Lágrimas Esperanzadoras De Personajes Sin Rostro

23.06.2022

 El pastor llegó para animar al hermano enfermo.

- Hola Pastor, gracias por venir...

-Que tal hermano, ¿cómo se siente hoy?

-Sigo vivo ¿no?, pero con muchos problemas debido al tratamiento.

-Bueno, hermano, oremos juntos para pedirle ayuda a nuestro buen Dios.

-Me va a disculpar, pastor, pero yo creo que Dios ya se olvidó de mí hace mucho tiempo.

-¡No diga eso hermano! Dios nunca nos abandona.

-Lo que pasa, es que el médico me recetó un medicamento que me ayudaría a alivianar estos dolores y malestares constantes, pero dicho medicamento no se consigue en ningún lado.

-Hermano, estoy seguro que si oramos, el Señor nos ayudará a conseguirlos

-¡Ojalá pudiera creer eso! Pero estos malestares constantes, me han hecho menguar la fe, pastor... ¡Por favor disculpe mi sinceridad!

-No se preocupe hermano, ¿Me permite un momento?

El pastor se apartó y caminó hacia el patio de la casa y llamó a su esposa desde su teléfono.

-Hola, ¿Mary?

-¡Hola! ¿Pasó algo?

-Sí Mary. Mira que el hermano aquí dice que Dios le abandonó porque no consigue este medicamento... ¿Podrás mirar si entre los medicamentos que traje donados de México, habrá algo así o que contenga esa droga?

-Ok. Te llamo en cuanto encuentre algo.

El pastor volvió a entrar a hablar con el hermano y tratar de animarlo en su padecimiento.

-Mire hermano, entiendo sus sentimientos, pero le animo a que siga confiando en el Señor, pues la Biblia enseña que Él es nuestro ayudador, en los momentos de prueba. Vamos a orar juntos para pedirle ayuda a nuestro buen Dios.

Tras la oración el teléfono del pastor comienza a sonar -es Mary que llama insistentemente desde la oficina donde guardan los medicamentos-:

-Hola Mary, ¿encontraste algo?

-¿Qué si encontré algo?, ¡Encontré suficiente como para completar todo el tratamiento!

-Está bien Mary, gracias por la noticia, ahora se la voy a dar al hermano.

El pastor se dirige al hermano con un rostro iluminado por la emoción.

-¡Hermano, no sabe lo que Dios acaba de hacer! Tenemos en la iglesia ese medicamento que me nombró. ¡Pero tenemos suficiente para todo su tratamiento!

El hombre se cubre el rostro e inclina la cabeza. Luego, alzando sus manos al cielo pide perdón y rompe en llanto silencioso. El bondadoso pastor se acerca respetuosamente y posa su mano en su hombro.

-Hermano, mañana le mando los medicamentos y se va con ellos rápidamente al doctor, para que le indique cómo debe tomarlos.

El enfermo asiente con la cabeza mientras se seca las lágrimas, y al día siguiente acude al médico.

Entrando en el humilde consultorio, estrecha la mano del galeno y agrega:

-¡Mire doctor, mire los medicamentos que me donaron!

El doctor mira asombrado y agrega:

-Pues el que te los donó te debe amar mucho, porque esos medicamentos son muy caros.

-Sí -pensó aquel paciente cristiano cuya perspectiva de Dios había cambiado radicalmente... -Sí doctor... ¡Dios me ama más de lo que merezco!

Este relato ficticio, está basado en hechos reales y testimonios similares relatados por los hermanos de la iglesia en Cuba. Una iglesia cuyo pastor, en cooperación con "CONEXIONES, ministerio internacional", logró canalizar donaciones de medicamentos de todo el mundo, con el propósito de ser distribuidos en la ciudad de Madruga, de manera totalmente gratuita, pero muy controlada, debido a la escasez que aquel país caribeño está experimentando.

"Cuba al encuentro con Dios", es uno de los un ministerio dentro de CONEXIONES. Nació con el propósito de ayudar a comenzar nuevas iglesias en Cuba, y apoyar a los pastores que trabajan en la isla predicando el evangelio. Personalmente, pensaba que estaría enfocado en la donación de materiales como lecciones, Biblias, etc., y viajes frecuentes a la isla para apoyar personalmente el ministerio; pero el Señor nos mostró que sus propósitos y la manera en que dirige su viña, no siempre es como nosotros pensamos porque...


