Aunque no me considero ningún experto en el tema, creo que a lo largo de los años, he aprendido algunos tips que quisiera compartir contigo, porque creo que pueden llegar a serte muy útiles.

1. Aprende de los demás: Este es el consejo más importante. Observa y aprende de aquellos que escriben cartas cuya presentación te guste mas que la tuya. Puedes escribirles para saber cosas tales como: qué programa usaron, en qué formato lo envían, cómo hacen para que el archivo no pese tanto o sea tan grande, etc. Si no te encierras en tu propio mundo y preguntas, te aseguro que te sorprenderás de qué tan sencillo es hacer lo que ellos hacen.

2. Sé honesto: Hubo un tiempo en mi servicio, que cuando alguien me preguntaba cómo iba todo, yo contestaba algo así: "no como quisiera, pero vamos". Lo digo porque he leído cartas de misioneros que informan mes a mes, ingentes cantidades de profesiones de fe y luego, al asistir a sus iglesias, me topo con que la cantidad de personas que asisten no concuerdan con sus informes. Es triste ver cómo algunos hermanos se sienten tan presionados a informar "algo" (y muchas veces se debe a la presión de las iglesias que los apoyan), que exageran tanto que rayan con la pérdida de honestidad. Recuerda que hay muchas maneras de medir el crecimiento de la obra, y no necesariamente es siempre en crecimiento numérico. Hay que recordar que a las iglesias también les interesa saber cómo está tu familia o si tienen alguna necesidad económica o espiritual personal. Las iglesias quieren saber, porque desean ayudar. He sabido de pastores que se vieron un tanto ofuscados con el misionero, porque éste nunca informó de un problema económico o de una necesidad que padecía. Le quitaron a esa iglesia, una gran oportunidad de ayudar de manera especial y puntual a esa obra misionera.

3. Sé breve: La carta no debería superar una carilla. Son muy pocos los que terminan de leer un informe misionero más largo que eso. Lo bueno de ser breve, es que sólo tendrás que concentrarte en lo importante. Recuerda: NUNCA MÁS QUE UNA CARILLA.

4. Sé claro: Por favor, si no conoces el idioma, estudia y mientras tanto, pídele a alguien que sí lo conoce, que te enseñe a expresarte por medio de la palabra escrita. Esto es muy importante. Sé que parezco un poco duro al decirlo de esta manera, pero he leído tantas cartas tan mal escritas en el uso de la gramática y la ortografía, que dan vergüenza ajena. Lo peor de todo, es que están escritas por hombres que doy fe de su entrega y compromiso honesto a la causa de Cristo, pero que no son apoyados como deberían, y sospecho que en parte se debe a este "craso error". Por mi parte, siempre que escribo algo, le pido a mi esposa que me lo corrija, lo que me ha ayudado mucho a mejorar mi manera de expresarme.

5. Sé ampliamente responsable. Como misioneros, tenemos la responsabilidad de informar a las iglesias sobre el avance de la obra. Tenemos bastos ejemplos de esto en el libro de Los Hechos, donde se nos muestra que Pablo informaba a las iglesias. Conozco algunos misioneros que sólo informan a las iglesias que los apoyan económicamente, ignorando al resto. Personalmente creo que es un error, porque la razón por la que somos misioneros, es porque se nos ha dado una visión para que la compartamos con el mayor número posible de personas. Debemos informar periódicamente, porque somos responsables de eso, es parte de nuestro trabajo; pero debemos ser amplios al hacerlo, porque la visión debe ser comunicada al mayor número de personas posible.

6. Evítale al pastor, el trabajo de que edite la carta por tí. Sé de pastores que se toman el tiempo de darle un formato más claro y profesional a las cartas que reciben, debido a que el misionero la envía "como le salió". Eso no está bien. La mayoría de nosotros somos apoyados por las iglesias, porque fuimos recomendados por los pastores; y debido a eso y porque ellos desean seguir apoyándonos, se toman el tiempo de hacer nuestro trabajo porque saben que si ellos imprimen la carta tal cual se la enviamos, algunos miembros van a pensar que se está apoyando a la persona equivocada. Si no sabes cómo hacer, aprende. Envíale la carta en formato PDF para que no tenga que editarla debido a que usaste una tipografía que el remitente no poseía. Cuando esto pasa, el programa suplanta la tipografía original por otra, haciendo que la carta se desordene. Si la mandas en formato PDF esto no pasará. Si no sabes cómo hacerlo, remítete al punto 1 de este informe.

7. Procura que en cada carta que envíes se encuentre:

Esto son algunos consejos, nada más. Como habrás notado, algunos son muy importantes y otros no tanto. Te dejo a ti dicha consideración. Ninguno de estos consejos son propios, los aprendí del Pastor Keith Harrison hace más de 22 años y los apliqué casi a "rajatabla". ¿Que si funcionaron? Bueno, lo que sí puedo decirte, es que la mayoría de mi apoyo, lo conseguí estando en el campo misionero, y las cartas que enviaba (al principio una vez al mes), gravitaron mucho en ese resultado.

Debemos entender que escribir informes misioneros a las iglesias es parte importante de nuestro ministerio. Sé muy bien que a veces es desanimante escribir mes a mes, año tras año, sin recibir siquiera una llamada telefónica para saber si estas vivo. A veces sucede. Pero no debes desanimarte, porque la razón por la que escribes no es otra más que la de cumplir con tu responsabilidad de comunicar tu visión y lo que Dios está haciendo por medio de tu servicio. Otras veces se te acerca un pastor y te dice, como me dijo a mí: "Hermano, lo vamos a apoyar, porque recibimos más cartas de usted, que de nuestros propios misioneros", ¡Al fin! ¡Una bocanada de aire fresco y de mucho ánimo!

Espero que estos pequeños consejos te sean de ayuda. Dios te bendiga y sostenga en el lugar al que fuiste llamado a servir.

La imagen que acompaña la nota fue utilizada con el permiso de: <a href="https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/negocios">Foto de negocios creado por yanalya - www.freepik.es</a>

También Puedes Leer...