Hechos En Los Hechos Que No Hay Que Dar Por Hecho (Parte 3)
Controversias Sobre El Espíritu Santo
Hechos 2: 1-47
La doctrina de la llenura del Espíritu Santo se encuentra descripta en la Biblia y debe ser diferenciada de la permanencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Algunos estudiosos de la Biblia opinan que esta doctrina es la misma que la del bautismo del espíritu Santo y que debe ser sostenida como una sola y no como doctrinas separadas. Es decir: que el bautismo del Espíritu Santo se produce al momento de ser salvados por Cristo (Efe. 1:13).
Hechos capítulo 2 es un texto que ha causado muchas controversias en torno a la enseñanza del Espíritu Santo, sobre todo porque existe una enseñanza dominante que pregona que desde aquí se puede trazar el comienzo de la iglesia, ya que es a partir de este momento que la misma cuenta con la guía del Espíritu Santo, por lo que este capítulo es subtitulado en muchas biblias como "La venida del Espíritu Santo".
Entonces vemos que existen básicamente tres puntos a aclarar:
1. ¿Es la llenura del Espíritu Santo una doctrina diferente a la del bautismo del Espíritu Santo?
2. ¿Representa Hechos 2 la venida del Espíritu Santo a la iglesia?
3. ¿Contaba la iglesia con la guía del Espíritu Santo antes de Hechos 2?
Es posible que como fruto de tal discusión se pueda profundizar aún más sobre estas controversias, e incluso surgir otras derivadas, pero con el fin de simplificar el presente estudio, nos autolimitaremos a las tres controversias descriptas en forma de preguntas a contestar:
¿Es la llenura del Espíritu Santo una doctrina diferente a la del bautismo del Espíritu Santo?
Particularmente, creo que existe bastante evidencia para concluir que la llenura del Espíritu Santo es una doctrina diferente a la permanencia del Espíritu Santo en nuestros cuerpos (1 Cor. 6:19). Durante mucho tiempo he escuchado el argumento de que, puesto que el Espíritu Santo es una persona, y siendo que Cristo aclaró que Dios no da el espíritu por medida (Juan 3:34), no deberíamos hablar de "llenura", pues da la impresión que aquellos que no están llenos, es porque, aparentemente, no cuentan con la totalidad del Espíritu Santo en sus vidas. Sin embargo, dado que la Biblia sí emplea tal expresión en varias oportunidades, creo que debemos tratar de entender lo que dicha expresión quiere decir, antes que tratar de anularla.
La primera expresión se encuentra en nuestro texto de Hechos 2. Leamos exactamente lo que dice:
"Y fueron todos llenos (πλήθω - plédso) del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen" - Hechos 2:4
A partir de aquí es que debemos tratar de entender qué quiere decir la expresión, pero para hacerlo, se hace necesario examinar la palabra griega πλήθω (plédso) en los diferentes contextos novo testamentarios.
Llenar (plédso), una barca con pescados (Luc. 5:7)
Empapar (plédso), una esponja en vinagre (Mat. 27:48)
Una ciudad que se llenó (plédso), de confusión (Hch. 19:29)
Unas bodas que fueron llenas (plédso), de comensales (Mat. 22:10)
Personas que se llenaron (plédso), de ira (Luc. 4:28)
Personas que se llenaron (plédso), de temor (Luc. 5:26)
Personas que se llenaron (plédso), de asombro (Hch. 3:10)
Entonces, vemos que no es posible interpretar esta palabra de manera literal todo el tiempo, ya que según el contexto, llenar no significa necesariamente colmar un contenido, sino que es usado para explicar emociones. Por ejemplo: "Se llenaron de temor" no significa necesariamente que llegaron al punto de que no les cabía más temor. O cuando se nos dice que la ciudad se llenó de confusión, eso no significa que no se podía estar más confusa, o que todos estaban confundidos. Son expresiones que tratan de transmitir un estado de ánimo momentáneo, en el caso de los colectivos (ciudades o grupos de personas), expresan la emoción mayoritaria, y en el caso de los individuos, el grado de emoción experimentado. Decir "no se podía estar más feliz", no implica más que una descripción del momento vivido, aunque sí es posible ser más feliz en otros momentos.
