La Pandemia Que Se Avecina

13.04.2021

Preocupados por un virus cuya tasa de mortandad media no supera el 0,23% a nivel mundial, dando en muchos lugares un promedio de menos del 0,02% (OMS); la humanidad se aproxima a una era de oscurantismo, donde la ignorancia y el miedo, utilizados como armas de control social, amenazan con hacer añicos todas las libertades individuales obtenidas gracias a las enseñanzas del cristianismo occidental. Pocos han advertido que una pandemia a escala global peor que el virus, ya se encuentra invadiendo, incluso, las iglesias evangélicas más tradicionalistas.

Recientemente quedé asombrado cuando en un programa evangélico escuché a un médico cristiano hablar del virus en términos tan alarmantes, que un pastor decidió no volver a tener reuniones en el templo hasta que pase la pandemia. Nadie se atrevió a hacerle alguna pregunta al amable galeno y todos aceptaron la información como si de la Biblia se tratara.

Sin querer poner en duda la autoridad de un médico que cada día lucha en el frente de batalla contra el COVID19, debo advertir que mucha de la información brindada, era totalmente subjetiva, ya que una y otra vez invitaba a cualquier pastor a acompañarlo algún día al hospital, donde él mismo se comprometía a mostrarle la saturación de la capacidad de atención hospitalaria.

Sin embargo, la tasa de mortalidad del virus es totalmente inconsistente con las alarmantes noticias que escuchamos en todos lados, e inclusive, con la opinión de aquel honesto médico, ya que por dar algunos ejemplos, la Organización Mundial De La Salud, nos indica que en el año 2019 murieron unos 55 millones de personas, explicando lo siguiente:

"A nivel mundial, 7 de las 10 causas principales de defunción en 2019 fueron enfermedades no transmisibles."

"Las causas principales de defunción en el mundo, con arreglo al número total de vidas perdidas, se atribuyen a tres grandes cuestiones: las enfermedades cardiovasculares (cardiopatías isquémicas, accidentes cerebrovasculares), las enfermedades respiratorias (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infecciones de las vías respiratorias inferiores) y las afecciones neonatales, que engloban la asfixia y el traumatismo en el nacimiento, la septicemia e infecciones neonatales y las complicaciones del parto prematuro." (Fuente: OMS)

El promedio de muertes a nivel mundial ronda entre 55 y 60 millones de personas, teniendo en cuenta que las defunciones ocasionadas por el COVID19 no superaron en un año los 2.9 millones de personas, caemos en la cuenta que en términos globales, el virus no ameritaría el grado de alarma que se trata de transmitir.

¿Qué está pasando?

Lo que está ocurriendo a nivel global, es que existe un avance inusitado del "virus de la ignorancia", que afecta en este momento a una gran mayoría de personas. La ignorancia, inoculada irónicamente en los centros de ideologización llamados escuelas públicas, a penetrado nuestra cultura con tal fuerza, que hoy tenemos a nuestro presidente argentino, refiriéndose a las personas como "todos, todas y todes". Sin embargo, no es eso lo que me llama poderosamente la atención, sino el grado de abstracción de la realidad de la que muchos líderes religiosos hacen gala.

Acabamos de enterarnos de la primer muerte materna ocasionada por el famoso "aborto gratuito, legal y seguro" recientemente aprobado en Argentina.   (Fuente: 620 AM). Si bien se expuso muchas veces y de muchas maneras que ningún aborto era seguro, los médicos pro abortistas insistían que sí lo era. La realidad pudo más que el relato y la ignorancia de una joven de apenas 23 años de edad, adoctrinada en las aulas del sistema educativo argentino, la llevó a la muerte, tras militar a favor del aborto. ¿Es posible que los médicos se equivoquen en sus apreciaciones? Sí lo es. Pero ese no es un problema. El problema es que pensemos que la opinión de un médico es inobjetable, o que un doctorado en filosofía sea suficiente para aceptar las opiniones humanistas de un profesor. No está mal escucharlas, pero lo que está mal es que como líderes, no tengamos poder de reacción ante tales afirmaciones.

