La Teoría De La Disonancia Misionera
La disonancia se produce cuando un sonido nos resulta incómodo o molesto, debido a varios motivos, que podrían ser desde una desafinación en una orquesta, hasta el ruidoso motor de una motosierra a la hora de la siesta. Cuando hablo de "misionera" me refiero a la labor que la Biblia definiría como apostólica (literalmente uno que es enviado), y que hoy la diferenciamos del ministerio de los apóstoles, para que no haya confusión con éstos, llamándolos "misioneros", es decir uno que es enviado, no por Jesucristo, sino por el Espíritu Santo (Hech. 13:4), para realizar la obra de llevar el evangelio más allá de los límites geográficos naturales, que toda iglesia posee.
Para poder explicar el problema que estoy detectando en la obra misionera actual, he combinado ambas palabras, extrayendo la idea del psicólogo León Festinger que es quien propuso la teoría de la "Disonancia Cognitiva". Se me hace interesante y útil para el presente artículo, exponer brevemente de qué trata la teoría esbozada por este psicólogo, pero comprobada como real, a través de variados y profusos métodos científicos.
¿Qué es la disonancia cognitiva?
El psicólogo social León Festinger sugirió que los individuos tienen una fuerte necesidad de que sus creencias, actitudes y su conducta sean coherentes entre sí, evitando contradicciones entre estos elementos. Cuando existe inconsistencia entre éstas, el conflicto conduce a la falta de armonía de las ideas mantenidas por la persona, algo que en muchas ocasiones genera malestar.
En otras palabras, esta teoría podría definirse como la incomodidad, tensión o ansiedad que experimentan los individuos cuando sus creencias o actitudes entran en conflicto con lo que hacen. Los estudios demostraron que el auto-engaño reduce dicho malestar. La relación entre la disonancia cognitiva y la mentira es una de las cosas que más ha llamado la atención de los investigadores; ya que de manera natural, el ser humano busca aliviar lo antes posible cualquier cosa que considere dolorosa, dañina o incómoda. Es posible que debido a la disonancia cognitiva, poseamos una inclinación natural al auto-engaño. No por nada la Biblia se expresa en los siguientes términos:
1 Timoteo 4:16
"Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren"
Gálatas 6:7
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará"
Santiago 1:22
"Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos"
Estos datos que te estoy dando son muy importantes (así que si no les prestaste atención, reléelos) porque ahora trataré de abordar el tema del artículo, el cual está íntimamente ligado a lo ya expuesto.
Definición De Disonancia Misionera
Es la incomodidad que se produce en el pastor, cuando personas de su congregación insisten en cambiar alguna de las políticas que tradicionalmente la iglesia tiene, con respecto a la obra misionera.
La disonancia misionera no se produce por diferencias teológicas. No. Casi siempre no son cuestiones de fondo las que se plantean, sino de formas. Para explicarme mejor, ilustraré con algunos ejemplos:
La Ofrenda Misionera: Existen pastores que por alguna razón, que casi siempre es circunstancial, estiman que la iglesia todavía no está lista para comenzar a apoyar la obra misionera con una ofrenda mensual. Entonces, un hermano levanta su mano frente a toda la congregación y se produce un diálogo parecido al siguiente:
-Pastor, ¿Por qué no apoyamos misiones?
-Porque creo que en este momento, la iglesia no está lista para comprometerse con un proyecto así.
-Hace cinco años que me congrego, ¿cuándo cree que estaremos listos para asumir el compromiso?
-Cuando el Señor lo disponga, lo haremos.
-Pero Pastor... ¿No cree que si la Biblia lo enseña, eso significa que el Señor ya lo dispuso hace 2000 años?
En ese momento la "disonancia misionera" aflora, el pastor puede observar algunos hermanos asintiendo con su cabeza a las afirmaciones del "rebelde" que no se conforma con sus ambiguas explicaciones.
-Hermano, entiendo su preocupación, pero como yo soy el pastor, debo decirle que no comenzaremos a apoyar misiones, hasta tanto el Señor me muestre a mí, lo que debemos hacer.
Fin del intercambio. En ese momento, los resultados de la disonancia misionera comienzan a gestarse. De pronto 5 familias comienzan a apartar su ofrenda misionera y a buscar un misionero a quien apoyar.
Las razones que "disparan" la disonancia misionera son varias: Qué misionero apoyar y cual no; cuánto dinero de la ofrenda misionera hay que enviar a cada misionero; si hay que mantener o no un fondo de emergencia para misioneros o enviar la totalidad de lo que entra; etc.
Sin embargo, la razón por la cual la incomodidad aflora en el pastor, a punto incluso de tratar con descortesía y autoritarismo a la congregación, generalmente está relacionada con que en el fondo, las razones dadas a la congregación, no cuadran con lo que la Biblia enseña o con la verdad. Algunos pastores no apoyan misiones, porque creen que antes de que la gente comience a apoyar a los misioneros, la iglesia debe aprender a apoyar a su pastor. El problema no radica en saber si esta posición es bíblica o no, sino en que la explicación no ha sido honesta. Debido a que en el fondo el pastor teme que si lo explica crudamente, la gente lo acuse de materialista; entonces expone una explicación que suena espiritual, pero sin apoyo bíblico. El resultado de eso es que los miembros dudan de la honestidad de dicha explicación porque algo "les suena mal" (disonancia), y el pastor experimenta la disonancia cognitiva que busca aliviar lo antes posible engañándose a sí mismo. ¿Cómo lo hace? Creyendo que imponiendo su criterio por el mero hecho de ser pastor, la gente lo identificará como el líder a quien seguir (Ver artículo "Jugando A Soy El Pastor").
