Génesis 1: 6-8

28.05.2020

La localización del cielo no es casual, como bien lo expresa el sentido espiritual que la Biblia le asigna

La Creación De La Atmósfera


Gn 1:6-8: "Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo"

Gn 1:6-8: "Después, Dios dijo: -"Exista un espacio en medio de las aguas y sepárese las aguas de las aguas" Entonces, Dios hizo el espacio y separó las aguas que estaban debajo del espacio, de las aguas que estaban sobre ese espacio. Y al espacio, Dios lo llamó "cielos" y pasó la tarde y la mañana del segundo día." (RVRH)

Las aguas lo ocupaban todo. Es evidente que toda la materia estaba anegada y por lo tanto, no había lugar para que la vida terrestre prosperara. Entonces Dios decide separar las aguas mediante un espacio. Ese espacio es lo que nosotros llamamos atmósfera. La atmósfera es la capa de gas que rodea el planeta tierra. Esta capa sella el planeta y lo protege del espacio exterior, especialmente de la radiación solar y de sus objetos pequeños, que continuamente impactan sobre el planeta.

Al leer las actuales teorías científicas con respecto a la formación de la atmósfera, es fácil notar lo difícil que se les hace a los científicos, explicar algo que fácilmente es resuelto en la Biblia. La verdad, es que es más fácil creer que la atmósfera fue creada por Elojím de la manera que Génesis lo explica, que creer las teorías igualmente no científicas de que una combinación de gases impulsados por los volcanes, la fotosíntesis que comenzaron a desarrollar las algas marinas (¡quien sabe cómo!) y que en lo alto de la atmósfera algunas partículas de oxígeno (02) absorbieron energía de los rayos ultravioletas y se dividieron para formar átomos de oxígeno y ozono (como si los átomos tuvieran voluntad propia) y por supuesto, todo esto en un lapso de tiempo lo suficiente amplio como para que sea imposible de comprobar: "Millones de años".

¡Qué sabia es la Biblia cuando afirma!:

Rom 1:21-22: "Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios"

La atmósfera de nuestro planeta alcanza unos 10.000 km. de distancia de la superficie terrestre y alberga diferentes capas de gases, necesarios para preservar la temperatura del planeta estable y permitir el desarrollo de la vida. Por supuesto que creer que la atmósfera pudo haberse formado paulatinamente en un término de "millones de años" no es muy distinto a creer que la misma fuera creada por Dios de manera instantánea. Ambas posturas son totalmente incomprobables. La única diferencia entre una y otra, es que científicamente hablando, la postura bíblica es más lógica, pues no es posible la creación paulatina de la atmósfera, pues las probabilidades de que su actual composición se desarrollara de forma paulatina y exacta, son sencillamente cero.

Razonamientos entenebrecidos: Existe una hipótesis del bioquímico Alexander Ivánovich Oparin, publicada en "El origen de la vida", donde explica que altas concentraciones de metano, vapor de agua, amoníaco y algo de hidrógeno, pudieron proveer la síntesis química necesaria para dar paso a la vida. El científico Stanley Miller dio apoyo experimental a esta teoría disponiendo en un aparato de Tesla que producía pequeñas descargas eléctricas en un sistema cerrado, el cual contenía los gases mencionados por Oparin. El resultado fue que se formaron diversas moléculas orgánicas. Dichos resultados fueron aplaudidos por todo el mundo científico ateo, ya que los mismos finalmente podían hacer lo que el hombre sin Dios siempre deseó: Separarse de su creador. Sin embargo, tanto la teoría como el experimento sólo pueden tener éxito si existieran estas dos condiciones imaginarias: la primera, es que en la atmósfera primigenia existieran estos gases mencionados y no otros gases. La segunda, es que estos gases existieran en las mismas proporciones y en un ambiente tan controlado como el usado por Miller. En otras palabras: Cualquier esfuerzo por tratar de entender el origen de la vida, no puede pertenecer al campo científico, debido a que no existen herramientas científicas capaces de arribar a una conclusión sobre el asunto. Toda especulación al respecto, entonces, sólo puede ser promovida por el campo de la filosofía.

En Génesis se nos explica que Dios no sólo creo la atmósfera, sino que creó el espacio exterior. Esto lo deducimos porque se nos dice que Dios puso "aguas sobre la atmósfera" lo que daría lugar al hecho de que sobre la atmósfera existía un espacio en el cual cabría dicha agua. Imaginemos un mundo rodeado por una capa de agua por sobre la atmósfera. ¿Cómo sería? Dicha capa de agua debió ser en forma de vapor, de manera tal que dejara pasar la luz solar, filtrando la totalidad de los rayos ultravioletas y creando un efecto invernadero que aumentara la presión atmosférica haciendo de la tierra una gran cámara hiperbárica, lo que explicaría el registro fósil de las grandes masas de vegetación del pasado y la longevidad de las personas de antaño.

El Sentido Bíblico de "los cielos": La Biblia dice que a dicho espacio (la atmósfera) Dios lo llamó cielos. Es muy importante notar que cuando la Biblia menciona los cielos, lo hace de maneras distintas, las cuales tienen diferentes connotaciones, tanto físicas como espirituales.

