Detalles Del Acto Creador (Parte 3)
La Creación Del Paraíso
Gen. 2:8 -14 "Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates." (RV60)
El estilo de escritura no nos permite determinar si este párrafo pertenece al tercero o al sexto día, ya que no es la finalidad del escritor contar los hechos de manera cronológica sino dejar establecido que Dios es el creador del universo conocido y de qué manera lo hizo. Las plantas y minerales ya fueron creadas al llegar el tercer día, por lo que bien podría pertenecer este párrafo a dicho día. De todas maneras, si el Eden fue creado en el día tercero o sexto es indiferente, ya que ese hecho no altera lo enseñado hasta el momento.
Gen. 2:8 "Jehová Dios plantó un paraíso al este de Edén y allí puso al ser humano que había moldeado."
El versículo 8 nos deja apreciar que el planeta fue diseñado desde un principio para el hábitat animal y la del ser humano, la diferencia en cuanto a la creación del hábitat humano radica en que es Dios mismo quien crea un habitat ideal para su desarrollo. También vemos que el hábitat humano de desarrollo no es igual a la utilizada por los animales, lo que representa una prueba más de que no podemos compartir especie con ellos.
La palabra "plantó" no da lugar a dudas, Dios aquí nos deja ver que lo que hizo fue ejercer un trabajo físico sobre la tierra, de manera que los árboles plantados se desarrollaran siguiendo un proceso natural, una razón más para pensar que esto fue hecho bajo la luz Divina y no la solar, eso explicaría por qué los árboles del huerto ya estaban preparados para dar fruto, para cuando el hombre fue puesto ahí para que lo labrase. La forma de expresión del versículo 8 es deliberada, escrita para no dejar dudas en cuanto al interés especial de Dios, hacia el hombre.
Gen. 2:9 "Y Jehová Dios hizo brotar de la tierra hermosos árboles, buenos y comestibles. Un árbol de vida en medio del paraíso y otro árbol del bien y del mal."
"Hacer brotar" nos muestra que dichos árboles se desarrollaron desde el brote de la semilla. Se nos aclara que éstos eran buenos -porque todo lo que Dios hace es bueno- y comestibles, es decir: aptos para el consumo humano. Creer que porque Dios hizo árboles comestibles el hombre no debería comer carne, o que Dios nos concibió herbívoros desde el principio, es una afirmación que contradice Génesis 1:30 y versículos subsecuentes (Sal 104.14; Gen. 9:3; etc.).
El Árbol De La Vida
El árbol de la vida es plantado en medio del huerto o el Paraíso. La palabra Edén significa "región donde vivía Adán" y se nos informa que este lugar es el oriente. Cuando la Biblia da puntos cardinales, generalmente usa como punto de referencia a Jerusalén, por lo que debemos entender que el Paraíso debe encontrarse al oriente de "la ciudad eterna". La ubicación exacta del Paraíso se desconoce debido a los cambios topográficos ocurridos, presumiblemente, durante el diluvio.
El árbol de la vida debe entenderse como un árbol que literalmente prolongaba la vida física del cuerpo por tiempo indeterminado (Gen. 3:22), lo que nos da a entender que el cuerpo del ser humano, deliberadamente fue hecho mortal. Las propiedades del árbol no son mágicas sino "naturales", es decir, conforme a la naturaleza con que fue creado. Todo lo que Dios creó no sólo es bueno, sino que lo es para el desarrollo físico del hombre. Nótese que los árboles del paraíso son "buenos para comer" -literal- pero el fruto de éste árbol no debía ser probado, aunque sí será utilizado en el futuro (Eze. 47:12).
Apo. 22:2 "En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones."
El árbol de la vida sigue estando en el paraíso, y es en éste mismo lugar donde Dios está actualmente edificando la ciudad preparada para los suyos (Apo. 2:7; Heb. 11:9,10, 13-16; 2 Cor. 5:1; Juan 14.2; Apo. 22:19). El hecho de que el paraíso siga existiendo pero no pueda ser localizado, me hace suponer que así como Enoc fue traspuesto, el paraíso también lo fue. Es evidente, entonces que dicho lugar debe estar aquí mismo, pero en un espacio dimensional distinto al nuestro. Ya establecimos que el "portal" hacia dicho espacio dimensional debe estar ubicado en el aire, sobre nuestras cabezas, y esto es así, porque como ya lo estableció Dios desde el principio, "arriba" tiene que ver con lo superior, mientras que "abajo" o "descender" con lo inferior. Esa es la razón por la cual se expresa que Abraham descendió de Canaan a Egipto (Gen. 12:10) o que Dios descendió para ver al hombre (Gen. 11:5). En el caso de esta ciudad, que actualmente se encuentra construida en el paraíso, se nos dice que descenderá del cielo a la tierra (Apo. 21:2,10), al igual que lo hará Cristo (1 Tes. 4:16).
