Recaudos Del Cristiano Frente A Milei
Crédito por la imagen: Federico Aristimundo
"Sin duda, como cristianos, Milei era mejor opción para apoyar, debido a que el anterior partido, se mostraba a favor de imponer por la fuerza de la ley, a costa de un significativo desgaste del erario público, todo tipo de políticas contrarias a los principios morales emanados de la Biblia -matrimonio igualitario, adoctrinamiento en aula sobre ideología de género, ley del aborto, ley de equidad de género en medios de comunicación, etc.- Al mismo tiempo, el actual presidente argentino, varias veces se pronunció a favor de volver a implementar las bases morales que sostuvieron nuestra patria desde sus comienzos, al citar a Dios, desde nuestra propia Constitución Nacional, como fuente de toda razón y justicia. Milei se pronunció en contra del aborto, de cualquier intento del estado por coartar nuestra manera de pensar y vivir, de la trampa de la "justicia social", etc., pronunciamientos que van en consonancia con nuestras creencias bíblicas. Sin embargo, el presente artículo, lo escribo con el firme propósito de advertir que no todas las políticas y manera de pensar del actual presidente, deberían ser apoyadas por aquellos que hemos sido llamados a ser ministros del Señor Jesucristo.
El Presidente se autoproclama "Liberal Libertario" que son dos palabras cuyo significado histórico político deberíamos estudiar y aprender, ya que no fueron pronunciadas al azar. Javier Milei es un hombre extremadamente inteligente y culto, no deberíamos subestimarlo en nada de lo que dice, porque además, existe en sus palabras una cuota de brutal honestidad.
Para entender cómo los liberales y los socialistas tienen un punto en común, baste leer el artículo, escrito por el reconocido historiador Felipe Pigna, titulado: Los "liberales" argentinos. Me atrevo, entonces, a citar un párrafo de aquel artículo, un tanto tendencioso, para hacerles notar mi punto:
"Unas décadas más tarde, quizás el teórico liberal más notable que dio nuestro país, Juan Bautista Alberdi, el autor del libro que sirvió de base para la redacción de nuestra Constitución Nacional, analizando los gobiernos liberales de Mitre, Sarmiento y Avellaneda, escribía: «Los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto ni conocen. Ser libre, para ellos, no consiste en gobernarse a sí mismos sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo. El liberalismo como hábito de respetar el disentimiento de los otros es algo que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente es enemigo; la disidencia de opinión es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte".
Noten las palabras en "negritas" que me tomé la libertad de señalar, y notarán que para uno de nuestros próceres, cuyos pensamientos más influyeron en la redacción de nuestra constitución, según él, los liberales argentinos han deseado el poder de manera similar al socialismo: monopolizar el poder y el trato del disidente como enemigo. Pero esto no es lo único. El credo comunista reza que el hombre no es verdaderamente libre, debido a la sociedad que lo rodea, que no le deja expresar sus más bajos instintos (recordemos que casi todos los teóricos socialistas fueron desviados sexuales en muchos sentidos), lo que los lleva a un punto en común con Milei, pero que no debería ser el nuestro: "El respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo".
Calculo que te estarás preguntando cómo es posible que como cristianos, que predicamos el derecho y la libertad dada por Dios al hombre, de que éste pueda creer en lo que quiera (doctrina de la libertad del alma o libre albedrío) nos pronunciemos en contra de semejante frase ¿Debemos respetar de manera irrestricta el proyecto de vida del prójimo? La respuesta es "no". Como creyentes podemos tolerar el proyecto de vida de cualquier persona, pero nunca de manera irrestricta, pues la Biblia nos señala los límites, dentro de los cuales, debemos vivir. La verdadera libertad no está bíblicamente representada por la falta de restricciones, sino, todo lo contrario: "Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos" reza el salmo 119:45. Una libertad sin límites se llama libertinaje o liberalismo puro. El libertinaje conduce paradójicamente a la esclavitud (Juan 8:34), pero la verdadera libertad, no la encuentras en ninguna doctrina política, sino solo en la persona de Jesucristo (Juan 8:36).
Nuestro presidente, ya lo dijo en reiteradas oportunidades, no tiene ningún problema de que alguien decida acostarse con un animal. Su problema es que el estado regule dichas prácticas. Sin embargo, nosotros debemos predicar en contra de ese tipo de pecado, incluso, como ciudadanos que viven dentro de una comunidad eminentemente cristiana, deberíamos prohibirlo por ley, debido a que muchas de las desviaciones sexuales del ser humano, producen a la larga a un deterioro en la tasa de natalidad de la sociedad, diezmada por la propagación de todo tipo de enfermedades venéreas y a la multiplicación de prácticas sexuales que atentan contra la proliferación de la vida humana.
El hecho de que Milei se esté acercando al Judaísmo, denota en él una saludable búsqueda espiritual que el mismo Señor Jesucristo aconseja (Mateo 7:7), pero dicha búsqueda no debería hacernos bajar la guardia, porque se hace evidente que él, no conoce a nuestro Señor y, por lo tanto, mal haríamos nosotros en convertirlo en un referente, cuando nuestro único referente, debería ser el Dios de la Biblia.