal para avasallar la libertad de expresión, de culto o de enseñanza, de todos los ciudadanos".

Convertir a los Estados "en atacantes del pensamiento de unos para 'proteger' el pensamiento de otros no hace más que convertirlos en policías del pensamiento único, poniendo en peligro las bases sobre las que se sostiene nuestra República", aseguró Frente Joven.

En ese sentido recordaron que los derechos humanos fundamentales "son un reconocimiento por escrito de los Estados para proteger la dignidad de todo ser humano, en su calidad de tal".

Por ello, "ningún organismo internacional tiene la capacidad para quitarlos o disminuirlos. Entregar a tribunales internacionales el poder para definir y controlar una conducta que vulnera derechos, es una renuncia y un atropello a nuestra soberanía nacional".

Señales Que Como Cristianos Debemos Advertir

Es muy importante entender que este tratado no es ratificado sin que los mandatarios de cada país ignoren su contenido, por lo que debemos asumir que por más cristianos o tolerantes que digan ser, no lo son

No es posible que sigamos votando a dirigentes que coincidan en que el cristianismo no es esencial, o que transformen una "percepción de intolerancia" en derechos de rango superior, a los derechos de expresión o libertad de culto.

En este momento nos encontramos librados a la opinión subjetiva del burócrata de turno, quien en cualquier momento podría invocar esta convención devenida en ley, para perseguirnos incluso, en los tribunales internacionales. ¿Es lógico que los sigamos votando?

Como cristianos capaces de influir con nuestro voto en la política reinante en nuestros países democráticos, debemos entender que seremos juzgados por las políticas y políticos que decidimos respaldar con nuestro voto. Desde el púlpito advertimos a los creyentes que debemos tener cuidado de no ser partícipes de los pecados de los incrédulos. ¿Y a caso no nos hacemos partícipes de este tipo de iniciativas si apoyamos a los líderes que las promueven?

Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos." - Efesios 5:6,7


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