Creo firmemente que lo que está ocurriendo tiene su origen en una fuerte abstracción de la sociedad por parte de muchos líderes religiosos, que piensan que leer el diario es pérdida de tiempo o que el análisis político de nuestra realidad debe ser ajena a nuestro ministerio. Sin embargo, quiero aprovechar este artículo para que juntos examinemos algunos pasajes de la Biblia que nos indicarían que el análisis de la realidad, es parte esencial de nuestro ministerio.

El ejemplo de Cristo: Cristo conocía muy bien la realidad política y religiosa que lo rodeaba, esto se deja ver bien en varios pasajes de las escrituras, de los cuales citaré sólo dos, para que podamos apreciar que su mensaje y sus acciones, fueron entregados en consonancia con dicha realidad, lo que causó el impacto esperado. El primer ejemplo lo encontramos en Mateo 22:17-22; donde una declaración equivocada de Cristo hubiera sido suficiente para acusarlo frente a los romanos de haber cometido un delito de sedición, o frente a los judíos de ser un traidor. La expresión encontrada en el versículo 18 - "Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos..."- nos deja entrever que conocía perfectamente los alcances políticos que tendría una declaración inapropiada. Su magistral respuesta, se transformó en una "bomba de luz" en medio de la oscuridad: "... Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron" (v. 22). El siguiente caso lo encontramos en Lucas 13:31-35, donde vemos un claro ejemplo del poder político de la época, complotado contra Cristo, amenazándolo de muerte para que abandone lo que hacía. La respuesta de Cristo refiriéndose a Herodes como "zorra", que habría escandalizado a más de un pastor hoy día, deja entrever el poco respeto hacia la autoridad que ostentaba Herodes, en vista de sus decisiones políticas plagadas de traiciones, asesinatos, y manipulación política de la casta religiosa judía, basada en el cohecho político. Entonces vemos que Cristo les contesta: "He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra". Notemos que el Señor no dice nada en cuanto a predicar. ¿Por qué? Porque en vista de su "trabajo social" no habría sido una jugada política inteligente detenerlo, o aún asesinarlo. Herodes era tan perverso como inteligente. Cristo enfrentó la amenaza respondiendo: "Me iré, pero sólo después de terminar lo que vine a hacer".

El Ejemplo de Pablo: En el caso del Apóstol Pablo los ejemplos son más claros aún, ya que su conocimiento de la actualidad política del momento, y de las leyes y cultura, tanto judías como romanas, lo llevó a utilizarlos al servicio del avance del evangelio, de una manera tan magistral, que no alcanzo a entender cómo no es éste hecho, analizado en los seminarios. También citaré sólo dos ejemplos. El primero lo encontramos en los acontecimientos narrados en Hechos 22, donde Pablo aprovecha la situación política y cultural, para escapar de una muerte segura por lapidación. ¿Cómo lo hace? Primero les habla en lengua Hebrea, en un juicio romano, con el objetivo de llamar la atención de los presentes. Pablo sabe que esto es un desafío a los procesos romanos, por lo que los judíos deciden escucharlo ante semejante acción (v. 1,2). Pablo cuenta su testimonio hasta el versículo 21. En este punto las personas se convirtieron en una turba. Encolerizados por sus palabras, piden que le den muerte. Entonces el funcionario romano (el tribuno) ordena meterlo en la fortaleza para que lo azoten. Luego, en el momento que lo van a azotar, Pablo hace uso de su ciudadanía romana para "zafar" del asunto. Pero hay que entender la astucia de Pablo al callar su condición de ciudadano romano. Dejó que lo encarcelaran sin el debido proceso, para luego usar ese hecho para presionar a los funcionarios a que lo dejaran marchar en libertad. "Al saber que era ciudadano romano, también tuvo temor por haberle atado" (v.29) Pablo entonces, logra su libertad. El siguiente acontecimiento, lo encontramos en Hechos 23, cuando Pablo es juzgado en un tribunal judío. Entendiendo que no iba a tener oportunidad de hablar, nota que el juzgado está compuesto por saduceos y fariseos. Unos creían en la resurrección de los muertos y otros la negaban. Esta información resulta de vital importancia para Pablo y la usa magistralmente:

Hech 23:6-8 "Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga. Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió. Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas."

