El Mundo O Un Alma... ¿Qué Es Más Importante Para Dios?

28.03.2022

La pregunta no tiene trampas, ni nada de inocente. Su respuesta revela dos cosas importantes: El conocimiento bíblico y la posición política de quienes la respondan. ¿Habrá alguien que se atreva a responderla? ¿Por qué no lo habría? Porque nos encontramos viviendo en una época donde la política penetró tanto los estratos del cristianismo, que hoy, es tal el esfuerzo que hacen los dirigentes religiosos por seguir manteniendo la corrección política, que prefieren la neutralidad de abstenerse a contestarla, a quedar pegados de alguna manera, a una opinión que pudiera ofender la sensibilidad política de alguien... o algunos.

Pero esto no es nuevo, ya pasó en el pasado. Cristo llamó zorra a Herodes (Luc. 13:31) y Juan El Bautista perdió la cabeza por señalar un pecado de ese mismo mandatario (Mat. 14: 1-11), es lógico entonces, que aquellos que tenían más para perder, se la pasaran haciendo equilibrio entre la gloria de Dios y la gloria de los hombres (Juan 12:42,43).

Los que ignoran las Escrituras y el poder de Dios, se acordarán de Juan 3:16 y dirán que el mundo es lo que motivó a Dios, al enviar a Su Hijo a morir en la cruz; o tal vez, se atreverán a augurar que para el Señor, es más importante salvar un alma, que a todo el mundo, evocando quizás, Mateo 16:16 o la Parábola de la oveja perdida, donde el Pastor deja las noventa y nueve y va tras la descarriada (Mat. 18:12- 14). Si tu posición política es que el colectivo social es más importante que el individuo (socialismo) dirás que Dios murió por el mundo, pero si tu posición política es que la sociedad debe construirse respetando las libertades individuales (libertarismo-capitalismo), entonces te aferrarás a la parábola del Pastor que le da tanta importancia al individuo, como a las noventa y nueve que quedan en el corral. Tu dirás que el individuo es lo importante para Dios.

La Doctrina y La Política

He sido un ingenuo durante muchos años, pues al igual que muchos, "me tragué el sapo" de que un Pastor no debe hablar de política nunca. Pero la "corrección política" chocó una y otra vez con mi ministerio, hasta que entendí que no era posible seguir sosteniendo aquello, sin caer en el pecado señalado por Santiago 4:17; al no poder señalarle a mi gente que no deberían votar por partidos políticos que llevan adelante proyectos pecaminosos, proclaman leyes contrarias a la moral bíblica y a la naturaleza humana o critican abiertamente al pueblo judío con comentarios públicos claramente antisemitas.

La razón por la cual hace años que los Bautistas dejamos de ser un pueblo perseguido, es porque el Evangelio que impulsó a los líderes políticos de la época a Crucificar a Cristo, ya no hace mella en las clases políticas que nos dirigen, pues aquel poder transformador del individuo, y por ende de la sociedad, ya no es tal. El mal llamado matrimonio igualitario (ver: "El Avance Político Sobre La Familia"), la legalización del aborto, la ley de identidad de género, el orgullo gay, el adoctrinamiento político de niños en las aulas, etc., son pecados que deberíamos señalar e instruir a los padres de nuestras iglesias, enseñándoles las razones espirituales para rechazarlos, y brindándoles las herramientas legales para defenderse de este avance desmesurado sobre la moral de nuestras familias. Estamos enseñando la Biblia, sin aplicación práctica en la vida real, y por lo tanto, convirtiendo el evangelio, en una religión más.

No es posible separar la política de la religión, la doctrina bíblica de la doctrina social. Así lo entendieron los pensadores católicos primero, y los protestantes después, pues sus enseñanzas doctrinales estaban sujetas a sus concepciones políticas del mundo que los rodeaba (ver "El Carácter Totalitario Del Protestantismo" y "Revoluciones De Pacotilla"). ¿Y tus opiniones que tal?... ¿Para Dios es más importante el mundo o un alma?