Dios No Estandarizó Sus Métodos Evangelísticos

Debido a las tristes circunstancias por la que atraviesa Cuba, la donación de medicamentos para ser distribuidos de manera gratuita entre la población, ha sido el método utilizado por Dios para que la gente en aquellos lugares, sepa que Dios no los ha abandonado. Tal como hiciera Jesucristo al repartir los panes y los peces; hoy, en la ciudad mexicana de Villa de Álvarez, Colima, podemos apreciar el milagro de la "multiplicación de medicamentos" a través de los cuales podemos decir al pueblo cubano: ¡Miren como nuestro buen Dios les ama!; a los creyentes en la isla: "¡Animo, aquí estamos, orando por ustedes y respaldándolos lo mejor que podemos mientras predican el evangelio!

Uno de los problemas más grandes con los que nos enfrentamos aquellos que hemos sido llamados por Dios a predicar el evangelio en Cuba es la continuidad de nuestro apoyo misionero particular. Esto se debe a que la idea de "plantadores de iglesias" que salió de EE.UU. ha prendido en una gran cantidad de iglesias latinoamericanas y establecido un estándar de trabajo que las Escrituras no respaldan, pero nuestras tradiciones sí.


Examinando El Obrar De Dios En La Biblia

Cuando examinamos las Escrituras vemos que Dios nunca obra de manera igual para que su plan de expandir el Evangelio se concrete. Citaré algunos ejemplos, los cuales espero te sirvan de disparador para que tú mismo encuentres los cientos que se encuentran en la Biblia.

Dios llama a las personas de diferentes maneras:

  • Con Moisés, usó una zarza ardiendo.

  • Con David, usó al profeta Samuel.

  • Con los discípulos, Cristo los eligió tras orar toda la noche.

  • A Pablo el Señor se le presentó en el camino a Damasco, luego de resucitado y ascendido a los cielos.

Dios llama para ministerios diferentes

  • A Moisés lo llamó para que lidere la liberación del pueblo de Israel.

  • A David para que reine en lugar de Saúl.

  • A los discípulos para que sean testigos de la resurrección de Cristo entre el pueblo judío.

  • A Pablo para que sea testigo de la resurrección de Cristo entre los gentiles.

Dios obra de maneras diferentes para propagar el Evangelio

  • Usó a Pedro para abrir la puerta del evangelio tanto a judíos como a gentiles.

  • Usó al Apóstol Juan para escribir parte de la Biblia.

  • Usó a Pablo para establecer iglesias en diferentes lugares del mundo.

  • Usó a Priscila y Aquila para cuidar al Apóstol Pablo y establecer una iglesia en su casa (Ro. 16:3-5).

  • Usó a Felipe para predicarle el evangelio al eunuco y bautizarlo.

Se hace necesario entender, dada las actuales circunstancias por las que atraviesan los cristianos en los países más cerrados del mundo a la radicación de extranjeros, que no es posible cumplir la gran comisión utilizando un sistema de trabajo estandarizado. ¿Es necesario que las iglesias cuenten con edificio propio? ¿Debemos comenzar iglesias o hacer discípulos? ¿Es obligatorio que un misionero salga de su propio país para serlo o no? ¿puede un misionero recibir apoyo económico de individuos o debe hacerlo sólo de iglesias? etc. Todas estas preguntas ya tienen sus respuestas estandarizadas, enseñadas en los seminarios y aplaudidas o criticadas, dependiendo de cada quien. Sin embargo, la realidad debe imponerse a la teoría, la flexibilidad a la rigidez y el mandato de predicar el evangelio a toda criatura debe primar por encima de las circunstancias, políticas denominacionales o gustos personales. Bregar para poseer un templo es más ventajoso en algunas regiones que en otras, porque en todos lados no se aplican las mismas políticas económicas; quebrar las leyes de los hombres puede ser de mal testimonio o de una valentía cristiana digna de imitar, dependiendo del contexto cultural donde te encuentres y de las circunstancias que te rodeen. ¿Es el apóstol Pablo un mal testimonio escribiéndonos desde la cárcel o un paladín a imitar? Y sin embargo, sin duda, Dios estuvo todo el tiempo detrás de dichas circunstancias (Hech. 9:16).

La Construcción De La Confianza

Es un hecho que existieron, existen y seguirán habiendo muchos misioneros y pastores fraudulentos, que han hecho mercadería de la gente, estafando tanto a las iglesias como a sí mismos (pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará), lo que ha creado una enorme desconfianza a la hora de elegir a quienes apoyar. Personalmente he notado que los más estafadores, suelen ser los más carismáticos, mientras que hombres menos "simpáticos" pero muy fieles han sido relegados en el apoyo, a pesar de sus frutos y fidelidad. Ésta entonces, podría ser una de las razones por las cuales se "filtran" las ayudas mediante la exigencia de apoyar a quienes poseen nuestras mismas prácticas, igualándolas en importancia con la doctrina. ¿Pero existe un ejemplo bíblico que nos permita entender a quienes apoyar y a quienes no?

Personalmente me gusta dar el ejemplo encontrado en Hechos 13:3

"Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron."