Acceso al árbol de la vida
Si bien en un futuro este árbol será utilizado para la sanidad de las naciones que anden a la luz de la ciudad Santa (Apo. 21:24), la Biblia es enfática al aclarar que para acceder a la ciudad y a este árbol hay que cumplir determinados requisitos.
Apo. 2:7 "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios."
Apo. 22:14 "Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad."
Sólo podrán acceder a la ciudad y al árbol aquellos que vencieren y que hayan lavado sus ropas. ¿Pero qué significa esto?
Al que venciere (Apo. 2:7): Se aclara nuevamente que este mensaje es para las iglesias, por lo que para entender qué quiere decir el Apóstol con la expresión "al que venciere", es necesario contextualizarla dentro de las cartas apocalípticas dirigidas a las iglesias y dentro de los escritos de Juan. En el contexto de las cartas, sólo serán vencedores aquellos que se guardan de los pecados específicos señalados a las iglesias, en el caso de Éfeso debe volver al primer amor (2:4-7); Esmirna, debe ser fiel hasta la muerte durante las persecuciones (2:10,11); Pérgamo, rechazar las falsas doctrinas de Balaam y de los Nicolaítas (2:14-17); Tiatira, rechazar la falsa doctrina de Jezabel (2:24-26); Sardis, debe guardar su integridad (3:1-5); Filadelfia, tiene que retener lo que tiene (3:11,12); y Laodisea dejar de lado su hipocresía religiosa (3:17-21). Pero nótese que cada una de estas encomiendas no son posibles llevarlas a cabo sino para aquellas personas que han sido redimidas por Dios, lo que nos lleva al siguiente requisito.
Los que lavan sus ropas
Las ropas deben ser lavadas en la sangre del cordero (Apoc. 7:14), lo que acarrea que sea imposible lavarlas sin pasar por la cruz del Calvario o el sacrificio redentor de Cristo. Por lo tanto, sólo pueden ser considerados "vencedores" aquellos que han sido alcanzados por la Gracia del Dios vencedor (1 Ped. 1:2; Apo. 17:14). Las ropas sucias son un tipo del pecado que todo lo ensucia y que sólo la sangre de Cristo puede quitar (Isa. 1:18; 1 Juan 1:7), por lo tanto, sólo tienen acceso aquellos que están vestidos correctamente (Mat. 22: 11-13), es decir, con ropas blancas (Apo. 3:4,5,18; 6:11) lo que señala a los que han alcanzado la salvación preparada por Dios (2 Ped. 1:1; 1 Cor. 2:9). Es entendible, entonces, que todos aquellos que hacen del pecado una práctica en sus vidas, no podrán acceder a la ciudad ni al árbol (1 Cor. 6:10; Gál. 5:21; 1 Juan 3:8,9;5:18; Apo. 21:8; 22:15).
El árbol de la ciencia del bien y del mal (Gen. 2:9)
El texto no deja en claro si este árbol se encuentra plantado junto al árbol de la vida o en otro lugar del huerto, pero es mi opinión que éste árbol, a diferencia del árbol de vida, no es un árbol que confiere la posibilidad de entender la diferencia entre el bien y el mal o conocerlo de alguna manera, sino que es un árbol cuyo fruto es señalado por Dios como prohibido. ¿Por qué pienso esto? Por varias razones: En primer lugar, no es cierto que Adán y Eva no supieran qué era malo y qué era bueno, de hecho el texto de Génesis 3 claramente da a entender que ellos discernían claramente la diferencia entre obedecer la orden de Dios y no hacerlo, y entendían las consecuencias de desobedecer. Ellos conocían perfectamente esa diferencia, tenían discernimiento sobre el asunto, por lo que el árbol no pudo conferirles un conocimiento que ya poseían. En segundo lugar, dicho árbol, a diferencia del árbol de la vida, no aparece más en ningún texto sagrado, lo que nos deja entender la poca importancia que el mismo tenía más que como un testigo de la desobediencia de Adán y Eva. El árbol, entonces, no fue señalado por Dios como un propagador del mal o del bien -dado el nombre del mismo- sino como una prueba que Adán y Eva debían superar, ya que el mal, aclara el Mesías, nace en el corazón del hombre (Mat. 12:34;15:19; Mar. 7:21-23).
Los ríos del paraíso
Gen. 2:10 "Y salía de Edén un río que regaba el paraíso. Desde allí se repartía en cuatro brazos."