Vemos que también se usa de manera literal, cuando se habla de empapar una esponja en vinagre o de llenar la barca con peces. Veamos ahora esta palabra (plédso), usada sólo para referirse al Espíritu Santo:
Lucas 1:15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Lucas 1:41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
Lucas 1:67 Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:
Hechos 2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 4:8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:
Hechos 4:31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Hechos 9:17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Hechos 13:9 Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos,
Como verán, tenemos suficientes versículos como para esbozar una doctrina, a la que podemos llamar "la doctrina de la llenura del Espíritu Santo", y sin embargo, existen más versículos que podemos citar, ya que sólo les mostré los que utilizan la palabra "plédso". Pero existen otros versículos que usan la palabra griega πλήρης (pléres), que significa repleto, cubierto por encima, completo, abundar, llenar o lleno; y también es usada para referirse a la llenura del Espíritu Santo en los siguientes pasajes de la Biblia:
Lucas 4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
Hechos 6:5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;
Hechos 11:24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
Nos resta un versículo más donde la palabra griega utilizada es distinta a las anteriores. La palabra es ὑπάρχω (jupárjo) y significa estar bajo, calladamente, llegar a existir, estar presente, tener, vivir.
Hechos 7:55 Pero Esteban, lleno (jupárjo) del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
Todas las versiones consultadas traducen esta palabra de la misma forma: "lleno" del Espíritu Santo; porque aquí existe una curiosidad: jupárjo aparece junto a pléres. Ambas palabras, una al lado de la otra, son traducidas como lleno.
Analicemos entonces, esta expresión: "llenos del Espíritu Santo", dentro del contexto de los versículos citados:
El caso de Jesús (Lucas 4:1), donde la palabra griega es pléres (πλήρης), literalmente: repleto, completo, abundar. En este caso no podemos decir que Jesucristo le faltaba un poco del Espíritu Santo, y en ese momento lo adquirió en su plenitud, ya que nuestra teología declara que El ES también el Espíritu Santo. ¿Qué significa entonces la expresión? Lo podemos entender al comparar este versículo con los pasajes paralelos que hablan sobre este evento. En Mateo 4:1, se nos dice que Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, y en Marcos 1:12, se nos dice que Jesús fue impulsado por el Espíritu Santo a ir al desierto, sólo Lucas nos habla que Jesús fue al desierto lleno del espíritu y solo en este contexto se nos informa que luego de ser tentado, volvió a Galilea "en el poder del Espíritu" (Luc. 4:14). ¿Que podemos deducir entonces? Que el poder del Espíritu y la Llenura del Espíritu están relacionados. Lo más probable es que Lucas no estaba haciendo referencia al espíritu como un líquido que puede llenar una vasija, sino que se refería a la plenitud de la deidad de Cristo y por asociación a su poder (Col. 2:9).
El caso de Juan el Bautista (Luc. 1:15), nos enseña que Juan sería lleno del Espíritu, desde el mismo vientre de su madre. En vista de nuestra teología de la salvación, no podemos afirmar que Juan era salvo desde el vientre de su madre, y que por eso residía en él la llenura del Espíritu. Tampoco podemos decir que la llenura del Espíritu se debía a una acción realizada por Juan el Bautista, con el objetivo de obtener esa llenura y, a pesar de esto, tenemos en este versículo un claro ejemplo de que una persona puede ser llena del Espíritu aún, sin que ella lo haya buscado. Saúl también es un ejemplo de esta manera del actuar de Dios en las personas que él elige (1 Sam 10:1-11), ejemplo este último, muy parecido a los acontecimientos relatados en Hechos 2. Podemos concluir entonces, que la llenura del Espíritu no depende del sujeto, sino del accionar de Dios sobre el sujeto. No está supeditada a la voluntad del recipiente, sino a la voluntad de Dios. El caso de Elisabeth fue exactamente igual (Luc. 1:41), pues nada hizo ella, para llegar a ser llena del Espíritu Santo, simplemente se nos dice que al escuchar a María, la criatura que llevaba en su vientre saltó y, en ese momento, ella fue llena del Espíritu Santo y le comunicó a María que la criatura que llevaba en su vientre era el Mesías anunciado.
