COVID19 El Virus Que Desnudó La Hipocrecía Del Cristianismo Occidental

29.03.2021
conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte"  - Filipenses 1:20

Francamente, me encuentro confundido en cuanto a las posiciones, que en general, han adoptado frente a la pandemia muchos pastores latinoamericanos, puntualmente frente a la orden gubernamental de no reunirnos para adorar a nuestro Dios. Es que en líneas generales se ha obedecido al pie de la letra a pesar de que ello significó el cierre definitivo de muchas iglesias, o el padecimiento económico de la misma familia pastoral, o lo que es peor, el decaimiento espiritual de la congregación.

Es entendible que al principio de la pandemia, cuando todo era nuevo y prácticamente no existía información del virus -cómo tratarlo, etc- obedecer a las autoridades sanitarias era una cuestión de sentido común. Sin embargo, ya conocemos muchas cosas que me hacen dudar si debemos seguir manteniendo vigente, aquellas opiniones aparentemente responsables que supimos esbozar casi sin cuestionar, en un principio.

Hoy, una inusitada cantidad de cristianos occidentales prefieren utilizar Romanos 13:1

"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas"

Antes que recordar Hechos 19:4

"Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;"

LA REALIDAD NOS HACE VER COMO HIPÓCRITAS

Me considero parte de los pastores occidentales -por geografía y cultura lo soy- , por lo que sé y conozco a muchísimos pastores que piensan como yo e incluso han decidido no acatar las órdenes gubernamentales de suspender las reuniones de adoración. Lamentablemente esto provocó las críticas de aquellos que sentían esta posición como una irresponsabilidad ciudadana, o incluso, un grabe pecado de insubordinación a las autoridades constituidas por Dios. Sin embargo, todos nosotros que hoy discutimos si está bien o mal reunirse sin una autorización del gobierno, aplaudimos la valentía de los cristianos perseguidos en la cultura mayormente oriental, precisamente por desobedecer una orden o ley gubernamental, que prohíbe reunirse, leer la Biblia, testificar o simplemente, convertirse a la fe cristiana. Miles de cristianos mueren cada año martirizados por su fe, sólo porque juzgaron que debían obedecer a Dios antes que a los hombres.

La realidad de que nuestros hermanos en Cristo están hoy en la cárcel, sufriendo todo tipo de atropellos por el sólo hecho de vivir su prohibida fe cristiana, desnuda violentamente nuestra triste condición espiritual:

Mt 5:10:  "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos."

Mt 13:20,21:  "Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.

2Ti 3:12: "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;"

¿Te das cuenta hermano, en qué sentido la realidad de lo que estamos viviendo nos hace ver como hipócritas?

Consentimos que el gobierno tache las actividades religiosas como no esenciales -cuando en realidad son sumamente esenciales- y no protestamos siquiera, cuando vemos que los restaurantes, los cines, los supermercados o las escuelas, puedan aglomerar personas indiscriminadamente, mientras nosotros debemos reunirnos en grupos minúsculos.

Quiero aclarar que no estoy acusando de hipócrita a nadie, pues es mi convicción personal que cada pastor que conozco, está liderando honesta y honradamente a su congregación. Lo que argumento, es que el aplaudir la valentía de preferir obedecer a Dios antes que a los hombres, por parte de los mártires cristianos de oriente, desnuda una actitud aparentemente hipócrita, al no hacer lo propio en nuestros países llegado el caso.

LA CLAVE DE NUESTRA OBEDIENCIA CIUDADANA

Mucho he meditado para encontrar una explicación que me permita entender por qué la mayoría de los pastores buscan adecuar sus ministerios a los "caprichos del césar" anteponiéndolos a los de Dios, y he llegado a una conclusión que, aunque entiendo que podría ser equivocada, quiero compartirla contigo, porque la misma podría ayudarte a repensar incluso, tu propio cristianismo.

Ya he hablado de que en el fondo esto podría deberse a una decadencia espiritual dentro de nuestras filas, pero aunque parte del problema es eso, no lo veo como el fondo de la cuestión. Personalmente creo que el fondo de la cuestión es la base educativa en la que hemos sido formados la mayoría de los pastores.

Una vez más, me tomo el atrevimiento de adelantarme a tus conclusiones y decirte que no, no estoy hablando de tu formación teológica. Estoy hablando de tu formación académica.

Casi todos los pastores que insisten en que tenemos que sujetarnos a las autoridades que por Dios han sido establecidas estudiaron en un sistema de enseñanza pública o privada, de corte tradicional. La mayoría de los sistemas de enseñanza latinos, tienen plan de estudio centralizado trazado por burócratas políticos. Un programa cuyo objetivo es separar al niño de su grupo familiar durante períodos de tiempo que rondan entre las 4 a 6 horas diarias. ¿Y por qué se hace esto? Para evitar la influencia educativa de su grupo familiar. El plan de estudio está diseñado para separar la ciencia, la política y las artes, de la religión, con el objetivo de que el alumno se convierta en un agente apegado al sistema. Es tan así, que de pequeños se nos instruía para que creyéramos que para ser alguien en la vida, tenías que obtener el reconocimiento estatal y no el Divino. Política y religión se separan tanto como se pueda, lo mismo que ciencia y Dios, profesión e iglesia.