No podemos saber la fuente de la cual emanan las aguas de este río, pero no creo que sea casualidad que el huerto esté regado por un único río. El río transporta el agua que da vida a este paraíso, porque a lo largo de toda la Biblia, las aguas corrientes del río simbolizan la vida y por lo tanto se lo asocia a la Palabra de Dios (Sal. 1:1-3), a la fe en Dios (Jer. 17:8), a la fe en Cristo (Juan 4:10-14;7:38) y a la salvación (Apo. 21:6). El hecho de que sea un único río sugiere que, aunque el mismo se bifurque en varios brazos, las aguas que transporta, si han de dar vida, sólo puede provenir de una única fuente (San. 3:11), porque la salvación sólo puede ser provista por el único Dios verdadero (Eze. 47:1; Zac. 14:8; Apo. 22:1,17; Isa. 45: 1,2).
Gen. 2:11,12 "El nombre del primero era Pisón, el cual rodea toda la tierra de Hávila, donde hay oro, y el oro de la tierra es bueno y allí también hay bedelio y ónice."
El río Pisón no ha podido ser identificado fehacientemente. El significado de su nombre es "dispersante" lo que nos habla de la distribución de sus aguas por la tierra de Hávila, que significa "circular" y cuya localización es incierta. Se nos dice que el oro de la tierra de Hávila es bueno, porque todo lo que Dios creo es bueno. Algunos piensan que Ofir, se encontraba muy cerca de Hávila, y por eso sus minas poseían el mejor oro catalogado en la antigüedad (1 Rey. 9:26-28; Sal. 45:9). Es probable que el río Pisón transportara oro en sus aguas, tal cual lo hacen muchos ríos hoy día. No es posible saber qué es el bedelio, ya que dicha palabra aparece sólo dos veces en toda la Biblia (Núm. 11:7), algunos piensan que es una resina extraída de un árbol o arbusto y otros creen que podría tratarse de una piedra preciosa. El ónice es una piedra preciosa que puede tener varios colores que van desde el blanco hasta el verde, rojo, negro o marrón, generalmente la piedra presenta capas blancas que se alternan con otras transparentes de diferentes colores y desde tiempos muy remotos fue utilizada en adornos, sortijas y cuentas.
Gen. 2:13: "El nombre del segundo río es Gihón, éste es el que rodea toda la tierra de Cus."
Gihón significa "corriente" y posiblemente alude a lo caudaloso de este río que rodeaba toda la tierra de Cus. Es posible que "Cus" haga referencia a uno de los hijos de Cam (Gen. 10:6) y por lo tanto, se lo asocia a Etiopía. La esposa de Moisés era descendiente de Cus y muy probablemente fuera una mujer de color (Núm. 12:1). La Biblia dice que Séfora era de Madian (Exo. 2: 16-22), por lo que la identificación étnica de Séfora y su relación con la "tierra de Cus" no puede precisarse y ha representado hasta la fecha un problema insalvable. Nimrod también fue un descendiente de Cus (Gen. 10:7,8). El río Gihón no pudo ser identificado.
Gen. 2:14 "El nombre del tercer río es Hidekel el cual corre hacia el este de Asiria. Y el cuarto es el río Éufrates."
El río Hidekel se lo identifica como el actual río Tigris, el cual nace a unos 30 km del río Eufrates y, junto a éste último, conforman la llamada Mesopotamia ubicada en Oriente Próximo. Mesopotamia significa "entre dos ríos" y según los arqueólogos aquí se encuentra la cuna de la civilización. ¿Coincidencia? No lo creo. Una y otra vez la arqueología, a través de los años, no ha hecho otra cosa más, que corroborar la veracidad del relato bíblico, ya que el llamado Eden se ubicaba en esta zona; no deben sorprendernos las conclusiones a las que han llegado los hombres de ciencia, algunos de los cuales, incluso a pesar suyo, han descubierto entre los escombros de los sigurats, o ciudades como Ur, Caldea, Asiria, Acadia, Sumeria, etc., las evidencias que corroboran la extraña exactitud del relato del Génesis con el mundo que observamos.
A lo largo de su recorrido, el Tigris atraviesa ciudades cultural y económicamente muy importantes, tales como Mosul, Bagdag y Samarra (Irak).
El río Éufrates nace en Turquía, fluye por las montañas de Anatolia hacia Siria y posteriormente a Irak, formando junto al río Tigris el sistema hídrico que da vida a la región. El Éufrates al confluir con el Tigris forman el río Shat Al-Arab (costa de los árabes) que tras un recorrido de 200 kilómetros vierte sus aguas en el golfo pérsico. Éufrates puede significar "abrirse paso, fertilización o fructífero, llevar o presentar".
Génesis 2: 15-25 necesita una explicación aparte, que haría del presente estudio un artículo demasiado extenso para el formato del blog. Te invito, entonces, a leer el próximo estudio en el cual completaremos el capítulo 2.