El cielo en sentido literal - físico: La palabra hebrea que aparece por primera vez para referirse al cielo es "shamayim" (Gn. 1:1), que es la misma que aparece en Génesis 1:8 y según el contexto debe traducirse como aire, cielo o lugar más alto, donde se encuentran el sol, la luna y las estrellas. Pero por sobre todas estas definiciones, la palabra alude a algo que se encuentra arriba, es decir: más alto. Por primera vez, entonces, encontramos el concepto de arriba o abajo, concepto que en el espacio exterior no tiene sentido, pero que sí lo tiene, si miramos las cosas desde el punto del planeta en que nos encontramos parados. De ahora en más, salvo que la sintaxis del texto lo determine, debemos entender que la Biblia está escrita desde el punto de vista de un ser humano que se encuentra "parado" sobre el planeta tierra. En este versículo, por lo tanto, la palabra alude al espacio que vemos al elevar nuestro ojos y mirar hacia las nubes; de día veremos un cielo azul con nubes blancas y el sol; de noche veremos las estrellas y la luna, salvo que el cielo se encuentre tapado de nubes; en dicho caso, diremos que hay nubes en el cielo. Es en este sentido que debe entenderse la palabra en este versículo 8. De ahora en más, Dios se encuentra arriba, en los cielos, para expresar el concepto de superioridad Divina (Jos. 2:11) mientras que el vientre de una madre, representará "las partes más bajas de la tierra" (Efe. 4:9; Sal. 139:15), es decir, que nosotros nos encontramos abajo y Dios arriba.

El cielo en sentido literal fisico - espiritual: Sin embargo, no siempre la palabra cielo aparece en el sentido descrito más arriba, porque la Biblia enseña que Dios habita en los cielos, pero no sólo Dios habita en los cielos sino también Cristo y los ángeles. Entonces debemos argüir que los cielos en este caso, se refiere a un lugar distinto al sentido del punto anterior, pero sin perder características del mismo, como por ejemplo, ambos "cielos" son reales, físicos y se encuentran arriba (Sal. 11:4; Apoc. 4:2). El cielo descrito en la Biblia como el lugar donde actualmente se encuentra Cristo (Fil. 3:20; Col. 3:1; Efe. 1:20), no debe entenderse como un lugar etéreo, sino como algo físico, ya que Cristo se encuentra en dicho lugar, y Cristo mismo lo describió como un lugar físico cuando dijo:

Jn 14:1-6: "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí"

Tenemos una tendencia a pensar que todo lo que la Biblia habla del cielo, donde actualmente se encuentran Cristo y los ángeles, es una especie de lugar intangible, tal vez, influidos por las fantasías que popularmente se transmiten en libros y películas o porque sencillamente no podemos conciliar lo descrito en la Biblia con el mundo que nos rodea y tendemos a hacerlo dejando la literalidad del texto de lado, para darle un sentido figurado. Pero no debemos pensar en esos términos, porque la Biblia muestra un concepto muy distinto al popular concepto de espiritualidad que incluso se suele acuñar en algunos círculos cristianos. Como estos conceptos no están explicados en los versículos que estoy desarrollando, no profundizaré al respecto, aunque sí dejaré establecido que el universo que el Señor creó es un universo hecho de materia, por lo que se nos enseña que existen cuerpos espirituales, que aunque no tienen relación con la materia tangible (cuerpo animal), no por ello dejan de tener cuerpo, concepto que la Biblia desarrolla ampliamente a medida que avanzamos en el relato.

1 Co 15:44: "Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual."

La ciencia moderna ha descubierto que la materia es indestructible y constante, pero que puede transformarse. Por supuesto que la ciencia ha llegado a la conclusión de que la materia no puede crearse, porque ellos han excluido a Dios de sus postulados, sin embargo, aunque los científicos no pueden probar de dónde surge la materia, pues no cuentan con herramientas para hacerlo, sí han corroborado la indestructibilidad de la misma y su capacidad de transformación. La Biblia afirma entonces, que el mundo creado por Dios es material y el lugar donde Dios mora, también lo es, ya que el mismo Señor Jesucristo ascendió a los cielos con su cuerpo físico y glorificado.

Hch 1:9-11: "Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo."

Por lo tanto debemos concluir - y a medida que avancemos en el relato bíblico lo corroboraremos- que cuando la Biblia habla del cielo al referirse al lugar donde se encuentra Cristo, se refiere a un lugar donde la materia creada por Dios no queda excluida, sólo tiene otra forma.

Aplicación espiritual de los versículos 6 al 8

Nuestro planeta se encuentra ubicado en el espacio dentro de un conjunto de estrellas y planetas llamados galaxia. El nombre que los científicos le dieron a nuestra galaxia es la Vía Lactea. Se calcula que nuestra galaxia tiene un diámetro aproximado de 200.000 años luz, es decir, que si pudiéramos viajar a la asombrosa velocidad de la luz de 1.079.252.848,8 km/h, tardaríamos 200.000 años en atravesarla de lado a lado. Ahora, lo que debemos pensar es en el hecho de que existen, en el espacio exterior, miles de millones de galaxias y la mayoría de ellas son muchas veces más grandes que la nuestra. ¿Para qué nos sirve este dato? Pues para tratar de entender la grandeza del Dios que describe la Biblia:

Ef 4:10: "El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo."

1 Re 8:27: "Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?"

Sal 19:1-6: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; Y éste, como esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor."

El concepto de arriba y abajo es introducido en estos versículos y a lo largo de todo el relato bíblico "arriba" tendrá una connotación positiva, mientras que "abajo" será negativa. Este concepto no cambia en toda la Biblia, debido a que el funcionamiento primario que Dios le asigna a cada área creada en este universo, se ajusta a sus eternas perfecciones. En este caso: A su inmutabilidad.

También Puedes Leer...