Carta Mes de Enero
Estimados hermanos y amigos en Cristo:
Desde la hermosa ciudad de Colima, les escribo con mucha alegría y gozo del Señor para informarles cómo va todo.
En cuanto a nuestro anhelo de llegar a Cuba con el Evangelio, aunque seguimos enviando remesas a nuestro pastor en Cuba, todavía no tenemos perspectivas cercanas de poder viajar, pues la pandemia ha servido como excusa para aislar aún más a la población cubana. Igualmente, nuestra economía aún no nos permite llegar hasta la isla, aunque oramos que este año podamos comenzar a hacerlo.
Mientras tanto, seguimos trabajando desde México, con la idea de poder incrementar nuestro apoyo misionero, conseguir nuestra residencia y establecer una iglesia sólida en Colima.
Durante el mes de Diciembre viajamos nuevamente a la frontera, a Ciudad Juárez, con el doble propósito de ver a nuestra hija Ruth y renovar nuestra estancia en el país. Ya que Chihuahua es una ciudad cercana a Juárez, decidimos visitar a nuestros amigos e iglesias conocidas, para presentar nuestro proyecto. Chihuahua se encontraba en semáforo rojo y las reuniones no estaban permitidas, pero damos gracias a Dios porque a pesar de ello, pudimos presentar nuestro ministerio en dos iglesias de manera virtual, y convivir con sus pastores y algunos hermanos. Ya en Ciudad Juarez, pasamos navidad y año nuevo rodeados de amigos y la familia, por lo que no dejamos de agradecer a Dios por ello. También tuvimos la oportunidad de visitar una iglesia que, gracias a Dios, decidió comenzar a apoyarnos económicamente.
Pasadas las fiestas, el día 6 de Enero volvimos a Colima, con nuestros permisos renovados, ya sin Natali ni Camila que se quedaron en Juárez por cuestiones de trabajo, y apurados porque el día 9 debía oficiar una boda. A la misma, acudieron más de sesenta personas incrédulas que pudieron escuchar el mensaje del evangelio y una boda con base bíblica por primera vez en sus vidas.
Las reuniones en la Iglesia Bautista Piedra Viva ya no son las mismas desde que mis hijas no están con nosotros. La falta de música se deja sentir, pero la valiosa ayuda de mi hijo Ezequiel, el calor de los hermanos y la visita de la familia Moreno ha sido de mucho ánimo para nosotros y para las reuniones en general.
Gracias a Dios ya he comenzado a discipular a dos hermanos y tenemos en perspectiva a un matrimonio también. Les ruego, hermanos, que nos ayuden orando a Dios por ellos sus nombres son: Ángel, Celia, Rosi y Jorge. Oramos también por Fidel, que hizo profesión de fe hace muy poco tiempo y para que el Señor nos ayude a entender cómo hacer para que la obra crezca a pesar de la pandemia.
En el amor de Dios, y en busca de frutos que abunden en vuestra cuenta;
Pastor Horacio Luisi y familia