El énfasis lo coloco en la palabra "despidieron", que en griego puede traducirse de las siguientes maneras: "liberar completamente", "aliviar, soltar, dimitir, divorciarse, poner en libertad, retirar, soltar, enviar, dejar libre, despedir" (diccionario de palabras Strong). Como la palabra "enviar" es utilizada bajo otra palabra griega dentro del mismo contexto (ver Hech. 13:4) ,donde claramente el agente enviador no es la iglesia sino el mismo Espíritu Santo, los traductores eligieron la palabra despedir. Sin embargo, no debemos pasar por alto el significado profundo de la palabra griega que es que les dieron completa libertad, los "divorciaron" de sus ataduras como miembros de la iglesia a las que quedaban conectados espiritualmente, pero no formalmente. En la práctica ellos funcionaron con total autarquía, sujetos únicamente al Espíritu Santo y a Cristo. Este tema lo desarrollo con un poco más de profundidad en el artículo titulado "¡Controlen A Ese Misionero!"

Para muchos líderes, la idea de que un misionero sea completamente autárquico, les suena muy "antibíblica", y sin embargo no lo es. La relación entre el misionero y la iglesia que lo encomienda o iglesia madre, no debería ser políticamente correcta, sino espiritualmente aceptable. Es importante mantener los lazos espirituales en la medida que se puedan mantener, pero estos deben estar basados en la confianza y amor fraternal, antes que en las obligaciones formales.

La confianza se construye a través de los años, y cuando encuentras un misionero confiable que lleva fruto para tu iglesia, entonces, no querrás dejar de apoyarlo, pues dicha inversión espiritual ha de traer bendición a los hermanos.

El apóstol Pablo enseña que el apoyo misionero es vital, ¡Pero no para el misionero sino para la iglesia!

Filipenses 4:11-17 "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta."

La iglesia necesita apoyar a los misioneros porque éstos proveen frutos para sus cuentas frente a Dios y al participar de esa manera del "dar y recibir", participan de la Gran Comisión. Pero el misionero no depende de aquel apoyo, porque "todo lo puede en Cristo que lo fortalece". Con diferentes palabras, lo mismo le dijo Mardoqueo a Ester (Ester 4:14).


Conclusión

Los años me enseñaron que cuando el apoyo no viene de donde lo esperamos, "respiro y liberación" llegan de alguna otra parte.

Mi esposa, el pastor Juan y su servidor, nos embarcamos en un viaje de fe que no hubiera sido posible sin el apoyo de iglesias y hermanos de todo el mundo, principalmente de Argentina, México y Estados Unidos.

Se nos aguaron los ojos al mirar retrospectivamente -aproximadamente unos 35 días atrás- cuando sin tener un centavo advertimos que debíamos hacer el viaje. ¡Justo ahora! La emoción nos embargó al ver al Señor obrar cada día, enviándonos dinero y medicina por medio de personas que no conocíamos, ¡inclusive incrédulos que decidieron participar al enterarse del proyecto! Jamás olvidaré la mirada, mezcla de desconcierto e incredulidad propinada por el Pastor Juan cuando le pregunté:

- "Realmente, ¿crees que estamos haciendo una diferencia?"

- ¿En serio me preguntas eso? No sólo hemos estado salvando vidas y ayudando tanto a incrédulos como a creyentes. No son pocos los que nos miran con envidia al ver lo que estamos logrando. ¡Realmente estamos comenzando a hacer una gran diferencia en la isla!

Ayer mi hermano partió de Colima a su amada patria con un precioso cargamento de 35 kilos de medicina, 10 kilos de materiales para campamentos de niños y jóvenes y 5 kilos en artículos personales para su familia. Le cubrimos todos los viáticos y se vuelve con una generosa ofrenda en efectivo. Todo fruto del obrar de Dios en los corazones de aquellos que participaron. Estoy seguro de que si fuiste parte de este proyecto, ya sea orando o dando, te emocionarás con nosotros al saber que dichas medicinas, se han convertido en un mensaje de amor de Dios, para todo aquel cubano que piensa que ha sido abandonado por su Creador.

Sé que no conoces sus rostros, pero ten en cuenta que ellos no conocen el tuyo, más si sigues orando y dando para que el evangelio siga avanzando en la isla, quizás tus lágrimas de emoción se conviertan en lágrimas esperanzadoras de personajes sin rostro, pero que Dios conoce muy bien. Tal vez, físicamente nunca estuviste en Cuba, pero podrás decir junto a nosotros: espiritualmente hablando: "Estoy En Cuba".

Que nadie te convenza de que eso no es ser misionero o que nada tiene que ver con la gran Comisión.

1 Corintios 3:6-8 "Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor"


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