Refutando Argumentos Contra El Diezmo III

03.07.2020

¿Está el diezmo ligado a la tierra que Israel recibió bajo el antiguo pacto?

Recuerda que estás leyendo el tercer artículo de una serie de refutaciones sobre el diezmo. Quiero advertirte que el diezmo es uno de los temas más controversiales del actual mundo cristiano, por lo que el estudio del mismo requiere de paciencia, pues muchas de las conclusiones a las que arribamos, necesitan del estudio del contexto histórico, cultural y teológico en el que aparece esta enseñanza bíblica. El contexto histórico y cultural se limita a cada uno de los textos en que se muestra esta enseñanza, pero cuando hablamos del contexto teológico, es necesario examinarla dentro del marco que abarca toda la Biblia (desde Génesis hasta Apocalipsis) y no salirnos de él.

Por lo tanto, si no leíste los artículos anteriores, te invito a que los leas comenzando desde el primero, el cual lo encontrarás haciendo clic en el siguiente botón virtual:

Hecha tal aclaración,  veamos el siguiente argumento por el cual el diezmo, no sería de carácter obligatorio para los días que estamos viviendo.

  • NOTA: Si deseas repasar el artículo que estamos refutando, lo encontrarás haciendo clic aquí.

Argumento Equivocado

"El diezmo está ligado a la tierra que Israel recibió bajo el antiguo pacto"

Israel debía celebrar un diezmo cada tres años en Jerusalén. Pero ese requisito no puede aplicarse a los cristianos hoy en día. Eso era en relación a los judíos como nación, a los judíos que vivían en la tierra de la promesa. Con la venida de Cristo, la nación judía ya no es más el lugar del pueblo de Dios, aunque individuos judíos son parte de la Iglesia a través de la fe en Jesús.

La Jerusalén terrenal ya no es central en los propósitos de Dios (Gál. 4:25). Los creyentes son parte de la Jerusalén celestial (Gál. 4:26) y esperan la ciudad que ha de venir (Heb. 11:10), a los cielos nuevos y la tierra nueva (Apo. 21:1-22: 5). Abraham no es heredero de la tierra de Israel, sino de todo el mundo (Rom. 4:13)." - fin de la cita.

Refutación

A medida que avanzamos en los puntos que vamos a refutar, se evidencia cada vez más el error conceptual en el que "cae" el autor de la nota al hablar sobre el tema.

Aunque el argumento que contradice el pensamiento del autor, se encuentra implícito en cada una de las tres notas anteriores, creo que voy a detenerme en tratar de clarificar lo ya visto, enfocándolo desde otra perspectiva.

La Soberanía De Dios

Esta enseñanza afirma que como Dios es el dueño de Su creación, entonces él no sólo es Señor, sino que también es Soberano. Existen tres aspectos cuando hablamos de soberanía. Lo hacemos desde el punto de vista de un rey -gobierno- (Sal. 48:2; 1 Tim. 6:15), desde el punto de vista de una nación la cual ejerce soberanía -derechos de explotación, vivienda, etc.- sobre un territorio (Sal. 50:9-12) y en nuestro caso, desde el punto de vista de un legislador (Gén. 26:5)

El soberano, por ser tal, no sólo legisla, sino que tiene el poder soberano de, incluso, cambiar las leyes o anularlas. En el caso de Dios es exactamente lo mismo. En el estudio del Génesis que estamos llevando a cabo en la sección estudios bíblicos, podrás apreciar que el universo creado por Dios se gobierna por medio de leyes naturales impuestas por el Dios de la Biblia.

Un análisis de dichas leyes, el cual ya efectuamos en el primer artículo de esta serie (ver artículo aquí) nos indica que existen leyes universales dictadas por Dios, cuya aplicación no se limita exclusivamente al pueblo judío, como por ejemplo: "No matarás". Son leyes universales, es decir, destinadas a todos los seres humanos. El diezmo es una de dichas leyes. Paso a reproducir una porción del artículo anterior que habla sobre el tema:

Los Diezmos Son Un Impuesto De Carácter Universal

Esta enseñanza es expuesta también, en el artículo anterior, el cual te invito a leer. Sin embargo, algo que el artículo anterior no clarifica, es el hecho de que la palabra "diezmo" y "tributo" son entendidas como sinónimos, pues con el paso del tiempo, "diezmo" no significaba exactamente el 10%, sino que así se llamaban a los impuestos o tributos que el pueblo debía dar, como ejemplo de esto te invito a que leas este interesante artículo titulado "El diezmo como tributo y costumbre, siglo XVIII".

También podemos señalar que el diezmo era considerado un impuesto igualmente para los israelitas, lo que se aprecia en el discurso de Samuel dado antes de la elección de Saúl como el primero de los monarcas judíos (1 Sam. 8:10-18). Una vez echa dicha conexión, es decir, que el diezmo es en realidad un tributo. Ni una ofrenda ni un regalo; podrás apreciar en los siguientes versículos, el carácter universal del mismo: Sal. 22:27-31; 29:1,2; 96:7-10. - Fin de la cita

Dios haciendo uso de Su soberanía decidió que la ley del diezmo -al igual que el resto de sus leyes universales- tuvieran reglamentaciones diferentes para cada grupo de personas: Los judíos, los gentiles y la iglesia de Dios (1 Cor. 10:32).

