Enviando Ciudadanos Educados A La Universidad

18.07.2022

El concepto de que nuestros hijos deben educarse en la universidad, debe ser descartado, sin desechar la utilización de las universidades como centro de desarrollo estratégico para la Nación.


Me criaron en un contexto histórico donde para ser alguien en la vida, había que estudiar, y estudiar; significaba ir a la escuela pública y gratuita que el estado te ofrecía. Se me ocurre que el contexto actual de muchos países latinoamericanos, no ha cambiado demasiado. Sin embargo, te voy a explicar por qué esta manera de pensar debe cambiar.

El modelo histórico educativo

La idea de que poseamos un ministerio de educación fue forjada al amparo de una necesidad creciente: La formación de obreros estratégicos que pudieran manejar las nuevas tecnologías para hacer crecer el país. El gobierno determina cuáles son las industrias estratégicas y establece políticas educativas que beneficien el desarrollo de las mismas aportando ingenieros, maestros, abogados, médicos, etc. En la actualidad, esto se ha desvirtuado y las aulas latinoamericanas se están convirtiendo en centros de adoctrinamiento político marxista, cuyos postulados ideológicos están basados en una moral colectivista que muchas veces se presenta en igualdad de condiciones que la moral bíblica y otras, mejor aún que la misma Palabra de Dios, chocando de esa forma, con la educación que tratamos como padres, de impartir a nuestros hijos.

Ante este cambalache de ideas educativas donde "la Biblia descansa junto al calefón", el actual modelo educativo que nos ofrecen las clases políticas está muy lejos de educar y muy cerca de "expropiar" el pensamiento crítico; lo cual debería ser la base fundamental de toda educación. Ante esto, lo primero que deberíamos hacer como padres es entender qué es educación para la Biblia.

Final Del Proceso Educativo

Debemos entender que los hijos no son nuestros, pero nos son confiados a nosotros por un período determinado de tiempo, con el objetivo de criarlos en la disciplina y amonestación del Señor:

Salmo 127:3 "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre"

Efesios 6:4 "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor"

La palabra "criadlos" que aparece en modo imperativo en Efesios 6:4, tiene la idea de educarlos, es decir, "llevarlos" de su infancia hacia su madurez. No podemos educarlos como queremos, sino en la disciplina y amonestación del Señor. Esto es así porque en realidad nuestros hijos no son nuestros, sino de Dios (Sal. 127:3), verdad que vamos a descubrir cuando éstos crezcan y nos digan que ya no desean vivir con nosotros.

Pero la educación es un proceso que sólo puede darse en la convivencia del hogar. Veamos cómo ésto es así:

Deuteronomio 6:6-9 "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas"

"Estas Palabras" tiene que ver con la Biblia. Déjame mostrarte lo que la Biblia dice de sí misma en relación con la educación de tus hijos:

2 Timoteo 3:16,17 "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra"

La palabra "perfecto" en este contexto, no significa impecabilidad, sino madurez. En otras palabras, el proceso educativo señalado en la Biblia (convivencia) y el contenido de la misma (Sus Palabras), es lo que nos puede ayudar en la tarea de llevar a nuestros hijos de su niñez a la madurez ("criadlos").

Entonces, todo esto nos indica que el proceso educativo en manos de los padres tiene un final, ya que el mismo termina cuando el niño, deja de serlo. Pero... ¿Cómo puedo saber si el proceso educativo ya llegó a su final en mi hijo? ¿Cómo puedo entender si lo hice bien o mal?

Entendiendo el final del proceso educativo: Lo primero que debemos advertir, es que la Biblia nunca nos demanda resultados en nuestros hijos. No es responsabilidad de los padres que sus hijos sirvan a Dios (Jer. 31:29,30; Ro. 1:12):

Deuteronomio 24:16 "Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado "

Nuestra responsabilidad es criarlos (educarlos) en la disciplina y amonestación del Señor, lo que incluye:

  • Hablar de Dios, en la convivencia del hogar.

  • Enseñar, redargüir, corregir, instruir en justicia.

  • Enseñarles a discernir entre lo bueno y lo malo (1 Tes. 5:21)

  • y muchos otros etc.

Entonces, podemos decir que el proceso educativo ha terminado cuando nuestros hijos pueden valerse por sí mismos. Ya poseen las herramientas para enfrentar los desafíos que la vida les proponga pues poseen una escala de valores bíblicas que les permitirá diferenciar entre lo bueno y lo malo. Deben poder saber dónde buscar y encontrar información y cómo usarla para su provecho. Entonces podremos decir: "El proceso de educación que me involucraba, ha finalizado".

