Estimados hermanos:

Deseamos que al leer las presentes líneas se encuentren disfrutando de la paz que sobrepasa todo entendimiento y que sólo puede venir de nuestro buen Dios.

Una vez más, como hace ya tantos años, me dirijo a ustedes con la firme convicción de que nos encontramos en el camino correcto, si de predicar el evangelio a todo el mundo se trata.

Ya ha pasado más de un año desde que partiéramos de Argentina, con el llamado de llegar a Cuba y la esperanza de instalarnos en México, tiempo en el que he aprendido a apreciar muchas de las frases del Apóstol Pablo. Quisiera decirles que hemos intentado llegar a Cuba pero "el enemigo nos estorbó" (1 Tes. 2:18)  o ... "Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a Cuba (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre ellos algún fruto, como entre los demás argentinos. A argentinos y a cubanos, a mexicanos y a  estadounidenses soy deudor" (Rom. 1:13,14); pues así me he sentido en este año que ya se fue.

Por causa de la pandemia ni siquiera hemos podido iniciar trámites migratorios a pesar del esfuerzo realizado al estar durante cuatro meses en EE.UU. (estadía que se  extendió a causa del cierre de fronteras), para conseguir nuestra residencia temporal mexicana. Por el momento, no hay vuelos a Cuba y apenas tenemos 5 meses por delante para saber si podremos salir del país para renovar visas mexicanas o realizar los trámites relacionados con la residencia. Sin embargo, confiamos en que el Señor nos guía, por lo que deseo informarles cuáles serán los siguientes pasos a dar.

Teníamos un plan de respaldo si al pasar el año no podíamos llegar a Cuba por motivos económicos (nunca imaginamos lo de la pandemia), y esos planes eran comenzar una obra en México, con el propósito de crear una "cabecera de playa": una base que nos permitiera desembarcar finalmente en Cuba. Para ello, el Señor nos ha guiado a la ciudad de Colima que, aunque no es la más cercana a la isla, está mucho más cerca que Ciudad Juárez y hemos visto allí, una puerta abierta que no podemos dejar de atravesar.

"Cuba al encuentro con Dios" sigue adelante, mas, paralelamente, el Señor nos está guiando a iniciar también "México al encuentro con Dios", por lo que esperamos que a mediados del mes de Septiembre nos encontremos trabajando a favor de las almas colimeñas. Con la esperanza más cercana que nunca, de poder viajar a Cuba en cuanto contemos con nuestros papeles migratorios y terminen las restricciones de la pandemia.

Les ruego, hermanos, orar para que el Señor nos provea lo necesario para poder mudarnos, ya que deberemos viajar dos horas por avión y tres en ómnibus, para llegar a nuestro siguiente destino.

Por el momento, tal cual el apóstol Pablo expresara por entonces: "... Os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios" (Rom. 15:30) "orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio; que con denuedo hable de él, como debo hablar. Para que también vosotros sepáis mis asuntos" (Efe. 6:18-20).

En el amor del Señor;

Pastor Horacio Luisi y Familia

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