Los Peligros De Naturalizar Las Perversiones
Actualmente, la cada vez más pervertida sociedad en la que nos encontramos, explica la palabra "perversión" de la siguiente manera: "Es un término que históricamente fue utilizado por la psiquiatría clínica clásica, por la psicopatología y por los pioneros de la sexología para designar un comportamiento o un conjunto de prácticas sexuales que no se ajustaban a lo socialmente establecido como sexualidad normal en la época" - Fuente: Wikipedia.
De esta forma, adaptan la definición a la ideología de género, que piensa que todas las inclinaciones y "gustos" sexuales, cualquiera que sean, obedecen a un "instinto natural", ajeno a lo "socialmente establecido como sexualidad normal de la época".
La verdad del asunto es que vivimos en una sociedad llamada históricamente "Cristiano–Occidental". Nuestras constituciones y normas de conducta no son dictadas por lo "socialmente establecido", sino por los parámetros morales que emanan de la Biblia, razón por la cual, por ejemplo, el preámbulo de la Constitución Nacional Argentina, apela a Dios como "única fuente de toda razón y justicia". Entonces, deberíamos acudir a la Biblia, para dejar establecido qué es perversión.
En el contexto bíblico, se denomina perversión, abominación, etc. a toda práctica reñida con las permitidas por Dios, que podrían llegar a contrariar la bendición dada al ser humano, cuando Dios dijo: "Creced, multiplicaos y llenad la tierra". En otras palabras, todo lo que atente contra la propagación de la vida humana es perversión, tal como lo declara Levítico 18, donde destaca algunas de estas perversiones:
Tener sexo con animales (bestialismo)
Tener sexo entre hombres (homosexualidad)
Tener sexo con parientes cercanos o directos (incesto)
La Biblia enseña que Dios creó al hombre recto, pero que ellos buscaron muchas perversiones (Ecle. 7:29). Lo que nos indica que el listado de perversiones también se extiende al abuso de menores de edad, cadáveres, lesbianismo y cualquier otra forma de placer sexual que violente la integridad de las personas, socave su dignidad humana o promueva la procreación como algo malo (feminismo).
En este marco, debemos notar que todo partido político que promueva la ideología de género, sobre la cual descansan muchas de estas perversiones sexuales, incluida el abuso de menores, se ha convertido en un partido perverso. Es deseable que como cristianos, estemos atentos a lo que promueven aquellos líderes políticos que aplaudimos, no sea que nos encontremos aplaudiendo a aquellos que un día nos perseguirán.
En Argentina existe un dato notorio, que como país que se enorgullece de estar a la vanguardia del progresismo, extrañamente, trata de ocultar: la inseguridad, suicidios en los grupos LGTB+, violaciones, asesinatos a mujeres y abusos de niños cada vez más degradantes, todo va en aumento. Tratan de ocultarlo, porque lo único que les interesa, es aumentar las partidas presupuestarias para financiar una ideología reñida con la biología científica y la vida, pero que derrama ingentes cantidades de dinero en sus arcas. Como no les interesa proteger a las víctimas de esta perversa manera de ver el mundo, declaran como normal, prácticas que ellos saben, están reñidas con el principio bíblico de protección a la vida humana. El resultado lo tenemos a la vista: el caso Lucio, como eje paradigmático de una ideología que se empeña en proclamar mentirosamente, que las mujeres no mienten, ni abusan, ni asesinan, ni violan...
... y el reciente abuso de niños de 4 y 5 años por parte de tres maestras, en complicidad con la directora de un Jardín de Infantes.
Necesitamos entender que si no volvemos a reivindicar los valores de la Biblia como eje central de las relaciones humanas dentro de nuestra sociedad, nos condenaremos al fracaso. La debilidad moral, cultural y económica de la patria, nos expondrá a los caprichos de cualquiera que desee venir a explotar nuestros recursos naturales.
Hemos crecido y nos hemos fortalecido como país, hasta que fuimos seducidos por una ideología que llama "democratización" al socavamiento de las instituciones de la República; "justicia social" al trato desigual frente a la ley; "progresismo" a la justificación sin penalización proporcional de los delincuentes; "discriminación" a la condena de toda actividad sexualmente perversa; "derecho a interrumpir el embarazo" al asesinato de un niño, agravado por el vínculo; "matrimonio igualitario" al vínculo entre dos personas del mismo sexo que nunca podrán procrear; etc.
Nuestro país está muriendo (ver: "Las Ideologías De Género Logran Debilitar a Argentina") porque se empeña en alejarse del Dios de la Biblia, y porque todavía existe una enorme mayoría silenciosa, que se niega a levantar su voz contra estos perversos que nos gobiernan. Sepan, cada uno de ellos, que el silencio o la neutralidad, les harán cómplices del desastre y no podrán escapar, aunque lo procuren con lágrimas (Ester 4:14; Heb. 12:16-17).
La naturalización de las perversiones, no será gratis.