La Educación, Un Recurso Olvidado

01.12.2020

Introducción

"El mundo está cambiando" es la frase que una y otra vez, los adultos repetían nostálgicos mientras yo crecía. "El mundo está cambiando" seguí repitiendo hasta hace muy poco tiempo. Y mientras todos nos preguntábamos una y otra vez, cuál sería la razón por la cual la educación pública entró en crisis, "el mundo está cambiando" parecería ser la letanía con la cual terminábamos cada discusión - "Sí, el mundo está cambiando, y no nos damos cuenta, por eso es que pasa lo que pasa"... y cambiamos de tema, como si dicha frase fuera la panacea de todo aquello que no entendemos, una especie de "frase consuelo" que nos permite disculparnos por aquello que no podemos explicar. Cambiamos de tema y seguimos viviendo. A pensar en otra cosa y ya. Como si la crisis educativa mundial no tuviera nada que ver con nosotros, con nuestro estilo de vida, con el dinero que ganamos mes a mes, trabajando como esclavos para otro, o con la iglesia a la que asistimos, o con nuestra vida espiritual ...

A finales de los 90 se produjo un fenómeno en la economía mundial tan impresionante y ruidoso como lo fue en su momento la llamada era industrial, pero irónicamente, tan silencioso como arrollador, pasó desapercibido para la mayoría de la población mundial. No así a las élites del mundo que supieron montarse en una ola que arrasaría con una época a la que todavía muchos siguen aferrados: La era industrial. Aquella ola arrasó con ella y  esa era, ya pertenece al pasado. Aquel "tsunami" arrasador se llamó "globalización", un fenómeno que llegó para quedarse y que se alínea a la perfección con las profecías bíblicas que anuncian el final de una era.

Con la llegada de este fenómeno los ciclos macroeconómicos se volvieron impredecibles y las burbujas financieras estallaron en los siguientes años. Las empresas migraron a países donde la mano de obra era más económica y los ingenieros que salían de la universidad, se dieron cuenta que ya no habían empresas donde ejercer su profesión. Las nuevas tecnologías impulsaron los cambios a tan grande velocidad, que los sistemas educativos se volvieron obsoletos en muchos países, cuyos gobiernos no contaron con los reflejos suficientes para adaptarse. Entonces aparecieron los nuevos millonarios, personas que sin haber pasado por la universidad, montaron emprendimientos tecnológicos que los llevaron a poseer fortunas tan grandes, que su capital de trabajo superó, en valor, al de muchas naciones. Estos nuevos empresarios tecnológicos hicieron que sus empresas valieran más que las petroleras, lograron mayor rentabilidad que las que tenían los grandes terratenientes con sus miles de hectáreas, y de pronto, entendimos que el dinero ya no se hacía trabajando rudamente en el campo. ¿Quiéres saber por qué la educación entró en crisis? No es porque el mundo está cambiando, es porque el mundo sencillamente ya cambió, y no nos dimos cuenta.

La Educación Que Quedó Obsoleta

Durante la era industrial, fue necesario crear las llamadas escuelas fábricas que en muchos países perduran hasta el día de hoy. Las escuelas fábricas pertenecen al mundo que elogiaba la educación pública y gratuita como una panacea para el avance de los pueblos. Y lo fue. Pero esa educación, donde la gente estudiaba, no para ser feliz (o Bienaventurado), sino para convertirse en un ciudadano productivo y responsable, la educación que nos decía que había que estudiar para "ser alguien en la vida", esa educación es la que quedó obsoleta.

Durante mucho tiempo se nos dijo que era más importante estudiar matemáticas que teatro, geografía que dibujo, saber inglés era mucho mejor que saber música, por lo que la escuela al día de hoy, en la mayoría de los países latinos, se sigue enfocando en las "ciencias duras" y reducen a la mínima expresión aquellas materias relacionadas con el arte y la creatividad.

Sin embargo, las personas, en general, fueron advirtiendo que a diferencia de lo que se nos inculcó, un título universitario ya no era sinónimo de educación. "Será abogado, pero es muy mal educado" diríamos de algunos "doctores de la ley".

