La Mujer Sola No Es "Ser Humano"... ¿Y El Hombre Sólo, Sí?

12.10.2021

Un artículo que trata de clarificar un concepto que parecería diluirse en las ideas del movimiento femenino de la tercer ola



Se conoce como humano a todo lo que es perteneciente al hombre o parte de él. La palabra humano es de origen latín "humanus", formada por "humus" que significa "tierra", y el sufijo "-anus" indica "procedencia de algo", en virtud de la referencia que se hacía de que el primer humano fue hecho con arcilla, tierra o lodo. Por lo tanto, cuando hablamos de "ser humano", hacemos referencia al mismo en tanto a especie se refiere.

Es bueno, entonces que aclaremos qué significado se le da a la palabra "especie". Según el diccionario, es una categoría o división que tiene en cuenta determinadas cualidades o criterios de clasificación. ¿Pero cuál es la diferencia de criterios de clasificación existente entre la mayoría de los antropólogos y la Biblia? Los antropólogos sostienen mayoritariamente que el humano es una especie de animal que pertenece a la especie "Homo Sapiens" (Del latín: "hombre sabio") que se diferencia del resto de los animales, en su capacidad de razonar, acumular conocimiento y aprender de él. Pero la Biblia hace otra clasificación diferente:

El Ser Humano Según La Biblia

La palabra hebrea utilizada en la Biblia, que hace referencia a "ser humano" en cuanto a categoría clasificatoria, es la palabra "אָדָם", que normalmente se traduce "Adán". El problema es que esta palabra puede referirse al nombre propio del primer humano creado por Dios o a "ser humano", dependiendo del contexto. La confusión se suscita cuando en vez de traducirla en base al contexto, se la traduce "Adán", cada vez que aparece en la Biblia, u "hombre", que hoy se confunde con el sexo masculino. Pero mejor, examinemos nosotros mismos el texto bíblico para estudiarlo:

El Ser Humano Como Especie Diferenciada De Los Animales: En el día quinto, Dios creó los animales acuáticos y las aves (Gén. 1: 20-23) y en el día sexto creó los animales y al ser humano (Gén. 1: 24-31). Para entender que en el momento de la creación del ser humano, Dios los separa del resto de los seres creados, hay que apreciar la fluidez del relato: Desde Génesis 1:1 hasta 1:25, se repite una y otra vez la expresión "Y dijo Dios... y fue así...". Por ejemplo: "Dijo Dios: sea la luz, y fue la luz" (1:3); "Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde... produjo pues la tierra, hierba verde" (1:11,12); "Luego dijo Dios: produzca la tierra seres vivientes... Y fue así" (1:24). Pero cuando llegamos a la creación del ser humano, esta fluidez se detiene. A la fórmula discursiva del "dijo Dios... y fue así" se agrega una especie de diálogo con alguien, que a mi entender, es con las personas de la Triunidad Divina. Veamos cómo lo expresa la Biblia:

  • "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra; Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (Gén. 1: 26,27)

"Hagamos" hace referencia a la pluralidad de Dios; nos advierte que lo que ocurrirá a continuación, será algo distinto a lo que venía haciendo hasta ese momento. Luego se anuncia que será la creación de un ser que señoreará sobre los animales y el resto de la creación terrestre, lo que nos indica la diferencia que hace entre éste y el resto de los seres creados. Seguidamente, nos indica que será a imagen y semejanza de la Divinidad. Este es entonces, otro criterio clasificatorio, distinto de los animales; finalmente se nos dice que la creación de esta especie será una especie compuesta: "varón y hembra los creó". La palabra traducida "hombre" en el versículo 26, es la palabra hebrea אָדָם -adán- por lo que "hombre" hace referencia claramente a "ser humano".

El ser humano entonces, es "varón y hembra" no es sólo varón, ni es sólo hembra. Es ambos, de manera inseparable e indispensable para la continuidad de la especie:

"Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así" (Gén. 1:28-30)

Aquí cabe exponer otro de los criterios biológicos utilizados para clasificar las especies: Una especie se diferencia de otra en que sólo puede reproducirse entre miembros de la misma. Por ejemplo: Los perros pertenecen a la especie canina, y los caballos son equinos. Los equinos pueden reproducirse entre sí, aunque sean de diferentes razas, pero nunca podrán reproducirse con los caninos, porque son de diferentes especies. En este caso, los seres humanos conformamos una especie biológica distinta a la de cualquier animal, en tanto no podemos procrear con ninguna otra. Pero la especie, deja de serlo si no se la contempla como "varón y mujer". El ser humano, como especie, es varón y mujer, porque de otra manera, estaría destinado a la extinción. Fuimos creados para procrear, llenar la tierra y sojuzgarla o someterla. Dios no nos creó vegetarianos o veganos. Desde el momento de la creación se nos dijo que podíamos comer de todas las plantas y animales que Dios creó: "os serán para comer". Y finalmente, se nos dice "Y fue así"; clara apreciación objetiva de la realidad. ¿no?

