El Don De Lenguas

Hechos 2:1-47

Me resulta francamente increíble que en pleno siglo XXI, todavía halla personas que opinen que la jeringonza emitida por algunos líderes evangélicos, tenga algo que ver con las lenguas descritas en la Biblia. Sobre todo, cuando tenemos tantos medios de comunicación al alcance de las manos, capaces de sacarnos de nuestra ignorancia, incluso, sin usar la Biblia.

La "Glosolalia" No Es Un Fenómeno Bíblico

Por ejemplo: En el hinduismo, la kriya es un movimiento corporal, balbuceo o habla espontánea en lengua desconocida que en la literatura tradicional religiosa hinduista, se supone, señala el "despertar" de la kundalini o de la energía espiritual que dormita enroscada en la base de la espina dorsal.

Además, la glosolalia se ha observado en el vudú haitiano, el chamanismo de varias culturas indígenas y las prácticas espirituales del sufismo islámico. En estas tradiciones, se cree que hablar en lenguas permite establecer una conexión más profunda con lo divino, abrir canales de comunicación con los espíritus o expresar estados emocionales intensos.

Es importante destacar que la glosolalia puede manifestarse de diferentes maneras según la cultura y la religión. Algunas personas pueden producir sonidos guturales, otros emiten palabras sin sentido aparente y hay quienes creen estar hablando en lenguajes divinos o antiguos.

La Glosolalia, como una especie de lenguaje estático, sin sentido gramatical alguno, es un fenómeno utilizado por muchas religiones asociadas al espiritismo a lo largo de todo el planeta. Se produce durante un acto religioso y muchas veces, la persona que balbucea, se encuentra en una especie de trance. Así es: La glosolalia no es un fenómeno exclusivamente pentecostal.

Las Lenguas En La Biblia

En cambio, el don de lenguas descrito en la Biblia, se diferencia notablemente de las anteriores manifestaciones, por varias razones que paso a enumerar:

1. No son el resultado de una especie de trance o éxtasis.

2. No se producen en el contexto de un culto religioso.

3. Siempre, son lenguas reconocidas por los presentes.

4. Se trata de idiomas utilizados por los humanos.

5. Se las describe como una señal exclusiva para el pueblo judío.

6. No son transcendentales dentro del contexto bíblico.

7. No están relacionadas con la salvación.

8. No guardan relación con recibir el Espíritu Santo.

9. Se utilizan a voluntad del hablante, con traductor de por medio.

10. El hablante no decide el momento de usarlas.

11. La Biblia enseña que fueron un "fenómeno" pasajero.

Sí, ya sé que el punto 9 y el 10 presentan una aparente contradicción, pero si me permiten, la misma será salvada a lo largo del presente artículo.

El don de lenguas se lo menciona como tal, exclusivamente en 1 Corintios. En el resto de la Biblia se nos dice que fueron una señal destinada al pueblo judío. Lo dice el mismo Pedro, cuando, en el día de Pentecostés, las lenguas se manifestaron tal como Cristo lo había previsto en Hechos 1:8 ("Pero recibiréis poder"):

Hechos 2:17-19 "Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo ..."

La profecía se encuentra en Joel 2:28, la cual hace referencia a lo que ocurrirá al final de los tiempos. Por lo tanto, Pedro no está diciendo que estaban viviendo el cumplimiento de la misma, sino un anticipo de ella. La predicación de Pedro se centra en el pueblo judío, porque hasta ese momento, ellos pensaban que el evangelio estaba destinado solo al pueblo elegido por Dios (Hech. 11:18), por lo tanto, apela a esta profecía como una señal de que lo predicado venía de parte de Dios, hacia el pueblo de Israel (Joel 2:27-28).

Existen apenas tres acontecimientos históricos que relatan esta experiencia, solo tres: el Pentecostés (Hech. 2), La familia de Cornelio (Hech. 10:44-48) y los "rebautizados" por Pablo (Hech. 19:1-6) .

En el primero, claramente hablaron en lenguas humanas que los oyentes pudieron entender sin necesidad de traductor (Hech. 2:9-12). En el segundo de los ejemplos, vemos que la experiencia fue igual (Hech. 11:15) y en el tercero, no se detalla cómo fue, por lo que si seguimos la lógica, deberíamos inferir que fue igual que los anteriores, de lo contrario, Lucas lo hubiera hecho notar. Ninguno de los tres casos se produce en una especie de reunión religiosa programada por anticipado. En todos las oportunidades la manifestación se da espontáneamente, sin previo aviso. En el primero, los judíos entendieron que esta manifestación representaba una señal dirigida a ellos (Hech. 2:12), en el segundo, los judíos interpretaron las lenguas como una clara señal de que ellos debían entender que el evangelio, también era para los gentiles (Hech. 11:15-18), y en el tercero, fue una señal de que lo obrado por Pablo al volverlos a bautizar, fue correcto.

