Hechos En Los Hechos Que No Hay Que Dar Por Hecho (Parte 2)
Capítulo 2
La Doctrina De La Sucesión Apostólica
1:15-25
En torno a estos versículos se ha generado un debate muy interesante sobre el tema de la sucesión apostólica expresada por el Apóstol Pedro en el versículo 21:
"Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección." - Hechos 1:21,22
La expresión de Pedro cuando dice: "es necesario", hace pensar que el número 12 de apóstoles debía mantenerse, lo que coincide con lo expresado en Apocalipsis cuando describe la Santa Ciudad de la siguiente forma:
"Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero." - Apocalipsis 21:14
El nombre de los 12 apóstoles no se mencionan en Apocalipsis, pero la idea de que este número debía mantenerse, queda sobreentendida en el texto apocalíptico. Esta es la razón por la cual, entre muchos teólogos; que no creen en la sucesión apostólica; se levanta el debate de si Pedro actuó inspirado por el Espíritu Santo, o por puro impulso. ¿Por qué? Porque desde el momento en que Pablo fue llamado al ministerio, el número de apóstoles asciende a 13. ¿Fue Matías un legítimo apóstol? Nada relevante se dice de él, y sin embargo, Pablo se la pasa defendiendo su propio apostolado, con el argumento de que él fue llamado por el mismo Cristo en persona, algo que no podemos decir de Matías. Con el propósito de reforzar esta misma idea, se puntualiza que el Espíritu Santo se hace manifiesto recién en Capítulo 2, lo que demostraría que la elección de Matías no fue guiada por el mismo Señor. Al llegar a este punto, debo confesar que no sé muy bien qué decir al respecto, porque a mi entender este argumento es válido, aunque la idea de que Pedro no fuera guiado por el Espíritu Santo, no la comparto, y muchos menos el señalamiento de que ellos no contaban con la ayuda Divina, sino hasta Hechos 2, cosa que explicaré más adelante, cuando hablemos sobre el tema. Sin embargo, es aquí donde debemos mencionar el carácter histórico del libro de Los Hechos, entendiendo que lo relatado es una simple descripción de los acontecimientos históricos, puestos ahí para que entendamos cómo se desarrolló el movimiento cristiano desde sus orígenes, pero no para explicar algún tipo de doctrina, por lo que la suposición de que Pedro se equivocara al momento de someter a votación la elección del sucesor de Judas, es legítima. Aún así, este derrotero no explica la doctrina equivocada de la suseción apostólica, simplemente repara en la discución teológica que se suscita entre aquellos que no creen en la misma, pero... ¿Qué enseña esta equivocada doctrina?
Enseña que el número apostólico debe mantenerse eternamente y que la razón por la cual no se mencionan los nombres de los doce apóstoles en Apocalipsis, es que aún no se conocen los nombres de los sucesores finales de esta casta de hombres destinados a guiar espiritualmente a la iglesia universal de Cristo. Por lo menos, así lo creen, palabras más, palabras menos, los Mormones.
Los que creen en esta doctrina, dicen que la aparición de Pablo, y posteriormente de Bernabé en calidad de apóstoles (Hch. 14:14), indicaría la muerte de algunos, levantando Dios a los mismos, para suplir sus ausencias y mantener así el número. Pero... ¿Cuál es nuestra objeción a este planteamiento? Radica, precisamente, en el propósito del llamamiento de los 12, y las características enunciadas por Pedro, ya que un moderno sucesor, no podría cumplir con ninguno de estos requisitos:
En primer lugar, el Apóstol debía haber conocido a Cristo en persona y debía haber sido enviado por Cristo en persona. Alguno dirá que estos requisitos no los cumplía Bernabé y, sin embargo, es mencionado como apóstol. Al respecto debemos centrarnos en el significado primario de la transliterada palabra "apóstol". Significa literalmente "uno que es enviado". Pero hay una diferencia entre los apóstoles de Cristo y Bernabé. Los 12 fueron enviados por Cristo, pero Bernabé, no. Él fue enviado por el Espíritu Santo, y encomendado por la iglesia en Antioquía (Hch. 13:4), pero Pablo sí fue enseñado por Cristo mismo ya que él mismo declara que lo que aprendió no le fue revelado "ni por carne ni por sangre" (Gál. 1:15-20; 1 Cor. 15:50).
