Conexiones Espirituales

28.08.2020

Encontraremos claros ejemplos bíblicos si aprendemos a verlos

Llamo conexión a la unión que se establece entre dos o más personas, para que entre ellas, haya una relación o una comunicación. Por supuesto, que esta definición no es mía, sino de la Real Academia Española, y es la que se ajusta perfectamente a lo que quiero expresar en el siguiente artículo.

Me refiero entonces, a una "conexión espiritual", cuando la misma está propiciada por el accionar del Espíritu Santo, en el contexto de la Gran Comisión. Es cuando dos o más personas, de manera no intencional pero evidentemente sobrenatural, se unen para alcanzar a los perdidos en circunstancias no naturales o si se quiere: fuera de la rutina o incluso, de la normalidad. En la Biblia los ejemplos de esto abundan en demasía, y la razón, es que la tarea de predicar el evangelio a toda criatura, excede a nuestras capacidades individuales, por lo que el Señor establece equipos de trabajo y cooperación orientados hacia una meta suprema que nos excede en todo sentido. Físico, emocional, económico y en tiempo de vida.

Saulo de Tarso estaba descontrolado e imparable. En su celo religioso: torturaba, persiguía y mataba a miembros de la iglesia de Dios, paradójicamente, en Su Nombre (1 Tim. 1:13). Debido a esto, en una manifestación sobrenatural, Cristo se presenta ante él y lo salva (Hech. 26:1-18). Desde ese momento, y a partir de Ananías y los discípulos en Damasco, el Señor pone en acción un conjunto de conexiones espirituales, que lo ayudarán a llevar adelante el propósito de Dios, por el cual fue llamado (Hech. 9: 6-19).

Podríamos citar como ejemplo de esto mismo a muchos personajes bíblicos, como es el caso de Elías con Eliseo, Eliseo con la viuda, David con Jonatán y luego con sus hombres de guerra, Daniel con Nabucodonosor, etc. Todos ejemplos de cómo el Señor utiliza a las personas (incrédulas y creyentes) para abrir el camino de aquellos que marchan tras los propósitos de Dios.

En el caso de nuestro ministerio, "Conexiones" es la palabra utilizada para realzar el obrar de Dios en nuestras vidas, a través de conexiones espirituales propiciadas por el Dueño de la mies (Mat. 9:38), por lo que quiero compartirles cómo estas conexiones se fueron dando a lo largo de mi historia personal:

En el año de mi nacimiento (1966) llegó al país el misionero Ricardo Francisco Todd, quien comenzó su servicio en la ciudad de San Antonio de Padua, Bs. As, Argentina. En 1974 hizo contacto con mi familia y todos llegamos a conocer a Cristo. Crecí bajo su ministerio, me enseñó, protegió y ayudó todo lo que pudo, presentándome en el camino muchas "conexiones" (otros pastores y hermanos que lo conocían a él y supieron con el tiempo, ayudarme a mí). En el año 1997 salimos junto a mi esposa como misioneros, para comenzar una obra en Junín de Buenos Aires, obra que culminamos gracias al aporte económico de varias iglesias e individuos que Dios nos envió para cumplir aquel propósito. Al mismo se sumaron otros muchos amigos, iglesias, parientes y más contactos que decidieron apoyarnos, y aunque otros dejaron de hacerlo, hemos comprendido que todos somos parte de un propósito mayor que nos excede. Hoy, mi familia está espiritualmente conectada con cientos de hermanos representados por iglesias e individuos que participan ya no de uno, sino de varios ministerios conectados entre sí, para llevar adelante la Gran Comisión.

"Conexiones" se ha convertido en un ministerio internacional que agrupa diferentes expresiones misioneras, conectadas entre sí por un mismo propósito: Fortalecer el avance de la obra misionera mundial. Por lo tanto, "Cuba Al Encuentro Con Dios", "El Blog Del Misionero Inútil", La Iglesia Bautista Bíblica Junín (iglesia que comenzamos en Argentina) y ahora la obra en Colima, México, forman parte y son fruto de una misma visión, llevada adelante por la Gracia de Dios, quien ha provisto las conexiones espirituales y eternas que nos han impulsado hasta aquí.

Algunas conexiones son permanentes y otras transitorias, pero todas igualmente importantes. Algunas aportan dinero, otras oraciones y otras experiencia que nos ayuda a crecer y transitar por el camino señalado. Todas tienen un aporte y consecuencias eternas traducidas en tesoros en el cielo, almas que han llegado a los pies de Cristo, como resultado del apoyo espiritual brindado (Fil. 4:17).

Estas conexiones no son exclusividad de algunos privilegiados. Es un "modus operandi" de Dios, claramente, expresado en la Biblia. Es que ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura no puede ser llevado a cabo ni por una persona sola, ni por una iglesia. Tenemos que entender que la obra misionera mundial debe darse en coordinación con otras iglesias, debido a la extensión de las consignas contenidas en la Gran Comisión. Esas conexiones espirituales deben ser propiciadas por Dios y entendidas por nosotros como una oportunidad de ser parte de algo espectacularmente mayor que nosotros, con consecuencias eternas. No hablo solo de nuestro ministerio "Conexiones". También me refiero a ti, que estás leyendo.

Si Cristo te salvó y convirtió en un hijo de Dios, entonces debes aprender a apreciar a las personas que Dios te ha puesto para ayudarte a crecer, a madurar en los caminos de Dios. Debes aprender a compartir con ellos cómo Dios te está bendiciendo (Gál. 6:6).

Apreciar las conexiones espirituales que "aparecen" de golpe en tu vida como un salvavidas en el naufragio, como un oasis en el desierto y como un abrazo en medio de la angustia, te ayudarán a entender que Dios sigue estando ahí, protegiéndote. Que eres parte de un plan que nos excede a todos, un privilegio inmerecido que describe desde otra perspectiva la inmensidad de la Gracia de Dios (Mat. 28:18-20).

Cuánto más transcurre el tiempo, más consciente soy de mi propia pequeñez y menos entiendo por qué se me ha concedido esta gracia de participar en algo tan grande.

"A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo" (Efesios 3:8)

¿Estás de algún modo conectado a la Gran Comisión?


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