Refutando Argumentos Contra El Diezmo
Una Enseñanza Sobre Las Leyes Que Gobiernan El Universo
El siguiente escrito no fue escrito para polemizar, simplemente representa una defensa, frente al avance acelerado de la equivocada enseñanza que alega, que el diezmo no es de carácter obligatorio para los creyentes.
Introducción
Creo firmemente que debido a doctrinas equivocadas como estas, las iglesias están perdiendo su poder económico necesario para impulsar las misiones más allá de las fronteras de su propia patria. Encontré siete argumentos que indicarían que el diezmo ya no es de carácter obligatorio, por lo que lo que vas a leer, es la refutación del primer argumento y la primera de varias refutaciones que estaré publicando, con la ayuda de Dios.
Argumento Equivocado
Ya no es obligatorio diezmar porque los creyentes ya no están bajo el pacto mosaico (Rm. 6:14-15; 7 :5-6; Gál. 3:15-4:7; 2 Co. 3:4-18).
Los mandamientos estipulados en el pacto mosaico ya no están en vigor para los creyentes. Algunos apelan a la división entre la ley civil, ceremonial, y moral para respaldar el diezmo. Sin embargo, yo observaría que estas divisiones no son la base que Pablo usa cuando se refiere a cómo la ley aplica para nosotros hoy en día. Y aun si usamos esas distinciones, claramente el diezmo no es parte de la ley moral. Es cierto que las normas morales del Antiguo Testamento todavía están en vigor hoy en día, y las discernimos de la ley de Cristo en el Nuevo Testamento, pero el diezmo no está entre esos mandamientos.
REFUTACIÓN
En primer lugar debo señalar que la expresión "los creyentes ya no están bajo el pacto mosaico" revela una confusión de parte del escritor, en cuanto al funcionamiento y aplicación de las leyes de Dios, ya que dicho pacto es exclusivamente para los judíos, no para los gentiles. En mi caso, por ejemplo, la expresión "ya no estamos bajo dicho pacto" no cuadra, por el simple hecho de que nunca fui parte de dicho pacto. Las leyes que gobiernan dicho pacto nunca fueron establecidas para los gentiles. Luego dice que el diezmo no es parte de la ley moral, sin embargo, Malaquías 3: 8,9 señala que no diezmar es robar, lo que indicaría que es un pecado claramente inmoral. Luego dice que el diezmo no se encuentra entre "las leyes de Cristo" -cita textual- lo que indicaría que el autor sí tiene en mente la existencia de una clasificación de leyes.
Necesitamos hacer una diferencia, entonces, entre lo que algunos llaman "el pacto Mosaico" y la ley de Dios. El pacto Mosaico hace referencia al pacto que Dios hizo con Israel, de exclusiva conexión con el pueblo judío, pero la ley de Dios, la cual fue intercalada en el pacto mosaico y reglamentada para los judíos, es de carácter universal y todo ser humano está sujeto a dichos preceptos y mandamientos.
Cuando hablamos de la ley de Dios, entonces, debemos englobar en la misma, a la ley Mosaica, la cual, contiene reglamentaciones específicas para los judíos, muchas de las cuales serían de carácter transitorio.
La Biblia es la revelación de Dios al hombre y está dirigida a tres grupos de seres humanos según la clasificación encontrada en 1 Cor. 10:32: Los judíos, los gentiles y la iglesia de Dios. Sin embargo, los tres grupos están regidos por leyes naturales y legales diseñadas por Dios para Su propia Gloria y Honra. Debido a la soberanía y al Señorío de nuestro creador, nadie puede escapar a los preceptos diseñados exclusivamente para cada uno de estos tres grupos de personas. Según la clasificación de este versículo, entonces podemos entender que no toda la Biblia fue escrita para todos, pero sí podemos apreciar que la misma provee un mensaje para cada grupo, y según el grupo al que pertenezca la persona, una ley que regula y penaliza su comportamiento.
Las leyes de Dios
Las leyes de Dios pueden ser clasificadas de la siguiente manera:
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Naturales.
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Judiciales.
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Espirituales.
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Universales.
Todo el universo creado por Dios está sujeto a una de estas cuatro clasificaciones y nadie puede escapar de las consecuencias de no cumplirlas, las cuales se pagan con la muerte. Estas leyes salen de la boca de Dios y regulan el funcionamiento del universo creado por Dios. (Num. 23:19; Mat. 4:4; Sal. 119:13)
Leyes Naturales
Son las que gobiernan la naturaleza en general. Es el conjunto de características inherentes a la naturaleza en general y pueden sub clasificarse de la siguiente manera:
Leyes físicas: Son las que gobiernan el comportamiento de la materia en el universo (Sal. 148: 1-6; Job 26:10; Sal 119: 91; Jer. 31:35; 33:25).