Enviando Ciudadanos Educados A Las Universidades

Cuando retiramos a nuestros hijos del sistema de educación pública para educarlos en nuestro hogar, nos cuestionaron muchas cosas. Primero, que ellos necesitaban socializarse (¡Cómo si viviéramos retirados en algún monte y no en medio de la ciudad!), luego, que no podíamos criarlos en una burbuja, sin tener que enfrentar las "naturales" presiones de grupo. ¿Alguna vez investigó a qué se llama presiones grupo? Yo sí. La presión de grupo se produce sólo en grupos de pares y ejerce mayor influencia en los adolescentes. ¿Adivinen por qué? Porque sólo durante el jardín de infantes (Kinder), la primaria y la secundaria (preparatoria), y bajo nuestra actual cultura, el ser humano debe convivir de cuatro a seis horas diarias con un grupo de pares. Pasado ese período nunca más tendrán que hacerlo. No me parece que un niño deba ser sometido a ninguna presión ajena a su educación, mientras no tenga la madurez para hacerlo. Distinto será cuando crezcan. Pero mi deber como padre, es protegerlos de los hombres "cuenta cuentos" que vayan a leerles historias en el jardín, vestidos de mujer.

VER:

Las Universidades son centros de educación superior. Eso quiere decir que las personas que acuden a las mismas ya están educadas. Lo hacen para recibir una formación en alguna de las especialidades que la institución ofrece. Lo que debería enriquecer la preparación universitaria, no es la unificación del pensamiento, sino la pluralidad del mismo, y eso no se logra si todos son educados bajo los mismos parámetros.

Cada hogar representa toda una micro cultura, pues sus miembros son únicos e irrepetibles. La religión, la historia y valores de cada hogar son únicos y propios del mismo. Ese choque de ideas y opiniones entre diferentes micro culturas y formas de valorar y enfrentar la vida, no debe darse entre personas en formación, sino entre personas ya formadas, y las aulas universitarias, deberían representar el mejor espacio que pueda proveer una nación, para que surjan nuevas tecnologías, ideas y pensamientos en pro del desarrollo nacional. Sólo la contraposición de ideas discutidas en un ámbito de estudio académico puede sacar a nuestro país de la pobreza intelectual en la que nos han sumergido, y esa es la razón por la cual creo firmemente que debemos procurar terminar el proceso educativo en nuestros hijos, antes de que éstos ingresen a las universidades.

El Mito De Que Los Jóvenes De Hoy No Maduran

Recuerdo que una de las razones por las cuales nos dirigimos al director de la secundaria donde iba mi primer hija, es porque ésta había dejado de querer saludarnos con un beso frente "a sus pares", se burlaba de las autoridades escolares y se mostraba muy desobediente. Su respuesta fue: "Es normal, no se preocupe, es la edad". Sin embargo, cuando la sacamos del sistema, pronto volvieron los abrazos y el respeto. Es entonces que entendí que la razón por la cual nuestros hijos no maduran, es por el entorno escolar que le ofrecen. Y ahora más que antes, se multiplican los casos de adolescentes que no superan los 14 años que no están seguros de su identidad de género. Nadie es más vulnerable, que aquel que se le enseña desde la niñez, a dudar de su propia identidad.

Bueno, hoy el tiempo pasó y con alegría puedo decirles que el proceso educativo de mis tres primeros hijos a concluido. La primera ya se casó y está comenzando a formar una familia. La segunda, Natali, con sus 23 años, hace tiempo que se independizó económicamente de nosotros y está tratando de comenzar una formación superior. Camila ya vive sóla, es económicamente independiente y se mudó a Buenos Aires para iniciar una carrera universitaria. "¿¡Pero cómo las dejaste ir tan jóvenes!? Me preguntan algunos. "¡Pero que maduras! ¡Qué bien se manejan solas!" comentan otros. Pero el asombro nace de una sociedad que se niega a madurar, donde los niños y adultos tienden a comportarse como adolescentes y los adolescentes no quieren ser adultos. En un ambiente así, es lógico que muchos deseen seguir dependiendo de sus padres o no puedan dejar de serlo. Pero recuerda que esto no cuadra con el desarrollo normal e histórico del ser humano. Sólo piensa en esto:

  • El físico de origen australiano Lawrence Bragg fue galardonado con el Premio Nobel por su trabajo de investigación y análisis de estructuras de cristal mediante rayos X, a la edad de 25 años.

  • William Pitt, fue nombrado primer ministro de Inglaterra en el año 1783, a la edad de 24 años.

  • Alejandro Magno (El Grande) tenía 18 años cuando comandó sus primeras campañas militares, conquistando países completos.

  • Cuando tenía 11 años, Malala Yousafzai escribió y publicó un diario anónimo sobre su vida en Pakistán bajo el régimen del Talibán, que rápidamente logró gran atención a nivel mundial.

Mis hijos no son personas superdotadas o distintas a las nombradas, simplemente fueron criados bajo otro entorno, por lo que sí es posible enviar personas ya educadas e independientes a las universidades. Lo único que debemos hacer, es estar dispuestos a pagar el precio de lo que eso significa.


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