Adán y Eva fueron creados el mismo día. Ese día Dios los llamó "אָדָם" -adán- es decir: "Ser humano". Primero Dios creó a Adán y luego, a Eva. Pero fueron acontecimientos ocurridos en el sexto día de la creación.

"Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados" (Gén. 5: 1,2)

El Ser Humano Como Especie Diferenciada De Los Ángeles: Esta diferenciación, también puede ser tomada como un criterio clasificatorio. La Biblia nos dice que el ser humano fue creado un poco menor que los ángeles (Sal. 8:5). Pero esta clasificación está dada en concordancia con su estructura física. Es decir: Los ángeles son físicamente igual que los seres humanos en cuanto a apariencia (Apo. 21:17; Heb. 13:2), pero su estructura molecular es diferente. Esta diferencia molecular, la explica Pablo cuando habla de la gloria de los cuerpos celestes y la compara con la "gloria" de los animales, de los ángeles y nuestros futuros cuerpos resucitados:

"No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria" (1 Cor. 15:39-41)

En el versículo 44 de 1 Corintios 15, Pablo vuelve a ratificar, como para que prestemos atención al detalle: "Hay cuerpo espiritual, y hay cuerpo animal". Por lo que entendemos, entonces, que los espíritus no son seres incorpóreos, como tradicionalmente se cree. Los espíritus tienen cuerpos, y hablando de los ángeles, la Biblia dice lo siguiente:

"¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?" (Heb. 1:14)

Entonces, el ser humano se clasifica en una categoría intermedia entre los animales y los ángeles. Los ángeles son mayores, en fuerza, que los demonios (2 Ped. 2:11) y las fuerzas espirituales de maldad son mayores que el ser humano (1 Ped. 5:8), por lo que necesitamos de la Gracia de Dios para resistirlas (Sant. 4:7). Resulta evidente que esta es otra característica del ser humano (hombres y mujeres) que nos diferencia de los animales.

La Sexualidad Humana Diferente A La De Los Animales Y Los Ángeles

Si bien, la bendición sobre todos los seres creados por Dios, es semejante en el aspecto reproductivo "Creced y multiplicaos", la Biblia es muy clara que en cuanto a la diferencia que hace entre los comportamientos sexuales humanos y el de los animales.

En cuanto a la relación entre animales y humanos la Biblia dice lo siguiente:

"Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión" (Lev 18:23 ).

La palabra que traducen los lingüistas "amancillándote", es la palabra hebrea "tamé" (טָמֵא) que significa "estar contaminado en el sentido ceremonial o moral". La palabra amancillar, significa hacer perder el prestigio o la honra, manchar, deslucir, afear". ¿Por qué los lingüistas optaron por esta palabra castellana y no por la palabra "inmoral", que también cabe en la traducción? Porque el contexto bíblico sugiere que semejantes actos por parte del ser humano, manchan el reflejo de la imagen Divina.

En cuanto a la palabra castellana "perversión", que significa "hacer a una persona mala o viciosa; alterar o cambiar el estado de una cosa; hacer que alguien adquiera conductas opuestas a la moral", está muy bien elegida, ya que literalmente la palabra hebrea "tébel" (תֶּבֶל) significa literalmente: "mezcla, bestialismo no natural, depravación" .

Debido, justamente, a que el ser humano es una imagen de Dios, dichas prácticas sexuales, son catalogadas por Dios como perversiones.

En cuanto a los ángeles, podemos apreciar que también existe una diferencia en cuanto a las prácticas sexuales humanas y ellos. Cristo lo expresa de la siguiente manera:

"Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección" (Luc. 20:34-36)

Entonces, entendemos que cuando los hijos de Dios mueran y reciban cuerpos nuevos, entonces serán iguales (no semejantes) a los ángeles, en cuanto a que éstos no se casan, ni se dan en casamiento. Es decir, no tienen prácticas sexuales.

Conclusión

Concluyo que "ser humano" no es sólo saber ser hombre o saber ser mujer, sino que en tanto a especie se refiere, ambos se necesitan mutuamente para llegar a dicha clasificación:

"Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre (adan) esté solo; le haré ayuda idónea para él." (Gén 2:18)

El ser humano fue concebido "varón y hembra" el día que fueron creados. Cualquier comportamiento fuera de la sexualidad complementaria y mutua que Dios creó, es perversión.

A pesar de que el presente estudio cumple con las expectativas generadas por el título, se me ocurre que el mismo promueve una duda razonable que deberíamos abarcar en otro artículo aparte: La diferencia entre sexo y género, y la posición filosófica, sociológica, biológica y bíblica sobre el tema. Pero, para respetar el formato del Blog, lo desarrollaré en otro momento. Por el momento, espero que este breve estudio, haya sido de bendición para tu vida y te sirva en la defensa de tu fe.


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