Razones Que La Causan
Las razones son espirituales, y están relacionadas con la falsa idea de que existen decisiones que debe tomar el pastor, que no necesitan justificativo bíblico. El cese de la búsqueda de la voluntad de Dios en las decisiones pastorales, ha llevado a la conclusión de que existen algunas de índole práctico que el pastor debe tomar, que están relacionadas más con la vida moderna que con la teología bíblica. Esto es un grave error, porque implica que el pastor perdió la razón de su llamado. Dios no lo llamó para elegir el color con que deben pintarse las paredes del templo, ni para decidir cuándo debe comenzar a practicarse algo que Dios ordena. Todas las decisiones pastorales que hacen a dicha función deben tener apoyo bíblico pues todas deben ser espirituales. Si usted es pastor y posee un arquitecto o diseñador de interiores en su congregación, mejor deje que el color de las paredes lo elijan ellos.
Otra de las razones espirituales que hacen que resurja la disonancia misionera, es la idea de que el Espíritu Santo no puede guiar a la iglesia en asuntos tales como la administración de las ofrendas misioneras. Por alguna razón, algunos pastores creen que Dios sólo habla a través de ellos. Aunque nieguen esta doctrina, lo cierto es que la practican, pues terminan imponiendo su criterio ante toda la congregación, blandiendo al aire su acta de ordenación, en vez de la Biblia. El resultado es que terminan practicando aquello que la Biblia señala como algo malo:
Romanos 10:3
"Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;"
Resultados Indeseados De La Disonancia Misionera
Si te enumerara la cantidad de misioneros que son mejor apoyados por familias que por las iglesias, te asombrarías tanto como yo, y entenderías por qué, ya existen misioneros que tienen la política de adoptar familias que los apoyen, antes que iglesias.
Resulta que cuando una familia se comunica con un misionero para apoyarlo como familia (cosa que ocurre más seguido de lo que te imaginas), y el misionero le insiste que él debe llevar su ofrenda misionera a su iglesia, la persona siempre contesta con un: - "Sí pastor, la ofrenda que le enviaremos es aparte de la que damos en la iglesia". ¡Y no están mintiendo! Es que los hermanos se congregan en una iglesia que: o no apoyan a ningún misionero, o apoyan con una ofrenda mensual tan magra, que ni siquiera cubre las necesidades de un día, en la vida del misionero.
He notado que muchos pastores ignoran esta realidad o prefieren hacer "la vista gorda" ante el hecho de que un dinero, que bien podría ser enviado a los misioneros por medio de la iglesia, (lo cual sería de bendición para todos), está siendo dado de manera particular, al margen de la política misionera de la iglesia. A esta altura, cada pastor debería hacerse la siguiente pregunta:
¿Qué prefieres, comodidad en la mentira, o discordia en la verdad?
Mentirnos a nosotros mismos para salir de la incomodidad que provoca la disonancia misionera, es algo peligrosamente natural. Es que enfrentar al pastor para que el apoyo que se envía a los misioneros sea más justo, o que el pastor parezca ceder ante las presiones de algunos miembros de la iglesia, resulta más intolerante que enfrentar la realidad de que hay algo malo que debe ser definido y sanjado:
Salmo 133:1
"¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!"
Filipenses 3:16
"Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa"
Conclusión
Algo malo está pasando cuando una familia, puede enviar una mejor ofrenda misionera que toda una iglesia. Algo malo está pasando con el liderazgo cuando el tratar de enviar cada mes, una mejor ofrenda a los misioneros, es algo que ha sido relegado a un cuarto plano en las prioridades de la obra, ¡y eso en el mejor de los casos!
Si tu gente anhela enviar una ofrenda misionera mensual a un misionero... ¿No debería ese hecho alegrarte, al ver que los hermanos están madurando y queriendo comprometerse con la Gran Comisión? ¿Qué es lo que hace que una sola familia pueda apoyar a un misionero mejor que lo que podría hacerlo toda una congregación?
Y lo más importante: ¿Por qué nos paraliza el tener que enfrentar esta realidad? ¿No será que la teoría de la disonancia misionera es algo más que eso?
Mientras tanto déjame decirte algo: Si la iglesia no prioriza el apoyo misionero para que los siervos de Dios que estamos en el "frente de batalla" estemos mejor equipados cada día, para enfrentar los avatares del ministerio, "Respiro y liberación vendrán de alguna parte para los misioneros".
Quien sabe: Tal vez, las familias que apoyan de manera individual, sean el "respiro" enviado por Dios para suplir el descuido de las iglesias. No por nada, son más las iglesias que a falta de un pastor están cerrando sus servicios y vendiendo sus templos, que las que estamos estableciendo.
Sea como fuere, si no enfrentamos esta realidad, para identificar el problema y corregirlo, habremos optado por vivir en la comodidad... de la mentira.