Lucas 1:67, que es el caso de Zacarías es exactamente igual. No vemos a Zacarías realizando algún rito u oración con el propósito de experimentar la llenura del Espíritu Santo y, sin embargo, sucedió (Luc. 1:59-80).
El caso de Pedro se diferencia a los anteriores porque el contexto nos permite ver que la llenura del Espíritu Santo parecería estar relacionada, en este caso, con la capacidad de contestar a las preguntas requeridas, lo que concordaría, no sólo con el contexto de Hechos 4:5-13, sino con la promesa de Cristo, expresada en Lucas 21:12-15. Por lo tanto, vemos un común denominador: En la mayoría de los casos citados, las personas que pasan por esta experiencia, son usadas por Dios para comunicar un mensaje.
El caso del Apóstol Pablo, nos permite ver un dato curioso: El día que él recibió la vista, fue lleno del Espíritu Santo (Hech. 9: 17,18), pero ese día, no fue el día de su salvación, porque como él mismo lo explica en su teología, él fue salvo el día que recibió a Cristo como Señor, y ese día fue cuando Jesús se le apareció en el camino y el respondió diciendo "Señor, qué quieres que yo haga" (Hech. 9:6). Además, al examinar Efesios 1:13, podemos entender que en el momento de ser salvos, el Espíritu Santo viene a morar en nuestro cuerpo mortal. Así que Pablo, primero fue salvo y recibió el Espíritu Santo; y unos días después Ananías entra a la casa, Pablo es lleno del Espíritu y, al momento, recibe nuevamente la vista. Pero la cosa no termina aquí, porque un par de años después, Pablo vive un acontecimiento donde nuevamente recibe la llenura del Espíritu Santo (Hech. 13:6-12). En esta ocasión, Satanás estaba usando a un hombre llamado Elimas, para apartar al procónsul de la fe, así que Pablo pronuncia unas palabras contra Elimas y éste queda ciego. Pero lo interesante no es el milagro que se produce, sino el hecho de que la expresión "lleno del Espíritu Santo" se produce en dos oportunidades distintas en la vida de Pablo. ¿Es posible entonces que la llenura del Espíritu tenga carácter transitorio? Si es así, hay que hacer una diferencia entre la llenura del Espíritu Santo y la permanencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
La llenura del espíritu colectiva, es decir: en un grupo de personas. El libro de Hechos nos relata que esto ocurrió en dos ocasiones: En 2:4 y en 4:31. En la primera, los discípulos junto a unas ciento diez personas, aproximadamente, se encontraban esperando que sucediera lo que Cristo predijo en 1:8 y en Lucas 24:44-49. Ese día ocurrieron dos cosas: primero "lenguas repartidas como de fuego" fueron "distribuidas" entre los presentes; segundo: seguidamente fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas. Antes que esto ocurriera sólo se nos dice que estaban todos juntos, unánimes. No se nos dice que estaban orando, o ayunando, ni nada por el estilo, aunque sí podemos inferir por el contexto que estaba expectantes.
En el segundo episodio de 4:31, al examinar el contexto, podemos entender que estas personas fueron llenas del Espíritu Santo, inmediatamente después de una oración de agradecimiento, exaltación del poder de Dios y pedido de protección, formulada después de que Juan y Pedro fueran puestos en libertad por las autoridades que buscaban amedrentarlos para que no hablasen en el nombre de Jesús. Luego de que todos fueron llenos del Espíritu Santo, todos hablaban con denuedo (valentía, confianza, libertad) la Palabra de Dios.