La ley de la mente: Es la capacidad de entender lo que es moralmente bueno o malo y la frustración de no poder hacer lo correcto debido a ésta ley natural que nos lo impide. (Rom. 2:14-24; 7:22-24) abarca el campo de la psicología y fue creada sólo para el ser humano.
La ley de la carne: llamada también la ley del pecado y de la muerte (Rom. 8:2), gobierna la naturaleza del hombre sin Cristo o sin Dios (Efe. 2:12), esclavizándolo a comportamientos pecaminosos (Jn. 8:34). La Biblia también la llama "hombre natural" (1 Cor. 2:14) para expresar la idea de que el ser humano es un pecador natural, debido a que está sujeto a una ley que lo impulsa a pecar (Mt. 15:19; Stg. 1: 13-15) ley que se encuentra en sus miembros (Rom. 7:23), es decir: su cuerpo mortal (Rom. 6:14).
La ley de la reproducción: Nacer, crecer, reproducirse y morir no es un comportamiento exclusivo del hombre sino del orden natural que nos rodea, y fue impuesta por Dios al principio de la creación (Gén. 1:22; 28; 9:1,7), en el caso del ser humano esta ley está regulada por el matrimonio.
Leyes Judiciales
Están dirigidas al ser humano y reglamentan el comportamiento humano de cada grupo clasificado, penalizando al que delinque. Dentro de estas leyes encontramos dos clasificaciones.
Leyes Mosaicas: Dirigidas exclusivamente al pueblo judío, fueron instituídas con el propósito de que la Bendición y promesa hecha a Abraham, se extendiera de manera universal por medio del pueblo judío. (Jos. 8:32; Dan. 9:11;Hch. 3:25)
Leyes no Mosaicas: Fueron intercaladas en la ley mosaica y destinada a condenar a aquellos que se levantaron o se levantarán contra el pueblo de Dios. (1 Tim. 1:8-11) en este sentido existen también, maldiciones contra Tiro, Babilonia, Egipto, etc.
Leyes Espirituales
Son las que rigen a la iglesia de Dios y son llamadas en el libro de Romanos "la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús" o "la ley de Cristo". Fueron destinadas a regular el comportamiento de los creyentes en particular y de la iglesia en general. (Rom. 8:2; 1 Jn. 2:3; 3:22; 5:2; Ro. 1:5; 1 Cor 9:21R)
Leyes Universales
Son las leyes aplicables tanto a Judíos como a gentiles o a la iglesia de Dios. Estas leyes se encuentran intercaladas en el relato bíblico como también en las leyes mosaicas. Existen desde la creación del mundo y fueron entendidas y practicadas por todos los descendientes de Set (Gén. 4:26). Algunas de dichas leyes son, por ejemplo:
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El precio de desobedecer a Dios siempre es la muerte (Gén. 2:17; Eze. 18:4; Rom. 6:23)
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El sacrificio de un cordero para poder acercarse a Dios (Gén. 4:4; Hbr. 11:4)
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El asesinato debe ser penalizado (Gén. 4:10,11)
Por supuesto que existen muchas más. La Biblia dice que Abraham cumplió con todas estas leyes y preceptos (Gén. 26:5), y debemos recordar dos datos importantes al respecto: El primero, es que Abraham no era judío, sino arameo (Dt. 26:5) y el segundo, es que todos los preceptos, leyes, estatutos y ordenanzas que Abraham cumplió, le fueron dados 400 años antes de la ley.
Todas estas leyes, conformaron el sistema de creencia de Abraham, es decir: su fe. La importancia de esto radica en el hecho de que Romanos 4 nos indica que la fe que debemos imitar, la cual nos lleva a Cristo, es la fe de Abraham (Rom. 4:16) ya que Abrhaam creyó en Cristo, de la misma manera que debemos creer nosotros hoy en día (Jn. 8:56).
¿Por qué esto es importante? Pues porque Abraham practicaba el diezmo. Algunas personas insisten que el diezmo no era una práctica, sino que fue un acto fortuito en la vida de Abraham, pero les daré las razones por las cuales yo creo que no:
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Existía un lugar de adoración al Dios creador y un sacerdote a quien entregarle los diezmos (Gén. 14:18)
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Dios dijo que Abraham enseñaría a sus hijos y nietos todas estas leyes (Gén. 26:5) y por las palabras de uno de sus nietos, vemos que el diezmo le fue enseñado. (Gén. 28:22), encontramos, por lo tanto, que el diezmo es una de dichas leyes Divinas dadas antes de la ley.