Una vez más Pablo obliga al tribuno a encerrarlo en la fortaleza.

Inoculándonos contra el virus de la ignorancia

Una de las cosas que más he notado, es que mientras en el mundo actual una gran batalla cultural está amenazando con arrastrarnos a una gran era de oscurantismo, en muchas iglesias se predica un evangelio que se encuentra muy lejos de la realidad que día a día vive nuestra gente. En los mismos términos y de la misma manera que se predicaba hace 40 años, cientos de pastores en el mundo, continúan enseñando sobre doctrina de la salvación, de satanás, de Dios, etc., sin conectar estas enseñanzas, con la realidad política y social que estamos viviendo. Enseñamos sobre la soberanía de Dios, pero no le enseñamos a los padres y jóvenes que Dios es el soberano de las matemáticas, y no su maestro de matemáticas. Enseñamos que la vida comienza en la concepción (Sal. 139:16) pero no conectamos dicha enseñanza con los argumentos jurídicos, filosóficos y científicos que corroboran la verdad de la Biblia.

En este punto, alguna persona podría argumentar que somos pastores, ni médicos, ni abogados. Sin embargo, déjame decirte, que un médico, un abogado o doctor de filosofía, no son personas más inteligentes que nosotros, sino personas que estudiaron una carrera distinta. En un mundo plagado de conocimiento al alcance de un clic de teléfono o computadora, se hace inexcusable que un pastor no se instruya en dichas áreas.

La Vacuna Contra La Ignorancia

La vacuna contra la ignorancia, se encuentra en el consejo que leemos en 1 Tesalonisenses 5:21. Es necesario examinarlo todo y retener lo bueno.

¿Quieres vacunarte contra la ignorancia? Compra una constitución completa de tu país (que incluya los tratados internacionales anexados a la misma) y estúdiala con detenimiento. Encontrarás que muchas leyes que tenemos, son simplemente inconstitucionales. Lee los diarios cada día, estudia los escritos de Marx o Hengel para entender el origen de la filosofía comunista o del estatismo. Entenderás que el comunismo es una filosofía que atenta contra los valores del cristianismo. Pero no te confundas: el capitalismo hace lo propio. Comprenderás por qué los miembros de tu iglesia tienen actitudes humanistas frente a tu predicación, y te darás cuenta que "la batalla cultural" ya se está dando dentro de nuestra iglesia y la estamos perdiendo. El uso del lenguaje en relación con lo que pensamos y la ingeniería social que se está tratando de implementar para confundir la realidad con la percepción, es algo de lo cual, la Biblia tiene mucho para decir. ¡Pero hay que estudiar! No podemos combatir lo que no conocemos, y si no conocemos lo que está pasando, no entenderemos nunca por qué nos hemos vuelto tan sumisos a las autoridades, aun cuando ellas tratan de limitar nuestra libertad de conciencia. La vacuna contra la ignorancia se encuentra en el estudio no sólo de la Biblia, sino del mundo que nos rodea.

Conclusión

Cada día se hace más evidente, que el virus de la ignorancia ha adquirido estatus de pandemia. Los valores humanistas y políticos se han metido en nuestras iglesias y teologías, sin que lo hayamos advertido. Durante años me pregunté por qué los gobiernos no nos persiguen, sin entender la manera en la que poco a poco, el cristianismo fue absorbido por el sistema hasta hacerse funcional al mismo. El pensamiento tribal divide a las iglesias y sociedad en facciones irreconciliables para el beneficio de quienes se encuentran en la cúspide del poder social y político. Pero claro, si no conoces lo que es el tribalismo, es muy probable que no entiendas de qué estoy hablando. Una prueba más de que hemos sido manipulados.

Te dejo un video de apenas 15 minutos que habla sobre el pensamiento tribal, para que puedas interiorizarte de este concepto y me despido no sin antes darte esperanza de que esto se puede revertir. Lo único que debes hacer es vacunarte.



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