De Eso No Se Habla

20.05.2020

Cuando el silencio se torna peligroso ...

Durante muchos años fui enseñado que la política y la religión son dos cosas que no deben mezclarse. Fueron tantas las veces que mis colegas en el ministerio insistieron que un cristiano no debería meterse en política (y mucho menos un pastor), que poco a poco me fui autocensurando, hasta tomar la decisión de no publicar nada sobre el tema.

Sin embargo, tras meditar durante mucho tiempo, me parece que ya es hora de emitir mi opinión al respecto; no porque quiera polemizar, sino porque creo que compartir una opinión diferente, ayuda al crecimiento personal de cualquiera, inclusive de quienes difieren.

Esta opinión de que los pastores no deberíamos emitir opiniones políticas, ha hecho que en algunos países democráticos los líderes religiosos vieran con agrado la aprobación de leyes que les impiden emitir opiniones políticas desde su púlpito.

"Para que la rana no brinque de la olla hay que cocinarla a fuego lento", y creo que tantos años de aceptar determinados convencionalismos, nos han anestesiado y llevado a digerir cosas inaceptables en un país democrático, como la reglamentación de la censura previa.

Particularmente creo que una materia que hable de ciencias políticas debería ser parte del currículo de cualquier seminario, ya que sin darnos cuenta, muchas iglesias han sido permeadas por pensamientos comunistas, contrarios a la Palabra de Dios. Yo mismo he tenido la oportunidad de apreciar la existencia de pastores con pensamientos y predicación claramente socialistas. ¿La razón? es el tremendo desconocimiento de las raíces, razones, medios y metas de dicha ideología.

¿A qué pastor le gusta ser tratado de ignorante? ¡A ninguno, por supuesto! por lo que a esta altura del artículo, si algún pastor tiene inclinaciones socialistas, seguramente dejará de leer, aportando con dicha actitud, un ejemplo práctico de por qué estamos como estamos.

La Izquierda En La Iglesia  ¡¿Cómo lo hicieron?!

Si usted es pastor y le horroriza leer que un colega abiertamente declare que el comunismo y el socialismo son pensamientos anticristianos, entonces debería prestar más atención a la política en general, y estudiar detalladamente en qué consiste esta nefasta ideología que busca coartar las libertades individuales para entronizar al estado, desplazando a Dios de la vida pública y privada de la gente, mediante un régimen dictatorial.

Las señales que estamos viviendo son muy claras. El Foro de San Pablo, fue inaugurado en 1990 y a partir de aquel momento, los partidos de izquierda de toda Latinoamérica plantearon una estrategia para llegar al poder y coartar las democracias. Su efectividad logró que la gran mayoría de los países de izquierda votaran por el socialismo. ¿Cuáles fueron algunas de sus estrategias?

1. Penetrar y tomar los sistemas educativos, comenzando por los sindicatos y siguiendo por los maestros.

2. Influenciar ideológicamente a las iglesias evangélicas y católicas.

3. Atacar y desmembrar a la familia cristiana (patriarcado) que es el lugar donde se forjan las ideas, costumbres y creencias de los jóvenes.

4. Utilizar a los grupos minoritarios como elementos sociales movilizadores para desestabilizar y crear incertidumbre.

Hoy, el pensamiento de izquierda representa el nuevo statu quo en todo el continente Americano. Dominan los medios de comunicación, las universidades e instituciones gubernamentales; persiguiendo u hostigando el pensamiento disidente, creando leyes cada vez más opresoras y contrarias a la libertad de expresión, preparando de este modo, el camino a la persecución religiosa.

En Argentina, por ejemplo, la ley 26.743, llamada "Ley De Identidad De Género", obliga a las personas en general a tratar a los travestis, -por ejemplo-, de la manera que se autoperciben, haciendo que la población, participe en este tipo de fantasías contrarias a la verdad y coartando de ese modo, la libertad de las mayorías, sobre las minorías. Dicha ley posee un articulado tan ambiguo, que no tardarán mucho en utilizarla contra los pastores que prediquen en contra de la homosexualidad, tal como ya está ocurriendo en los países donde la ideología de género logró la mayoría legislativa, y permeó la opinión pública lo suficiente, como para normalizarla. Canadá es el ejemplo emblemático en el continente americano.

Pero ¿cómo lograron en Argentina aprobar dicha ley?, lo hicieron con el voto de muchos pastores que se declararon a favor del Kirchnerismo. Aunque no lo crea, permearon de manera tan sutil el pensamiento cristiano, con la idea de que la política y la religión no se mezclan, que creyeron que votar a un partido que promueve leyes contrarias a la Palabra de Dios era factible, pues nada tenía que ver, una cosa con la otra.

