"Pequeñas Mentiras"
No es sencillo cambiar, cuando están instaladas ...
Las grandes mentiras no me preocupan, se que van a llegar, se que las personas que causan tropiezos existen; son maestros, son miembros comunes de las iglesias, son Pastores y Misioneros que causaran un mal a la obra; se que están allí y que tarde o temprano serán utilizados por el enemigo para tratar de desanimarnos. Cristo ya nos previno, es necesario que vengan los tropiezos, pero hay de aquellos que los provocan (Mat. 18:7). Las grandes mentiras tienen patas cortas, pero las pequeñas... las que entran en nuestras vidas sin que las percibamos, las que asumimos sin cuestionar, las que enmascaramos en un interminable argumento lleno de contradicciones bíblicas pero rodeados de una cuota de aparente santidad y aceptación general... esas son las que me preocupan.
Me preocupa que como bautistas enarbolemos la bandera de la libertad de conciencia, pero que nuestras prácticas al respecto nos lleven a separarnos aún entre nosotros, precisamente, porque no toleramos que alguien ostente una creencia un tanto diferente a la nuestra. ¿Cómo podemos defender la libertad de conciencia y declararle un ultimátum a un compañero de milicia y hermano en Cristo, sólo porque se atrevió a decir que no cree esto o aquello? Personalmente creo que la "libertad de conciencia" está muy limitada entre nosotros, y por lo tanto, ha pasado a ser una mentira. No es mentira la doctrina, sino las prácticas que la contradicen. Si no hay libertad dentro de un compañerismo bautista o una comunión de pastores, para permitir que aquellos que piensan diferente a sus líderes, puedan enseñar igualmente... ¿Dónde está la libertad de conciencia? ¿Dónde queda el pensamiento crítico que nos permitirá profundizar en el conocimiento de Dios y en la manera en que llevamos adelante la obra misionera?
Personalmente me resulta odioso el etiquetado del pensamiento diferente:
Que cuidado con aquel Pastor que es Calvinista, o con aquel otro que
resultó pelagiano o con fulano... ¡Fulano es un ultra
dispensacionalista! ¿Acaso son menos bautistas que nosotros?
Sí es cierto que hay ciertos pastores que anhelan el poder influenciar a otros y crear de esa forma, un espacio de poder y prestigio que los beneficie. ¡Sí los hay! Pero caer en el yerro de creer que somos nosotros los encargados de proteger a otros pastores del error, dice mucho del grado de preparación teológica que pensamos que tienen aquellos sobre los cuales impusimos nuestras manos (1 Tim. 5:22).
Nos mentimos a nosotros mismos (1 Tim. 4:16; Gál. 6:7). Nos engañamos creyéndonos buenos Bautistas, defensores de la fe, y les retiramos la comunión y el apoyo a valiosos hombres, dejando que sus familias sufran, no porque cayeron en un pecado de adulterio, sino porque se atrevieron a decir: "creo que usted está equivocado a la luz de mis estudios bíblicos". Nos ofrecen un nuevo enfoque sobre algo que creíamos sabido, nos muestran que posiblemente estábamos equivocados con argumentos sólidos y nos sentimos amenazados. ¿Será más cómodo estigmatizarlos que volver al estudio de la Biblia? ¿Será que si nos equivocamos tememos tener que rectificarnos? ¿Decidimos ignorarlos y retirarles nuestra amistad?
Mi Pastor me enseñó que nunca hay que desechar la amistad de otro Pastor sólo por lo que digan los demás o por el grupo de iglesias que lo sostienen ¡Hay que conocer al hombre! Gracias a este consejo aprendí mucho de muchos, y tuve la posibilidad de corregir y ser corregido. Me acerqué a verdaderos hombres de Dios que me ayudaron en mi peregrinar, hombres estigmatizados por los hombres, cuyas preciosas enseñanzas forjaron este artículo. También lidié con aquellos que estaban equivocados y al final del día me di cuenta que la advertencia de no acercarme a ellos,... era infundada.
Todos
los hombres cometemos errores y todos podemos cambiar y volver al
camino (Prov. 24:16; Sal. 37:24), ¿Por qué pensar que quien enseña sobre
la bíblica doctrina de la elección ha caído en el Calvinismo? ¿Por qué
creer que quien ha logrado un crecimiento inusitado en su iglesia es
porque se ha robado los miembros de otra? ¿Por qué aceptar estas formas
de pensar en lugar de luchar contra ellas defendiendo el derecho de otro
bautista a pensar diferente, a hacer las cosas diferentes?
Nos callamos y decimos que todo está bien, sin darnos cuenta que dichas actitudes han traído desgracia al avance de la obra misionera, ya que muchos misioneros no logran conseguir el apoyo necesario debido a estas falaces maneras de pensar que los excluyen de la posibilidad de pedir apoyo misionero, antes de siquiera haber comenzado a pedirlo, porque les retacean información o les advierten en qué iglesias no pueden ir a presentar sus proyectos.
Mientras tanto nos reímos mientras estrechamos nuestras manos para saludarnos en nuestros respectivos espacios de confraternidad. Es que las pequeñas mentiras, no resultan fácil cambiarlas una vez instaladas. Nos decimos que todo está bien... nos convertimos en políticos y aprendemos qué cosas se deben decir y qué no, mientras agitamos la orgullosa bandera de la libertad de conciencia.
Debemos dejar de mentirnos, si queremos avanzar.