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El hecho de que no se muestre a Abraham diezmando nuevamente, no significa que no lo hiciera periódicamente. Es más, teniendo en cuenta de que Jacob creía que había que diezmar de todo lo que Dios le diere (Gén. 28:22), se hace improbable que no diezmaran cada vez que Dios les daba algo.
Concluimos entonces, que el diezmo no es una ley Mosaica sino universal. Los registros de la ciudad de Ugarit (siglo XIV a.C.), indican que sus residentes pagaban diezmos al templo, los documentos neobabilónicos del siglo VI a.C., revelan que el diezmo era una práctica común en Babilonia, al igual que entre los Medos, Persas y Griegos. Esta ley es ratificada en el pacto mosaico y reglamentada exclusivamente para los judíos, pero fuera de dichas reglamentaciones, el diezmo es una ley universal. Creo que esa es la razón por la cual los historiadores no saben cómo se originó dicha práctica ni por qué es común a tantas culturas. Es posible, dicen algunos, que la gente contabilizara usando los diez dedos de las manos y de allí el común denominador. Particularmente creo que en realidad, es una ley impuesta por Dios y retransmitida de generación en generación hasta desvirtuarse y deformarse entre las diferentes culturas. De echo, el relato de los diezmos entregados a Melquisedec, deja entrever que la práctica no era extraña ni nueva para Abraham.
Entenderemos mejor por qué Dios ordena el diezmo, si podemos asignarle una definición de carácter espiritual y no meramente matemática.
Definición Espiritual De Diezmo
El diezmo es mucho más que un simple porcentaje. Representa el Señorío de Dios sobre la vida de los que diezman.
Cuando Abraham entregó los diezmos a Melquisedec, lo reconoció como superior a él mismo (Hbre. 7:6,7); cuando los israelitas decidieron sostener el reinado de Saúl, lo hicieron diezmando (1 Sam. 8:15); Jacob entendió que si Dios sería su Dios, entonces debería diezmar.
Más que una ofrenda el diezmo es un impuesto que ratifica el Señorío de Dios sobre nuestras vidas, y si se quiere expresar de otra manera, es un tributo que cobra el Rey de reyes a los ciudadanos de su Reino, con el fin de que éstos nunca olviden que se encuentran bajo Su autoridad (Fil 3:20; Hbr. 11: 10-14). De hecho, la orden de tributar a Jehová y traerle la gloria y la honra, es de carácter universal (Sal. 29: 1,2; Sal. 96:7-10; etc). Por lo tanto, si el diezmo representa el Señorío de Dios sobre los que diezman, entonces debe ser de carácter universal y no exclusivamente para los judíos (Fil. 2:11). Sólo el Dios creador de los cielos y de la tierra puede reclamar dicha honra. (Gén. 14:19-22).
Ser salvo es aceptar el Señorío de Cristo sobre nuestras vidas (Rom. 10:9,10) lo que equivale a obedecer todas las leyes dadas por Dios (Jn. 14:15; Ro. 1:5; 1 Cor. 7:19; 1 Jn. 5:3), y como bien se puede apreciar, no existe en toda la Biblia un solo versículo que nos indique que el diezmo ya no es obligatorio. Argumentar que no es obligatorio porque la palabra "diezmo" no aparece entre las ordenanzas apostólicas, es tan absurdo, como decir que fumar o drogarse está permitido, pues "cigarrillo" y "droga" son dos palabras que tampoco aparecen. No podemos dejar de practicar una ordenanza bíblica basado en nuestras suposiciones, no si se supone que somos bíblicos.
En mi opinión es claro que 1 Cor 9 habla del diezmo, y de la obligación de usarlos para el sostenimiento de los pastores de la iglesia (1 Cor. 9:13,14). No asociar este capítulo con diezmos, es tratar de soslayar la enseñanza Paulina de que Dios intercaló en la ley Mosaica, mandamientos escritos enteramente para los actuales predicadores del evangelio e iglesia (1 Cor. 9: 9,10; 1 Tim. 5: 17,18).
La Biblia enseña que lo que Dios abolió no fue la totalidad de la ley, sino la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas.
Ef 2:15 "aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,"
La palabra traducida "ordenanzas" es la palabra griega "dógma" y hace clara referencia a las leyes ceremoniales judías. El diezmo no era una ley ceremonial, sino un impuesto cobrado con el fin de sostener a "los hijos de Leví" (Det. 18:21).