Solamente tres hechos son los narrados. Nada, si comparamos estos acontecimientos con todos los que se relata en el libro. Es claro que para Lucas, estos no representaron otra cosa más, que lo que él narra. Sin embargo, estas señales, fueron practicadas, años después, por la iglesia de Corinto de una manera extremadamente carnal. Recordemos que la glosolalia, era practicada en muchas religiones mundanas, y sabemos que Pablo les habla, porque esta iglesia había sido infiltrada por la cultura en la que estaban sumergidos. La iglesia de Corintio practicaban la llamada "Glosolalia" y no "El don de lenguas bíblico", por lo que Pablo les dice:

1. Si van a hablar, que se entienda (1 Cor. 14: 15-19)

2. Si va a ser una jeringoza que nadie entiende, que lo haga en su casa (1 Cor. 14:1-5)

3. Las lenguas siempre deben ser idiomas reconocibles por la congregación, de lo contrario se estaría hablando una "lengua extraña" (1 Cor. 14:18,19)

4. Es mejor profetizar (predicar la Biblia) que hablar en lenguas (1 Cor. 14:1)

5. Las lenguas son una señal a los incrédulos, no a los creyentes (1 Cor. 14: 20-22), lo que indicaría que cuando Pablo dice que las lenguas desconocidas son para edificación de quien las practica, está hablando irónicamente. Porque si el mismo que las habla no las entiende, y si son una señal a los incrédulos, ¿Cómo podrían servirle para edificación al creyente?

6. Si quieren hablar en otros idiomas, debe haber intérprete de por medio, y deben hablar por turno para que los presenten entiendan (1 Cor. 14:27-28)

El resto del contexto bíblico nos ayuda a entender que la manera en que la iglesia de Corintio practicaba este don, traía desorden y deshonra delante de los incrédulos. Una y otra vez, les hace saber que hay cosas mejores que buscar hablar en lenguas, como aprender el camino del amor (1 Cor. 12:31-13:1-13) o predicar (14:1). Las lenguas son minimizadas por el Apóstol y claramente desalienta el tratar de usarlas. ¿Por qué? Porque el tratar de practicarlas como los incrédulos lo hacían, sólo traían vergüenza y confusión en la iglesia. De hecho, Pablo enseñó que las lenguas, dejarían de ser, cuando la Biblia fuera terminada de escribir (1 Cor. 13:8-10), donde "profecía" hace referencia a la comunicación de Dios, antes que la Biblia fuera terminada, lenguas al don y "lo Perfecto" a la Biblia. Algunas personas interpretan que "lo perfecto" hace referencia a la segunda venida de Cristo o a Cristo mismo, pero no puede ser, porque "lo", no hace referencia a personas (el perfecto), sino a objetos. Los lingüistas de la mayoría de las versiones consultadas, ninguno se atrevió a cambiar "lo" por "él", lo que nos indica claramente que habla de la Biblia, pues sólo la Biblia se constituye en el único objeto "perfecto" sobre la tierra (Sal. 19:7). Alguno podría argüir que sólo contamos con traducciones imperfectas de las Escrituras, sin embargo, la palabra perfecto, en la Biblia, no hace referencia a impecabilidad, sino a completo o terminado, que ya no es necesario añadirle más (Apo. 22:18-19).

Conclusión

Debemos tener cuidado con aquellos que supuestamente hablan e interpretan "las lenguas", porque en realidad, cualquiera puede hacerlo y no hay forma de probar si lo que dicen es cierto o no. Esa es la razón por la cual, como cristianos, no buscamos señales sobrenaturales para ratificar al predicador o su mensaje, pues ya tenemos la Biblia para hacerlo. Los que buscan señales, son la generación mala y adúltera. (Mat. 12:38-40). Las señales como una manera de demostrar la divinidad del mensaje, es un rasgo característico del Anticristo (Mat. 24:24; 2 Tes. 2:9-12). Las lenguas, en la Biblia, nada tienen que ver con la llamada "glosolalia", debido a que siempre, hace referencia a idiomas que deben ser conocidos por los presentes, y en todo caso, traducidos por un traductor competente. Las "lenguas angelicales" según el texto bíblico, siempre son idiomas humanos y no una jeringoza imposible de explicar. Pablo dice que escuchó palabras inefables que no le es dado al hombre pronunciar (2 Cor. 12:4), nunca dijo que no las entendió.

En este punto debemos tener cuidado, porque la glosolalia está más relacionada con el espiritismo, que con la búsqueda de Dios; con el engaño, más que con la verdad; con el Anticristo y no con Cristo.

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