Enviar a nuestros hijos a una escuela pública o privada, cuyos maestros ostentan un pensamiento humanista de izquierda, ha traído como consecuencia la deserción mayoritaria de jóvenes en nuestras iglesias, y un baño de socialismo sobre nuestras doctrinas, que posibilitó el apoyo cristiano. ¿Por qué?, pues porque los pocos jóvenes que se quedaron en la iglesia, poco a poco, desarrollaron y compartieron los pensamientos socialistas insertados por el sistema.

Pero votar a un partido político que ostenta una ideología abiertamente contraria a la Palabra de Dios, no es gratis. Es un error pensar que Dios no prestará atención a tu voto.

Los ejemplos bíblicos son contrarios al pensamiento de que la política y la religión van por carriles separados. Aunque "para muestra basta un botón", utilizaré más de uno, para probar mi punto:

- El primer caso que citaré es la enorme cantidad de personas que fueron siervos de Dios y políticos al mismo tiempo, por ejemplo: El profeta Daniel en Babilonia, José en Egipto, David y Salomón en Israel, Nabucodonosor es llamado "mi siervo" por Dios mismo, en tres oportunidades (Jer. 25:9; 27:6, 43:10), etc.

- El segundo caso, es la cantidad de predicadores que sin ser políticos, emitieron opiniones políticas y declamaron mensajes contrarios a la política reinante: Elías ante Acab, Samuel ante Saúl, Jeremías ante Sedequías, Natán ante David, Juan el Bautista ante Herodes, Pablo ante varios políticos, etc.

- El tercer caso prueba que nuestras intervenciones políticas son observadas por Dios, y sí son aprobadas o condenadas por parte de nuestro Creador. Es el ejemplo de Ester, cuando Mardoqueo le pidió que utilice sus influencias políticas para salvar al pueblo de Israel de una persecución antisemita. Escuchemos las palabras de Mardoqueo:

... si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?" - Ester 4:14

En aquella época la democracia no existía, así que los destinos de la nación quedaban en manos de las personas -políticos y civiles- con más influencia sobre el rey. Ester era uno de dichos casos. Ella dudaba, porque su intervención podría costarle la vida, por lo que Mardoqueo pronuncia las citadas palabras, para hacerle entender que si Dios le había dado cierta capacidad de influir personalmente, para que el gobierno cambiara su política antisemita y no lo hacía, quedaba advertida que Dios no pasaría por alto dicha actitud.

Ester no podría escudarse en frases como:

"A mí no me metan en problemas que soy cristina, no política. Y ambas cosas no se mezclan"

El tono amenazante de la respuesta dada por Mardoqueo debería resonar en nuestros oídos como una advertencia de lo que nos podría pasar si en un país democrático, donde cada cristiano tiene la posibilidad de influir con su voto e ideas en las decisiones políticas de su país, decide apoyar a líderes capaces de convertir en ley una ideología que atenta contra las verdades de la Palabra de Dios, o prefieren permanecer neutrales, escudados en la idea de que un pastor, no debería influenciar políticamente a su congregación.

"... si callas en este tiempo...

...tú y la casa de tu padre pereceréis."

Es mi opinión, que cada siervo de Dios debería exhibir una posición abiertamente contraria a cualquier idea política que ofenda a Dios y atente contra las claras enseñanzas de Su Palabra, aunque ello acarree la crítica, la persecución o la cárcel.

Si tú votas a favor de un partido o líder político que apoye las "políticas de género", el aborto, el morigeramiento de las leyes penales contra asesinos, corruptos o violadores, etc., entiende que tendrás que rendir cuentas ante Aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Es una burda mentira y un autoengaño ajeno a las verdades de la Palabra de Dios, pensar que dicho voto no será tenido en cuenta por aquel que no deja caer un cabello de nuestra cabeza sin advertirlo previamente - Mat. 10:29,30.

Ante la afirmación anterior, la neutralidad política debe dejar de ser una opción para los pastores. La idea de que la política y la religión no se mezclan, debe ser abandonada por todo aquel que se precie de ser un pregonero capaz de predicar: "Volveos de vuestros malos caminos"

Al fin y al cabo, ni la neutralidad, ni la corrección política, es lo que llevó a Juan el Bautista al martirio, ni a Cristo a la Cruz.


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