La Equivocada Base Que Dividió Al Mundo Cristiano

Los calvinistas piensan que predicar que el hombre tiene el poder de aceptar o rechazar la Salvación de Dios, es una herejía que socava la soberanía de Dios y convierte el sacrificio de Cristo en inútil e inservible para aquellos que fueron condenados. Por otra parte, están quienes arguyen que Cristo murió por todo el mundo y que la salvación es ofrecida a todos sin excepción. Los condenados, en este caso, son los que la rechazan. Sin embargo, ambas posturas son equivocadas, pues la base de dichos argumentos es la misma: La creencia de que la razón principal de la muerte de Cristo, fue la salvación del ser humano. Un error.

Una y otra vez, Cristo nos dice que la razón principal de su muerte no es la salvación del hombre, sino la glorificación del Padre (Juan 4:34; 13:31,32; 17:4) y la glorificación del Hijo (Juan 12:23; Mat. 28:18; Fil. 2:10). De esta forma podemos apreciar que la Salvación del hombre, si bien representa una expresión del supremo amor de Dios por su creación (Juan 3:16; Rom. 8:21), no es la razón principal por la cual Cristo murió:

"Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven" - Romanos 14:9

Cristo es Señor sobre muertos y vivos y su muerte cumple la doble función de salvar y condenar para la gloria de Dios. Dios se glorifica a sí mismo tanto sobre los que salva como sobre los que condena, pues si la salvación del hombre representa la máxima expresión del amor de Dios, tanto la muerte de Cristo como la de los condenados al infierno, representa la máxima expresión de su justicia, por lo que arder eternamente en el infierno en cumplimiento de Romanos 6:23, no es otra cosa que agradable "olor de muerte para muerte", pues en ellos la justicia de Dios es satisfecha.

"Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?" - 2 Corintios 2:15,16

Todos estaban equivocados, organizando persecuciones, torturas y guerras, con la idea de que la razón principal de la muerte de Cristo, fue la salvación del hombre. De esta manera, pusimos al ser humano en el centro de la historia y desplazamos a Cristo del lugar que debería tener, desarrollando una predicación antropocéntrica.

¿Por qué los reformadores avalaron el bautismo de infantes? Para no dejar fuera de la iglesia a los príncipes que los protegían. ¿Por qué avalaron la persecución contra el pensamiento disidente usando "el brazo del estado"? Porque era la manera de conservar el poder religioso y político de la época. Gran parte de sus doctrinas, entonces, estaba influenciadas por sus ideologías políticas.

Lo que deberíamos preguntarnos, entonces, es qué tanto ha permeado nuestra posición política influenciando nuestra teología cristiana, porque abstenerse de contestar esta pregunta, sin duda, nos posiciona políticamente en algún lado. ¿Por qué? Porque te guste o no, la política ya entró en tu iglesia.

Conclusión

"Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos" - 1 Corintios 15:28

La respuesta a la pregunta se hace obvia, pero vamos a decirla: Lo más importante para Dios es que Su Gloria sea proclamada en el universo creado por Él (Sal. 19; Rom. 9:17; Mat. 28:18-20; Efe. 1:22; etc). Dios desea y puede, debido a su omnisciencia y omnipresencia, salvar y entablar un trato personal con cada habitante de este planeta, para que cada uno entienda las razones por las que Dios debe ser glorificado. Como consecuencia de eso, surgirá un pueblo cuya felicidad consistirá en rendirle a Dios la gloria y pleitesía que las Escrituras exigen. Mientras tanto, hemos de predicar el Evangelio: las Buenas Noticias de que en Cristo hay salvación y la sagrada admonición de que fuera de Cristo, sólo hay condenación eterna. Sea donde sea que te encuentres: en el cielo porque fuiste llamado a Su presencia; en el infierno, porque siempre rechazaste el señorío de Cristo sobre tu vida o en la tierra, ya que estás leyendo el presente artículo, entenderás que Cristo no pierde y su Señorío será proclamado por todos, sin importar cual sea tu posición política, te guste o no. Sin duda suena muy bonito esto de preocuparse por los demás, esto de tener una "conciencia social", pero prefiero advertir a mis lectores, que sería mejor, antes de comenzar a pensar en salvar al mundo, comenzar por asegurarse la salvación de su propia alma (Luc. 9:25; Rom. 8:9, 16; 1 Cor. 16:22).

"Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" - Romanos 14:11,12


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