Toda ley es regulada por una serie de reglamentaciones que ayudan a su aplicación práctica, y de ahí, que se desprendan los diferentes artículos que nos ayudan a entender la manera práctica de su aplicación. Lo mismo ocurre con las leyes universales de Dios. Cuando hablamos del diezmo, ya hemos visto que bíblicamente hablando, no es un 10% de lo que poseemos, sino un impuesto que reivindica el Señorío de Dios sobre los que lo pagan.

El problema del argumento equivocado, es que el autor liga el diezmo a la cultura judía, como si aceptar el diezmo en la iglesia, implicara aceptar las leyes judías que lo reglamentan. Sin embargo, en el artículo anterior ya expliqué que el diezmo ya fue reglamentado por Dios para la iglesia. Paso a reproducir una porción del mismo, a riesgo de resultar reiterativo:

¿Para qué entonces servirían los diezmos hoy?

La pregunta es válida e interesante, porque si todos somos sacerdotes y la única finalidad que tenía el diezmo era la de sostener a los levitas (Núm. 18:24 - Leer todo el capítulo) ¿Qué sentido tendría diezmar?. Es aquí donde el Apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo nos enseña una reglamentación existente para la administración del diezmo en la iglesia de Dios:

"¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio" 1 Cor. 9:13,14

La pregunta clave que puede clarificar estos versículos es: ¿Así también cómo? ¿Cómo deben vivir los que predican el evangelio?

La respuesta es: Así como los que vivían del altar.

Sabemos que el sumo sacerdocio judío fue suplantado por el de Melquisedec (Heb. 7), por lo que nos quedan los levitas como una "sombra" de los sacerdotes que vendrían.

Los levitas vivían de los diezmos.

Es claro que Dios por medio de Pablo nos está dando una clara reglamentación de qué debemos hacer con los diezmos: Deben ser usados para sostener a los pastores.

Para darnos cuenta de que esto es así, sólo debemos comparar 1 Corintios 9:8-14, con los siguientes pasajes de la Biblia: 2 Tim. 2: 1-7; 1 Tim. 5: 17, 18; 3 Jn. 5-8, etc. - Fin de la cita

El resto del argumento utilizado por el autor, entonces, deja de tener sentido.

Romanos 4 -que es el capítulo al que el autor alude: Rom. 4:13, para ser más exactos) es un capítulo que habla sobre la fe de Abraham y cómo las bendiciones que le fueron prometidas, llegan a nosotros. Ciertamente no habla de diezmos, y mucho menos de dinero, por lo que no creo que sea pertinente citar dicho versículo para defender una doctrina que cuenta con muchísimos versículos. A diferencia de esto, 1 Corintios 9 sí habla de dinero y sí existen muchos argumentos para deducir que habla específicamente de diezmo.

Rápidamente citaré algunos de dichos argumentos, pero quizás te convenga suscribirte a mi blog, y recibirás un estudio hecho por mí, sobre la administración de las ofrendas en la iglesia, que detalla este punto, entre otros:

  1. El capítulo habla claramente de dinero.
  2. Pablo renuncia a su derecho de percibir un sostén por parte de la iglesia de Corinto, para luego reclamar ese derecho para los que anuncian el evangelio (v. 4-6, 15).
  3. El diezmo debe ser usado para los que "anuncian el evangelio" -leer los últimos dos artículos para ver los argumentos teológicos que respaldan esta afirmación.
  4. El argumento utilizado por Pablo para reclamar dicho derecho apela a figuras utilizadas por Pablo sólo para los pastores: El buey como un tipo del ministerio pastoral (v. 9; 1 Tim. 5:18); El soldado (v. 7; 2 Tim. 2: 3,4; 2 Cor. 10:4); El labrador (v.7; 2 Tim. 2:6); El pastor (v.7).
  5. Pablo nunca renunció a vivir del ministerio, pues eso es un derecho otorgado por Dios, por lo que es irrenunciable (Rom. 11:29). Él renunció a su derecho sobre la iglesia de Corinto, pero es obvio que siguió viviendo del evangelio cobrando salario de otras iglesias (2 Cor. 11:8).

En definitiva, el diezmo utilizado en la iglesia, nada tiene que ver en su reglamentación con el de Israel, y por lo tanto, cualquier intento de desacreditar a quienes enseñamos que el diezmo es de carácter obligatorio -pues es un impuesto universal- asociándolo con las leyes judías, no puede ser válido.

Dios te guíe mientras profundizas en este apasionante tema que, a mi juicio, es vital para el avance del evangelio en el mundo.

NOTA: He decidido poner comentarios, por si te surge alguna pregunta que no está contemplada en el estudio. Gracias por leerme.


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