También vale la pena reparar en el caso de Esteban (Hech. 6:5), porque se nos dice que él sobresalía del resto de los hombres elegidos, porque era un varón que no sólo estaba lleno del Espíritu Santo, sino también de fe. ¿Significa entonces que Esteban no podía tener más fe que la que ostentaba, pues ya estaba lleno de la misma? ¿Significa que Esteban estaba dominado o controlado por esa fe? Tal vez, es aquí donde mejor podemos comenzar a ver que la expresión "llenos del Espíritu Santo" puede que tenga otro significado distinto al que le atribuimos al interpretarla literalmente. Si lleno de fe, significa que era un hombre capaz de defender sus creencias citando el Tanaj (A.T.), tal como lo vemos hacer en Hechos 7, entonces, lleno del Espíritu puede que se refiera a otra cosa. Sobre todo porque Esteban, al igual que el Apósto Pablo, se nos dice que es lleno del Espíritu Santo en dos ocasiones. Una es ésta, pero la otra, es la relatada en Hechos 7, cuando justamente antes de morir apedreado, la Biblia dice que Esteban vio los cielos abiertos y al hijo del hombre de pie, a la diestra de Dios. Por lo tanto, hay una diferencia entre ser "varón lleno del Espíritu Santo" y "fue o fueron llenos del Espíritu Santo".
Diferencia Entre Ambos Términos
Lleno del Espíritu Santo como expresión:
Esta expresión no es exclusiva del Nuevo Testamento ya que al hurgar en las profundidades del Antiguo Testamento la encontramos en varias ocasiones, solo que en vez de Espíritu Santo, la expresión es "Espíritu de Dios" o "Espíritu de Sabiduría". Veamos algunos ejemplos:
Espíritu de Sabiduría
Éxodo 28:3 "Y hablarás a todos los hábiles artífices, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, y ellos harán las vestiduras de Aarón para consagrarlo, a fin de que me sirva como sacerdote"
Pasajes similares a este: Exo. 31:3; 35:31; Deut. 34:9
Espíritu de Dios
Génesis 41:38 "y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?"
Notamos que aquí, la expresión es de un incrédulo (el Faraón), por lo que debemos interpretar que hace referencia a las capacidades de José, atribuyéndoselas a una divinidad (ya que eran politeístas).
Éxodo 31:3 "y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,"
Notemos que esta expresión, al igual que el punto anterior, hace referencia a la capacidad dada por Dios, de desarrollar una habilidad determinada para un fin determinado. Esta expresión, a mi entender, encuentra un paralelismo con los dones del Espíritu Santo, tal como se expresan en 1 Corintios 12.
1 Samuel 10:10 "Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos"
Es necesario entender que la descripción de los hechos nos permiten diferenciar el significado de la misma expresión. Evidentemente, Éxodo 31:3 no significa lo mismo que la presente cita bíblica. En el caso de Éxodo, el paralelismo lo encontramos en 1 Corintios 12, pero éste versículo se asemeja más a lo sucedido en Hechos 2 y 19.
Entonces, notamos que las expresiones que hacen referencia en el nuevo testamento, al accionar del Espíritu Santo, son expresiones que encuentran en el Antiguo Testamento, su paralelismo. Es decir: No son nuevas.
La expresión de Hechos 2 "lenguas repartidas como de fuego" es semejante a la siguiente expresión:
Jeremías 20:9 "Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude"
En este caso, el fuego es una especie de impulso incontenible por predicar el mensaje de Dios, algo muy similar a lo que vemos en Hechos. Entonces, dependiendo el contexto, "llenos del Espíritu Santo" está relacionado con el actuar de Dios en la vida de una persona. Tiene que ver con un actuar permanente o transitorio, según el caso. Puede hacer referencia a una superioridad de conocimiento bíblico y actitud cristiana en comparación con otros cristianos (caso de Esteban) o puede hacer referencia al actuar sobrenatural de Dios en un grupo de personas o individuo. Entonces: ¿Qué significa el siguiente versículo?
- Efesios 5:18 "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,"
Se nos pide que seamos llenos del Espíritu Santo. Debido a que la comparación se hace con el embriagarse con vino, lo que hace que algunas personas pierdan el control sobre sí mismas y pasen a ser controladas por el alcohol, ser llenos, parecería indicar que debemos dejarnos controlar por el Espíritu Santo; y como las escrituras fueron inspiradas por el Espíritu de Dios (2 Pe. 1:21), entonces, para ser controlados por el Espíritu Santo, habría que ser llenos de la Palabra de Dios (Sal. 119:11; 1 Pe. 2:2).