El Fin De La Ley
"porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree." - Romanos 10:4
La palabra griega que se traduce fin, es télos que literalmente significa el punto al que se apunta como límite luego de un recorrido. Eso significa que este versículo no está hablando de que al venir Cristo la ley se terminaría o finalizaría, sino que llegaría a su punto culminante. Al venir Cristo, la ley fue completada, llegó a su punto culminante. Esta interpretación parecería ser la más adecuada al contexto bíblico, teniendo en cuenta que Cristo es La Palabra (Jn. 1:1) y por lo tanto cada palabra que sale de la boca de Dios es eterna. Cristo cumplió la ley (Mat. 5:17) con el propósito de ser justificado según la ley (Rom. 10:5; Gál. 3:12) y nosotros por medio de Cristo (Rom. 5:1; 8:3,4; 10:5-13). Nuestra justificación emana, justamente de la justicia de Cristo ratificada por la ley Mosaica. Cristo fue justificado porque cumplió la ley de Moisés y su justicia permanece para siempre (Sal. 111:3) por lo que la ley también debe permanecer. La justicia y muerte de Cristo descansa, precisamente, en la ley dictada en el Sinaí.
La ley debe permanecer porque:
En cuanto a Cristo (Mat. 5:17; Rom. 15:8):
1. Nació bajo la ley (Gén. 3:15; Gál. 4:4)
2. Fue justificado por la ley. (1 pe. 1:19; Jn. 1:29)
3. Murió según la ley. (1 Cor. 5:7; 15:3)
En cuanto a los incrédulos:
1. Son condenados según la ley (Gén. 2:17; Ro. 2:12; 6:23; Eze. 18:22)
2 Serán juzgado según la ley (Rom. 2:14-16; Ro. 6:23; 1 Jn. 3:4)
3. Son guiados a Cristo por la ley. (Gál. 3:24-26)
En cuanto al sustento pastoral:
Deben ser sostenidos en los términos dados en la ley. (1 Cor. 9: 8-12)
¿Cómo se aplican las leyes de Dios en la vida de todo ser humano?
Cuando un judío o un gentil conocen el Evangelio y son salvados por Dios, entonces, ambos dejan de vivir en consonancia con las leyes en las que nacieron (Gál. 3:24-26) y comienzan a regirse por la ley de Cristo (Rom. 8) y esto es posible porque Dios hace una obra milagrosa en sus escogidos, tornándolos en nuevas criaturas (2 Cor. 5:17; Efe. 2:10), compartiendo con ellos su naturaleza Divina (2 Pe. 1:3,4).
Tanto judíos como Gentiles, deben abandonar las leyes que los regían y distanciaban de Dios y entre sí. Ambos deben hacer la paz, aceptando vivir bajo las nuevas leyes exclusivas, de los ciudadanos de la patria celestial (Efe. 2:10-22; Fil. 3:20).
El diezmo es una de las tantas leyes que no deben ser abandonadas, por las siguientes razones:
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Es una ley universal, como el "no matarás" (Gén. 9:6)
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No pertenece a las ofrendas por el pecado.
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No pertenece a la ley del sacerdocio.
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No es exclusividad de la ley Mosaica.
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Reivindica el Señorío de Dios sobre sus criaturas. (Gén. 14:19,20; Hbr. 7:7)
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No existe una orden que indica que fue abolida.
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Es una imposición (impuesto o tributo) de Dios sobre los seres humanos. (Sal. 96; 1 Cró. 16: 24-31)
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Le pertenece a Dios (Mal. 3:8,9)
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Fué reglamentado por Dios en el pueblo de Israel, para que sea utilizado para la manutención de los levitas. (Num. 18:21)
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Fue reglamentada por Dios en la iglesia, para que sea usada para la manutención de los pastores (1 Cor. 9: 7-14) en la iglesia.
Conclusión
Por
lo tanto concluimos que argumentar que el diezmo no es obligatorio
porque no se habla de Diezmo en las cartas Paulinas es un error, ya que 1 Cor 9: 13,14 claramente explica que así como el diezmo era
utilizado para el sostenimiento de los Levitas, ahora debe ser
utilizado para el sostenimiento de los que anuncian el evangelio. Y,
argumentar que el diezmo ya no es obligatorio porque es una ley
Mosaica, también es un error, pues hemos demostrado que la Biblia muestra al diezmo como una ley de carácter universal.
Dios te bendiga y guíe, mientras profundizas en el tema.