Revoluciones De Pacotilla

02.11.2021

La revolución es un proceso por el cual la masa toma el poder de forma violenta, instigados por líderes revolucionarios.

Para hablar de revolución, es imprescindible que se lleve a cabo desde abajo. Es decir, que sea el pueblo quien la protagonice. Si no fuese así, no hablaríamos de revolución, sería otra cosa distinta, como un golpe de Estado.

Los regímenes previos a la revolución nunca han sido democracias, han sido regímenes no democráticos, como monarquías, tiranías o colonias, por lo tanto, cuando el cambio de gobierno es instigado desde el poder (desde arriba) o fuera del marco constitucional, contra un gobierno democrático, la revolución no es tal.

Tomemos como ejemplo la Revolución Cubana. Fulgencio Batista gobernó tiránicamente hasta el año 1959 cuando su gobierno fue derrocado por Fidel Castro, siendo la primer revolución comunista en el continente americano. Desde entonces, el país se encuentra en una especie de constante revolución. 62 años de revolución nos hablan de que la misma dejo de serlo, para convertirse en tiranía. ¿Qué tipo de tiranía? Una que se encuentra envuelta en una cáscara que llamo "revolución de pacotilla", es decir: Una revolución que no es tal, de mala calidad.

Pero este ejemplo no es el único, ya que nos encontramos viviendo una especie de "revolución de los derechos", donde aparentemente los pueblos americanos se levantan para reclamar derechos denegados durante siglos. De pronto, surgen una cantidad tal de "derechos" que si seguimos otorgándolos, a este ritmo, terminaremos esclavizados por el estado. Dicha revolución, en realidad, es ilusoria, porque no vienen promovidas desde las clases sociales bajas, sino que está alentada desde los poderes fácticos. Para comprobar esto último, lo único que hay que constatar es en qué plataforma política alguna vez se habló del derecho al aborto, del lenguaje inclusivo, de los derechos transgéneros, etc. Simplemente se ejecutan, gobierne quien gobierne. Si seguimos transformando en derechos las necesidades de la gente, tendremos que convertir a los ciudadanos en esclavos impositivos, para poder financiar sus derechos: una incongruencia ¿no?

Entre los empoderados que más dejan entrever este tipo de revoluciones de baja calidad, se encuentra el movimiento femenino y el orgullo LGTB+, donde suelen marchar con el rostro del Che Guevara, hombre que organizó campos de concentración para homosexuales (ver artículo "El impactante documental sobre los campos de concentración de homosexuales en Cuba")

¿Pero, por qué usan la imagen de un asesino de homosexuales en sus banderas? Lo hacen por ignorancia. Porque una revolución de pacotilla, necesita de ignorantes que la apoyen, sin pensar más que en repetir consignas, que ni siquiera comprenden. La excusa de que estos movimientos decidieron deconstruir la imagen del Che Guevara para darle un nuevo significado, en realidad, es una frase que trata de justificar una gran contradicción. ¿Se imaginan a las madres de Plaza de Mayo, enarbolando en sus pañuelos la imagen del dictador y genocida Jorge Rafael Videla? ¿O a los judíos del mundo luciendo en sus estandartes la imagen de Adolfo Hitler? Nadie se atrevería a "deconstruir" a estos dictadores para darles una resignificación más positiva. No lo pueden hacer porque conocen la historia y quienes fueron estos personajes. Se cae de maduro que lo del Che Guevara, sólo es posible dentro del marco de la ignorancia y de la ingenuidad.

Y en este mundo de revoluciones de bajo nivel, nos encontramos con los evangélicos revolucionarios, me refiero a aquellos que tratan de instaurar una nueva "reforma". Como toda revolución de pacotilla, están llenos de eslóganes, aparentemente inocentes y plagados de sana doctrina (al respecto te invito a leer mi artículo "Escondidos detrás de la sana doctrina"), como los esbozados en las redes sociales al repetir con la imagen de Lutero, las "Cincos solas del movimiento reformado".

El Genocidio Protestante

El genocidio es uno de los crímenes más graves según el derecho internacional.