Diferencia entre Apóstol y Apóstol
La palabra "apóstoles" aparece por primera vez en Mateo 10:2, pero prestemos atención a cómo se escribe y pronuncia en griego: ἀπόστολος (apóstolos). Se la traduce en singular por primera vez en Romanos 1:1 y la palabra en griego se escribe y pronuncia igual. En su forma general se la puede traducir, según el contexto: "delegado, embajador, comisionado oficialmente, enviado, enviar, mensajero, enviado o comisionado o enviado por una autoridad.
Teniendo en cuenta el significado de la palabra y la manera en que se la emplea mayormente en la Biblia podríamos separar a dos clases de apóstoles que para una mejor comprensión las llamaré: Pablo y Bernabé.
El apostolado de Pablo: Pablo debió defender su apostolado en varias ocasiones, lo que nos hace pensar que existía un movimiento tendiente a desacreditarlo (1 Cor. 9:2). Reivindicaba ser un apóstol, enviado por Dios a ejercer un testimonio de la resurrección de Cristo, para salvación a los gentiles (Gál. 2:8). Y su testimonio, es que el Jesucristo resucitado en persona, le había encomendado este ministerio a los gentiles (Hch. 9: 1-16; 22: 1-21; Efe. 3:8; 1 Cor. 15:9). Años más tarde, el apóstol Pedro hace un reconocimiento de la autoridad apostólica de Pablo, al equiparar sus escritos, con las Escrituras antiguo testamentarias (2 Pe. 3:15,16). El único requisito que Pablo parecería no cumplir, para ser contado entre los 12, es que no hay registro de que Pablo haya estado junto a los apóstoles, todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía con ellos (Hch. 1:21). En este punto deberíamos preguntarnos: ¿Qué es más importante, los requisitos enumerados por Pedro en aquel momento, o la elección de Cristo? Pues para el mismo Pedro, como ya lo vimos, el apostolado de Pablo fue verdadero.
Entonces, Pablo debe ser contado entre los apóstoles pues todos cumplían dos requisitos importantes del apostolado de Cristo: el primero, es que todos fueron testigos oculares de la resurrección de Jesucristo, el segundo, es que todos fueron enviados personalmente por Cristo, a dar testimonio de este acontecimiento sobrenatural y explicar cómo ese hecho histórico está relacionado con las buenas nuevas de salvación para la humanidad. Podemos decir entonces, que el ministerio apostólico de ellos, cesó son sus muertes. ¿Por qué? Porque aunque al momento de morir alguno de ellos, tal vez habían personas que hubieran visto al Cristo resucitado (1 Cor. 15: 3-8), no todas fueron encomendadas personalmente por Cristo para llevar adelante semejante ministerio.
El apostolado de Bernabé: Bernabé es llamado apóstol en Hechos 14: 1-4; específicamente en el versículo 4. Cuando analizamos el relato, nos damos cuenta que la confusión radica en la transliteración de la palabra, porque Apóstol significa uno que es enviado, y en este sentido estricto, Bernabé había sido enviado con Pablo a este viaje misionero (Hch. 13:4). Sin embargo debemos advertir que no hay registro bíblico que nos permita ver que Bernabé haya visto al Cristo resucitado, mucho menos, que haya sido enviado personalmente por Él. En este sentido Bernabé no puede ser testigo de la resurrección de Cristo, pues nada indicaría que lo viera. Por lo tanto, el apostolado de Bernabé es distinto al de los 12 enviados por Cristo.
Conclusión: Es evidente, entonces, que la doctrina de la sucesión apostólica no tiene un fundamento sustentablemente bíblico, ya que la misma está basada en la transliteración de la palabra y no en su significado real y primario. Vemos que cuando apelamos a dicho significado, Bernabé pierde la categoría apostólica con la que dicha doctrina lo entroniza, pasando a ser una persona enviada sí, pero no por Jesucristo, por lo que no debemos contarlo con los doce. Al día de hoy, no existe el ministerio apostólico de los doce, porque no hay ninguna persona que hay visto a Cristo resucitado. Es por eso que desde este escrito, rechazo firmemente la doctrina de la sucesión apostólica, por encontrarla sujeta a una interpretación equivocada del texto bíblico.
Que Bernabé haya sido llamado apóstol es un hecho, sin embargo, al analizar el texto nos damos cuenta que hay hechos en los Hechos, que no hay que dar por hecho.