Entonces, conforme avanzó el siglo, los educadores profesionales advirtieron que la crisis consistía en que no habían llegado a un acuerdo en cuanto a qué es educación. Definitivamente un título no siempre era sinónimo de educación, ya que se dio el fenómeno de miles de personas tituladas que no podían siquiera trabajar de lo que habían estudiado, ni proveer para sus familias

A esta última observación, hay que agregarle el ingrediente de que en los últimos 30 años, se observó que en los países cuyos contenidos educativos dependían de un ministerio centralizado o eran originados por una única fuente, se utilizó esta herramienta para generar un "pensamiento único" mediante una inyección ideológica en los contenidos, con el fin de retener el poder. La educación como una herramienta superadora de las personas y los pueblos, fue dejada de lado y en su lugar, la ideología, que hasta el momento había sido delegada a cada familia, fue inyectada en las escuelas con el fin de "ayudar a pensar" a los jóvenes. Debido a su decadencia, la "educación pública y gratuita" con contenidos definidos por el estado, está llegando a su fin, ya que no sólo en Argentina, sino en todo el mundo, los padres están retirando a sus hijos del sistema para educarlos en el hogar.

La Obsoleta Educación Cristiana

Lamentablemente, debido a que los seminarios teológicos siguieron las premisas educativas del mundo, la crisis llegó también a ellos. La obtención de títulos para reconocimiento, la inflación educativa reflejada en la cantidad de títulos ofrecidos por los seminarios y universidades teológicas (masters o doctorados en teología, misiones, educación cristiana, etc), lamentable espejo de los ofrecidos por universidades seculares, ha llevado a los líderes cristianos a padecer las consecuencias que vemos en el mundo. "Doctores" cuyos ingresos económicos no les alcanza para mantener a su familia.

Alguno pensará que la educación nada tiene que ver con poder generar ingresos para vivir. Si piensas eso, debo decirte que dicho pensamiento es consecuencia de una falta de educación. La razón principal por la cual el ser humano aprecia la educación, es precisamente porque la misma es la que nos permite vivir vidas superadoras. "Ser alguien en la vida" precisamente significaba eso. No sólo que te iban a llamar "doctor" sino que tus ingresos, acorde a cierta categoría, te posibilitaría obtener el llamado ascenso social. Sin embargo, algo pasó en el camino que disociamos la educación cristiana con el ingreso obtenido por dicha educación. De repente, se nos hizo ver que lo que más nos debería importar, no es cuánto vamos a percibir como ministros, sino tener el privilegio de poder dar nuestra vida por Cristo, siendo pastores. Pronto comenzamos a elogiar a los pastores que morían en la pobreza y desconfiar de aquellos que tenían una vida holgada o estable.

"No sólo de pan vivirá el hombre" es una frase de Cristo que nos habla de la importancia que tiene la Palabra de Dios en comparación con la comida, ya que "el que no trabaja tampoco coma" es la otra premisa Paulina que chocaría con la de Cristo, si la interpretáramos en otro sentido. En ningún lado de las Escrituras encontrarás que Dios se complace en que sus ministros sufran innecesariamente, como tampoco encontrarás muchos seminarios que enseñen cómo hacer para vivir tiempo completo del ministerio. La única enseñanza que encontrarás es "debes vivir tiempo completo del ministerio", pero no te dirán cómo hacerlo. ¿Por qué? Porque la actual educación cristiana también quedó obsoleta. No por virtud del contenido, sino porque sin darnos cuenta, hemos copiado las maneras y formas de enseñanza mundana. Y así como la educación secular entró en crisis, lo mismo ha pasado con la cristiana. Lo que hoy le exigimos a un pastor, fue en el pasado el conocimiento estándar de un creyente tipo. Sin duda nos hemos devaluado.

Definiendo Qué Es Educación

Para desarrollar este concepto, me permitiré copiar una porción de nuestro libro "Un Largo Camino De Regreso Al Hogar" ya que en el mismo, dedicamos todo un capítulo a este tema. Hay dos preguntas que podemos hacernos para poder comenzar a definir qué es educación:

¿Cuándo podemos dar por finalizada nuestra labor educativa? o

¿Cuándo podremos decir que nuestro hijo ya está educado?

Hay que tratar de crear nuestra propia definición, pero hay que hacerlo con argumentos que la sostengan. Por ejemplo, nuestra definición utilizada en la crianza de nuestros hijos fue la siguiente:


"Definición: Para nosotros, una persona está educada cuando ya sabe quién es y posee las herramientas necesarias para llevar adelante el plan que Dios tiene para su vida.

Argumentación: Para que una persona pueda darse por educada necesita cumplir con tres requisitos:

  • Saber quién es.

  • Poseer herramientas adecuadas.

  • Saber qué es lo que Dios quiere para su vida" (fin de la cita).


Por una cuestión de espacio, no transcribiré los argumentos que dan soporte a nuestra definición, porque los mismos puedes encontrarlos en el libro mencionado, el cual estamos distribuyendo en formato PDF, de manera totalmente gratuita, para todo aquel que se suscriba al blog. Así que si quieres solicitarlo, haz clic aquí, suscríbete y solicítalo, que con mucho gusto te lo estaré enviando por correo electrónico.