Nuestra educación tiene sus orígenes en la disciplina prusiana y en la era industrial. Se nos educa para ser obreros y obedecer al sistema. Entonces ya tienes la respuesta. Muchos cristianos siguen obedeciendo al sistema porque fueron educados por el sistema. Aunque creamos en Dios, trabajaremos para conseguir un reconocimiento estatal. Las Escuelas dominicales son una copia del sistema, al igual que los seminarios teológicos. El orden incluso de los bancos en las aulas, el maestro adelante, la pizarra y el sistema de calificación, es una copia textual del sistema mundano diseñado para que la persona se forme, pero no se instruya. Aprenda, pero obedezca. Ser un hombre de bien, es igual a ser útil a la sociedad, es decir: al sistema.

Entonces, inconscientemente, desobedecer al sistema se nos hace extremadamente contraproducente. Fuimos formados para rechazar toda información que contradiga las premisas enseñadas y por lo tanto, preferimos predicar que debemos sujetarnos a las autoridades, a predicar que esa sujeción tiene un límite. Preferimos predicar que debemos amar a Dios y a la patria, que predicar que Dios nos ha hecho ciudadanos de una patria mejor. ¿La cárcel? La cárcel es para delincuentes, y como cristianos, debemos ser buenos ciudadanos. ¿Qué pensará el Apóstol Pablo de esta manera de pensar? Si el Apóstol Pablo nos escribiera hoy día desde una cárcel occidental, ¿Le prestaríamos atención o lo trataríamos de delincuente?

La Captación Del Cristianismo Occidental

Uno de los fenómenos que más se está dando en América Latina, es que a pesar de que en muchos países la mayoría de sus habitantes se declara cristiano, conservador y pro vida, votan mayoritariamente por ideas de izquierda, centro izquierda e incluso por partidos que impulsan el aborto. ¿Por qué esto es así? La razón principal tiene su raíz en el hecho de que hace aproximadamente 20 años comenzó un movimiento de izquierda latinoamericano que reagrupados en el Foro de San Pablo, elaboraron una estrategia para captar grupos minoritarios, pero críticos al sistema capitalista, mediante lo que ellos mismos llamaron una "batalla cultural". El plan fue infiltrarse en los sindicatos educativos con el propósito de establecer un pensamiento único que lograra hacer a las personas más receptivas a las ideas socialistas.

El socialismo es un pensamiento que deshecha el deísmo para abrazar la doctrina de que para el hombre, nada es mejor que el estado. Dios es quitado de la escena y en ese lugar es entronizado el estado. ¿Fue efectiva la captación de cristianos hacia las ideas socialistas? La respuesta a esta pregunta es un rotundo sí. Hoy contamos con pastores, incluso, que confiesan sin ponerse colorados, que votaron y son partidarios de partidos políticos que incluso, impulsan proyectos de ley tendientes a limitar las actuales libertades ¡a los cristianos!

La gente en general opina que los Pastores no deberíamos opinar sobre política -ver artículo "De Eso No Se Habla"- ¿De dónde sacan semejante pensamiento? Dicho pensamiento fue inoculado en nuestra sociedad de manera artificial, por medio de los sistemas educativos marxistas. ¿Por qué digo de manera artificial? Porque desde tiempos muy antiguos, la política y la religión siempre fueron de la mano. De hecho, nadie se espanta cuando el Papa o un prelado católico, emite una opinión política desde el púlpito de sus iglesias. Pero por alguna razón, dentro de los evangélicos esto no se hace. La falta de cultura política ha llevado a los cristianos a inclinarse ante el César, pensando incluso que el cristianismo es un pensamiento de centro izquierda o ultra derecha, según sea el caso.

Es por estos motivos, a mi entender, las razones por las cuales los cristianos utilizan su voto ciudadano de la misma manera que un suicida utilizaría el revolver. Hemos sido captados hábilmente, por los estrategas del Foro De San Pablo.

¿Podemos cambiar la Historia?

Por supuesto que podemos. Incluso me atrevería a pensar que sólo los cristianos podemos hacerlo. La clave está en repensar el tipo de educación que le impartiremos a las futuras generaciones. Salirse del sistema y educar a nuestros propios hijos tal como la Biblia lo enseña, sería el primer paso a seguir, ya que la Biblia es muy clara cuando enseña que Dios está esperando que sean los padres lo que eduquen a sus hijos, y no un profesional de la educación. Considero esto último, como la clave para cambiar la historia y es por eso que agregamos una sección al blog que hable sobre educación en el hogar. Sé perfectamente que en muchos países, sacar a tu hijo del sistema para educarlo en tu casa de acuerdo a tu credo y cultura, está penado por la ley, como sancionado está reunirse en un templo o simplemente ser cristiano en algunos países orientales. Pero debemos entender que el problema no es que existan leyes que no nos permitan obedecer a Dios en primer lugar. El verdadero problema es que no nos atrevamos a enfrentarlas con la valentía que le aplaudimos a los mártires modernos del cristianismo oriental. Ellos, la amenaza de muerte pronunciada por un estado totalitario y opresor, la trasforman en una oportunidad de glorificar a Dios en sus cuerpos "para vida o para muerte", ¡Y lo aplaudimos! En cambio nosotros, la posibilidad de morir de Covid19 y la amenaza de ser multados por el gobierno, es suficiente para quedarnos en casa sin protestar incluso, cuando públicamente nos dicen que el cristianismo no es esencial para la gente.

El punto no consiste en tratar de averiguar si somo o no hipócritas, sino en tratar de meditar en cómo observará Dios nuestra actitud frente a "la leyes de los hombres" y el COVID19.


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