Eufemismos

03.06.2020

El arma que logró infiltrar el socialismo liberal en la iglesia

Un Eufemismo, es una palabra o frase considerada más suave o decorosa, con que se sustituye otra considerada tabú, de mal gusto, grosera o demasiado franca.

Los eufemismos precedieron a la expresión "políticamente correcto", ya que la corrección política fue el primer paso utilizado por los partidos políticos de izquierda para hacer más digerible al público sus pretensiones de alcanzar por medio del control estatal, la igualdad social tan buscada para el pueblo, pero que sus élites esquivan.

Cuando la corrección política comenzó a ser utilizada por toda la élite, sin distinción de partidos políticos, la corrección lingüística se hizo necesaria para que la sociedad pudiera digerir y con el tiempo, naturalizar, aquellas ideologías que contrarían el orden republicano e inclusive, las doctrinas tradicionalmente evangélicas, católicas o bautistas.

UN LOBO CON PIEL DE OVEJA

Los eufemismos, básicamente son lobos con pieles de ovejas, introducidos en el discurso ideológico con el fin de tratar de penetrar, en nuestro caso el evangelio, con ideas socialistas contrarias a la Palabra de Dios.

El truco consiste en crear ideas y argumentos basados en premisas falsas, pero llenas de eufemismos altisonantes que penetren las defensas ideológicas del cristianismo.

Es increíble que los filósofos ateos de izquierda estén enseñando que si se cambia o se subvierte el significado de las palabras, se puede moldear la percepción de la realidad, y que nosotros no lo hayamos advertido antes. La Biblia señala a Cristo como "la palabra" (Jn. 1:1), y una y otra vez se enfatiza la importancia de no cambiar ni una palabra, ni una tilde, de la Biblia, a la que también llamamos palabra de Dios.

La deconstrucción de nuestro lenguaje atenta directamente contra la palabra de Dios y no lo hemos advertido. La corrección política nos ha impedido hablar de estos temas, por temor a ser criticados ya que se supone que la política y la religión corren por carriles opuestos y por nuestra propia ignorancia o ingenuidad, nos hemos dejado devorar por lobos disfrazados de ovejas, llamados eufemismos.

Para que entendamos hasta qué punto los eufemismos han calado nuestra sociedad, nombraré algunos de ellos, y luego, trataremos de encontrarlos dentro de nuestra fe cristiana. Por ejemplo:

"Interrupción del embarazo"

Es evidentemente un eufemismo de aborto utilizado mentirosamente, ya que inclusive el significado de "interrupción" dista mucho de ser un sinónimo siquiera de aborto. La interrupción es detener un proceso que puede volver a reanudarse. la interrupción definitiva de un proceso cualquiera, es un aborto de dicho proceso. El significado de esta palabra ha sido subvertido para ser utilizado en el reclamo del aborto y la real academia española ha sido infiltrada por la izquierda a punto tal, que ya están cambiando varios significados de palabras.

Derechos Humanos

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Entre los derechos humanos se incluyen el derecho a la vida y a la libertad; a no estar sometido ni a esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión, etc.

Un común denominador de éstos derechos es que todos son gratis.

Si prestas atención a cada uno de ellos, justamente por ser inherentes al ser humano, su costo es cero. Por ejemplo, cuando decimos que el ser humano tiene derecho a la vida y a la libertad, decimos que nadie debería pagar para vivir o ser libre. De hecho: la libertad y la vida son gratis, el costo para sostenerla de cualquier gobierno es cero. No existe un impuesto a la vida o a la libertad. Por eso son derechos.

Pero cuando hablamos de derecho al aborto gratuito, hablamos que para que una persona pueda interrumpir el desarrollo de la vida humana en el vientre de su madre sin pagar, el estado debe crear un impuesto para financiar dicha operación -porque el aborto no es gratis, hay que pagarlo-. Entonces, tanto el aborto, como la reasignación sexual y todas las llamadas políticas de género, no son derechos, sino privilegios.

Cuando yo deseo hacer cualquier cosa por la que debo pagar, que no atenta contra mi vida, sino que implica una preferencia, eso es un privilegio, no un derecho. Tengo el derecho a comerciar y a comprar, pero lo que compre, es un privilegio pues implica un costo que puedo pagar gracias al fruto de mi trabajo.

Pero cuando yo reclamo por "el derecho al aborto", no sólo lo que estoy haciendo es pedir que entre todos financiemos el privilegio de abortar un embarazo, sino que también estoy violando un derecho humano básico: El derecho a la vida.

Esto último termina de confirmar que el aborto no puede ser un derecho humano, porque otro común denominador de los derechos humanos, es que por ser inherente al mismo, no pueden anularse mutuamente.

Cambiar Privilegio por derecho, es el sapo que nos hicieron comer.

Justicia Social

La justicia social, es un eufemismo de "queremos que exista una sola clase social", porque la mayor crítica de aquellos que enarbolan esta bandera, es que los ricos no merecen ser tan ricos, habiendo tantos pobres. ¿Y cómo lo hacemos? "redistribuyendo la riqueza" que es otro eufemismo para decir, nosotros, el estado, somos los que tenemos que repartirla entre los pobres. ¿Y cómo lo hacemos? mediante los llamados "impuestos progresivos" que es un eufemismo para decir: "Los únicos que deberían ser millonarios somos los políticos gobernantes" porque esta teoría impositiva dice que justicia se hace cuando, los que más tienen son los que más pagan. De esta manera el estado se convierte en un Robin Hood, quitándoles a los ricos para repartirlo entre los pobres. Parecería ser muy loable, pero Robin Hood, no deja de ser un mero ladrón.

Lo que le da sostén al argumento de la justicia social, es la solidaridad, y las palabras "solidaridad" y "social", están íntimamente ligadas, no a las enseñanzas bíblicas sino comunistas.

Para el comunismo, cuando el estado tome control de cada área de la vida de la gente, de la economía y la religión, convirtiéndose en el único capaz de proveer para que todos vivan en igualdad de condiciones, entonces va a surgir lo que ellos llaman "el nuevo hombre comunista" que es un hombre solidario que vive para el bien de la sociedad.

Para el comunismo, entonces, el estado es un dios, y la solidaridad se aplica por la fuerza de la ley. Y todo aquel que se opone a estos nobles ideales, es un anti patria, un enemigo interno que hay que reeducar o eliminar por el bien del estado y la sociedad. Esta es la razón por la cual el gobierno argentino impuso lo que llamó un "impuesto solidario", porque para ellos, la solidaridad no es un acto voluntario, sino una imposición moral del estado sobre sus habitantes. También, es la base argumental por la cual se está pidiendo que por ley se le obligue a las personas a participar de las fantasías sexuales de aquellas personas que sufren disforia de género. En Argentina ya existe la ley. Porque estas personas ya no piden por igualdad ante la ley sino mediante ella.

El socialismo en las iglesias

El socialismo proclama que el estado es la solución a las injusticias sociales y por lo tanto, el estado debe intervenir para regular todas las áreas de una sociedad: Economía, religión, pensamiento, educación, etc. Y las razones para hacerlo parecerían ser hasta cristianas: Salvaguardar a los pobres y ser solidarios con los más necesitados, evitando que los más pudientes los exploten.

Inclusive los íconos históricamente comunistas, que representan la revolución de las clases dominadas para revelarse contra la explotación de los ricos, han calado en el mismo cristianismo, debido a que muchos pastores creen que la iglesia del Nuevo Testamento, sostenía aquellos principios socialistas de solidaridad, pues todos vendían sus propiedades y las traían a los pies de los apóstoles para que éstos las repartieran entre los necesitados.