Lo que debemos entender, es que la definición de educación tiene que estar basada en las metas que Dios te ha propuesto alcanzar en tu vida. Por ejemplo: Si lo que debes hacer es volar un avión, tendrás que estudiar el tema si no quieres morir en el intento. Si quieres vivir tiempo completo del ministerio, tendrás que hacer lo mismo. La educación sirve para alcanzar metas, de modo que definir las metas, te ayudará a entender mejor qué es lo que te falta estudiar para alcanzarlas y a quien pedirle ayuda para que te guíe en tus investigaciones. No tiene sentido preguntarle cómo hacer que tu iglesia sea autosustentable, a un pastor que no está siendo sustentado por su congregación. Hay que consultar con aquellos que ya lo están haciendo para tratar de entender qué es lo que debes estudiar. Al entender tus metas, podrás definir mejor qué es educación, para luego hacer uso de esta herramienta tan relegada por muchos pastores.

Definiendo Tu Realidad

Todos sabemos que la educación es muy importante, pero no todos tenemos definido qué es educación y cuáles deberían ser los resultados bíblicos de una educación adecuada.

Una buena educación debería servirnos para ser felices, porque podemos proveer para nuestras familias haciendo aquello para lo cual fuimos creados. Debería traer paz a nuestra vida, porque tenemos la convicción de estar en el lugar que Dios quiere, haciendo lo que Dios quiere, etc.

¿Pero qué significa que esto no esté ocurriendo en tu vida? Sólo significa que hay algo que estás haciendo mal, muy probablemente por falta de educación. Si deseas saber si tu problema es educativo y no de otra índole, contesta las siguientes preguntas para autoevaluarte:

En cuanto a tus conocimientos como pastor:

  1. ¿Crees que tus actuales conocimientos son suficientes para ocupar el puesto que tienes?

  2. ¿Te niegas a ser enseñado por un pastor que tiene una postura doctrinal distinta a la tuya?

  3. ¿Consideras que un pastor que lee y estudia a Calvino, es calvinista?


En cuanto a tus resultados prácticos:

  1. ¿Puedes alimentar a tu familia haciendo aquello que te apasiona?

  2. ¿Estarías dispuesto a dejarte enseñar por alguien que tiene los resultados que deseas, pero que no concuerda con todas tus posturas doctrinales?

  3. ¿Tienes amistades dentro de tu congregación?


Déjame decirte que si contestaste "sí" a todas o alguna de las primeras tres preguntas, tu problema es falta de educación; y si contestaste "no" a todas o a alguna de las siguientes tres preguntas, tu problema es el mismo.

Tenemos una tendencia a pensar que los malos resultados son producto de problemas espirituales, cuando el único problema es, simplemente, falta de estudio. La mayoría de los pastores que conozco no tienen un problema espiritual, solo que no les queda tiempo para estudiar, porque el día tiene 24 horas y necesitan pastorear, trabajar para conseguir un segundo ingreso, velar por su familia y dormir.

El estudio exige tiempo, y debido a que la educación es una inversión a largo plazo, descartamos la misma apremiados por lo urgente.

¿Te das cuenta por qué muchas iglesias están cerrando y la obra misionera se resiente en todo el mundo? El problema es que ya no hay tiempo para estudiar, porque la educación se ha convertido, en la vida de muchos, en un recurso olvidado.

No nos hemos dado cuenta que con un poco de educación, en la era digital en la que ya estamos inmersos, con un buen teléfono inteligente y varias horas de aprendizaje, no sólo podemos educarnos mejor y vivir del ministerio, sino también llegar a más personas en menos tiempo.

Conclusión

No dejo de pensar en Pablo y la petición que eleva por medio de una carta escrita desde la cárcel, con la certeza de que ya no le quedaba mucho tiempo de vida (2 Tim. 4:6).

2 Tim. 4:13: "Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos."

Hasta el último minuto de su vida, Pablo siguió estudiando, aprendiendo y educándose.

Sin duda necesitamos hacer nuevo uso de este recurso y puedes hacerlo usando las nuevas tecnologías a tu favor. Ya existen audio libros, para que puedas ir escuchando a medida que haces otras cosas, y si investigas, podrás encontrar cientos de herramientas gratuitas a tu alcance. Lo único que necesitarás es convicción y disciplina. Todos podemos mejorar nuestra educación, pero no todos estarán dispuestos a pagar el precio que ello significa; quizás se deba, a que no pueden vislumbrar los beneficios al final del camino o, tal vez... a una falta de educación.

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