El versículo está escrito en tono imperativo, por lo que debería ser parte de la vida del creyente el procurar ser lleno del Espíritu. Notemos que a diferencia de Juan el Bautista que nada hizo para ser lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre, este versículo parecería indicar que la responsabilidad recae sobre el creyente. "Sed llenos" es una orden que nos indica que debemos hacer algo, accionar, para serlo.
Entonces, podemos clasificar en dos grupos de significado, cuando hablamos de la llenura del Espíritu Santo. En el primero, ubicamos el accionar de Dios sobre la vida de una persona, sin que ésta haga nada ni para merecerlo ni para obtenerlo. En el segundo, es la llenura producida por el accionar del creyente en su propia vida.
Es obvio, entonces, que si existe una orden para que seamos llenos del espíritu, la misma debe estar más emparentada con la descripción que se hace de Esteban ("varón lleno del Espíritu Santo"), que con la de Hechos 2 ("y fueron todos llenos del E.S. y comenzaron a hablar en otras lenguas"). ¿Por qué? Porque lo acontecido en Hechos 2, no tuvo que ver con lo que ellos hicieron, sino con lo que Dios hizo; mientras que en Esteban, podemos ver que la expresión hace referencia a una visible distinción del resto de los hermanos elegidos. Hechos 2, apela a un accionar de Dios transitorio, pero lo de Esteban era permanente.
Ahora debemos analizar la expresión "bautismo del Espíritu"
- Mateo 3:11 "Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego."
- Marcos 1:8 "Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo."
- Lucas 3:16 "respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego."
- 1 Corintios 12:13 "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu."
- Efesios 2:18 "porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre."
Estos son los cinco versículos en el Nuevo Testamento que puedo relacionarlo con dicha expresión.
Los versículos ubicados en los evangelios hablan de lo mismo. Él, es Cristo, y el elemento en el cual Cristo sumerge (bautismo), es el Espíritu Santo. ¿Cuando sucedió o sucederá esto? Algunos piensan que esto sucedió en Hechos 2, pero, el mismo texto de Hechos, aclara que no fue un bautismo lo que experimentaron:
Hechos 1:8 "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."
Hechos 11:15 "Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio."
Aunque Hechos 2 sí se produce como un accionar de Dios, fue en atención a la promesa de que el poder de Dios vendría SOBRE ellos, en 1:8, y claramente eso es lo que los Apóstoles entendieron que sucedió, por lo que leemos en el resto de los versículos relacionados.
1 Corintios 12:3, particularmente prefiero interpretarlo según la traducción RVA 60, que claramente dice, no que fuimos bautizados en el Espíritu Santo, sino en un cuerpo que es la iglesia. Por lo que no podemos hablar de bautismo del Espíritu sino POR el espíritu.
Y Hechos 2:18, no habla de Bautismo sino de santificación por el mismo. Es un versículo muy interesante porque lo iguala con Cristo el cual es la puerta de entrada al Padre, según (Juan 10:9).
Conclusión:
Efectivamente, sí existe la doctrina de la llenura del Espíritu Santo, y por lo visto esta expresión hace diferencia al accionar sobrenatural de Dios sobre una persona de manera transitoria o permanente, pero también hace referencia al accionar de una persona, para dejarse controlar por el Espíritu. Esta doctrina nada tiene que ver con la "llenura del Espíritu" que tal como hemos visto, más que una doctrina, es una expresión que aparece en los evangelios y que la Biblia no explica con claridad. El hecho de que los evangelios asocien el bautismo del Espíritu con fuego (un sólo versículo), nada tiene que ver con las "lenguas repartidas como de fuego" de Hechos 2. Por lo tanto, no podemos decir con claridad a qué hacen referencia las citas de los evangelios. Algunos creen que hace referencia al momento en que el Espíritu viene a morar en la persona que es salvada, pero eso es sólo una especulación que podría ser válida, pero no certera. Hechos, capítulo 2, hace referencia a la doctrina de la llenura del Espíritu Santo, y no al bautismo.