Según el Estatuto de Roma de 1998, el genocidio consiste en cometer actos orientados a destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Los actos que pueden constituir genocidio son matanzas, lesiones graves a la integridad física o mental, sometimiento a las víctimas a condiciones que puedan destruirles físicamente -por ejemplo obligándoles a abandonar sus casas o negándoles el alimento-, impedir el nacimiento de miembros del grupo a través prácticas como la esterilización forzada, y trasladar a niños a otro grupo. - Información: EOM 

Cuando leemos la historia que envuelven a Lutero, Zuinglio y Calvino, que son los máximos exponentes de "las cinco solas", nos damos cuenta que estos personajes que fueron más políticos que clérigos, bien pueden entrar en la categoría moderna de genocidas. Ellos alentaron guerras, matanzas, torturas y desplazamientos de personas de sus propios hogares y países por motivos políticos y con excusas religiosas. Sus doctrinas se ajustaron a las necesidades políticas del poder de turno y cada uno de ellos cambió su postura a lo largo de los años, dependiendo de la política reinante de la época. Pero ahora, nos encontramos en un mundo donde los líderes religiosos renuncian al análisis político-histórico de estos personajes, creyendo ingenuamente que sus enseñanzas son las que importan y no lo que hicieron. Si pensamos que la intransigencia protestante y el odio confrontativo contra todo aquel que piensa diferente no va a afectarnos, simplemente hay que escuchar las opiniones de los líderes reformados, cuando opinan sobre todos aquellos que los critican.

La inscripción dice: "La lucha de Hitler y las enseñanzas de Lutero sobre la buena defensa del pueblo alemán"
La inscripción dice: "La lucha de Hitler y las enseñanzas de Lutero sobre la buena defensa del pueblo alemán"

Lutero, ya en sus últimos años de vida, escribió un tratado de 65.000 palabras titulado "Los Judíos Y Sus Mentiras", obra en la que llega a afirmaciones como que los judíos son un pueblo abyecto y despiadado, es decir, no un pueblo de Dios, y su jactancia de linaje, su circuncisión y su ley deben considerarse sucios, manchados por las heces del diablo, en las que se revuelcan como cerdos. La sinagoga es una impura, una ramera incorregible, una mujerzuela impía. Lutero propugnó que las sinagogas y escuelas rabínicas sean pasto del fuego, sus libros de oración destruidos, que se prohibiera a los rabinos predicar, sus casas fueran arrasadas y sus propiedades y dineros confiscados. No se les debía mostrar ninguna piedad ni misericordia, ni facilitarles protección legal alguna, y esos infectos gusanos venenosos, debían prepararse para el trabajo forzado o la expulsión definitiva. "Seremos culpables de no destruirlos". Hay que recordar que la persecución de Lutero contra todo aquel que no aceptaba sus enseñanzas, no se limitó sólo a los judíos sino que persiguió con la misma saña a los anabaptistas, católicos, etc. Estos reformadores tenían puestos políticos que les permitieron llevar adelante las persecuciones utilizando "el brazo del estado", y murieron convencidos de que lo que hicieron estuvo más que bien. "Las cinco solas" atribuidas a los reformadores, no es otra cosa que la apropiación por parte del poder de turno de las banderas de todos aquellos cristianos que se opusieron durante siglos al poder papal, mucho antes de que surgieran los reformadores. Estas enseñanzas fueron utilizadas para sostener a los príncipes protestantes en sus tronos y en el caso de Alemania, retrasó su avance hacia un país moderno, ya que Lutero apoyó la continuidad del poder feudal, y persiguió a todos los campesinos que reclamaban una rebaja impositiva para salir de la pobreza a la que estaban sometidos.

No es de extrañar que Adolfo Hitler utilizara el rostro de Lutero en sus afiches de campaña política, para ascender al poder, pues " Los Judíos Y Sus Mentiras" fueron la base ideológica que justificaría las primeras persecuciones a los judíos, luego de su ascenso al poder.

Conclusión

Gracias a los ideales reformados y católicos, y la intolerancia religiosa que practicaron, es que la guerra de los 30 años o las llamadas "guerras religiosas", prácticamente redujeron a menos de la mitad la población de Europa. En vida de los reformadores miles de personas perdieron la vida y cientos de miles fueron torturadas o desplazadas. Sin embargo, nada se compara con los millones y millones de vidas humanas que se perdieron años después, en las guerras religiosas, producto de la intolerancia implícita en las enseñanzas católicas y protestantes.

¿Pero qué es lo que se necesita para promover una revolución donde el rostro de estos genocidas sea enarbolado junto a la bandera cristiana? Una revolución promovida por amorales, que decidan que el testimonio de un genocida no debería ser un impedimento para elevarlo a la categoría de "gran líder de la fe cristiana", y un grupo de ignorantes que aplaudan sus consignas. En otras palabras:

Se necesita una revolución de pacotilla.


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