Soldados Formados En El Cuartel Correcto
El autor fue director de la escuela primaria y secundaria, "Escuela Cristiana El Camino", también tiene amplia experiencia en la utilización de los "Libros Aguila" para la educación en el hogar, y la plataforma educativa "Educazion". Bajo la premisa "lo
ideal es que cada iglesia tuviera un ministerio educativo" comenzó el "Ministerio Educativo Betel". Actualmente dirije el "Ministerio Educativo Pescadores" bajo el lema "nosotros recibimos padres, no alumnos" y se desempeña como Asistente Pastoral de la Iglesia Bautista Mi Casa.
- Pero, ¡Yo no quiero encerrar a mis hijos en una burbuja!,
-¡Claro!, -le contesté- pero o los encerrarás en esta burbuja o en la otra, ... ¿Cuál prefieres tú?
En los últimos cinco años he estado trabajando directamente en el tema de la educación académica, como todo padre que trata de darle lo mejor a sus hijos en la medida de sus posibilidades. Con nuestra hija, la primogénita, buscamos una escuela que fuera de un buen nivel académico y que no estuviera lejos; porque una escuela particular se salía de nuestro presupuesto. Por fortuna, teníamos una opción cercana, era del gobierno (dicho sea de paso, el programa de estudios era el mismo que una escuela particular), así que decidimos inscribirla en este kinder garden (preescolar). Quizá usted diga: "Pensé que hablaría de la educación primaria o secundaria, el bachillerato o la universidad." No, no es así. Le estoy platicando sobre mi experiencia en la búsqueda del jardín de niños.
Poco nos duraría el gusto. Mi hija regresaba de la escuela sin ganas de volver, aunque su maestra "Calorina", como solía decirle ella, era una buena maestra y con carisma para los niños; pronto empezaron los problemas. Mientras que en casa nosotros, y en la clase de escuela dominical su maestra Betty, le enseñábamos que el día de muertos es una festividad que no le agrada al Señor; en la escuela, la maestra era muy insistente e impositiva sobre el tema, ya que es una fuerte tradición mexicana. Y que decir cuando llegó la época navideña, con Santa Claus en los programas escolares. ¿Cómo conciliar lo que se enseña en casa y en la iglesia, con lo que se impone en el sistema educativo? Simplemente no se puede. Y luego, que una niña de 5 años deba refutar a una maestra, de 45 años y con al menos 15 de experiencia en el sistema educativo, que permitía / obligaba, a los niños a participar en festividades como el día de los muertos, la Navidad de Santa Claus, la pascua con huevos puestos por una coneja, etc.; que tiene una influencia de 20 a 25 horas semanales. Eso sin considerar que, lamentablemente, también hay niños y jóvenes que la única influencia cristiana que tienen son esas 2 horas los domingos en la iglesia local.
Fue entonces que se nos alumbró el entendimiento y nos dimos cuenta que: Sencillamente no podemos formar un soldado, en el cuartel del enemigo.
Queremos que nuestros niños sean fuertes en la batalla contra este mundo postmoderno, donde las corrientes filosóficas y las ideologías están haciendo tambalear a "hombres fuertes". ¡Imaginen a los niños que son bombardeados diariamente con ideología de género, familias igualitarias y una agenda propuesta por la OMS sobre educación sexual, que inicia a los 4 años!; sin descartar lo ya mencionado en cuanto a festividades, que generan controversia con la enseñanza cristiana.
¿Quién dijo que la educación sexual era propiedad de las escuelas? La responsabilidad es de cada padre, ni de ninguna escuela, ni de ningún ministerio cristiano. Es necesario que cada padre haga "su" labor y eduque a sus hijos. ¿Cuándo perdimos el control, incluso de asuntos tan vitales como la enseñanza sexual a nuestros hijos y se la otorgamos al gobierno de forma pasiva? Ahora resulta que ellos son los expertos, y los padres vivimos agazapados en la ignorancia pasiva, permitiendo que nos quiten poco a poco a nuestro hijos, para que los eduquen según sus normas y no las de Dios.
Así inició nuestra búsqueda de una escuela cristiana. Pero, además de que eran pocas y costosas, las que habíamos visto seguían el mismo programa marcado por el sistema educativo. Hasta que mi esposa encontró una escuela que tenía su respectiva en inglés, lo cual acomodaba bien a nuestros hijos. Empezarían a usar el programa de Abeka. Como el costo estaba fuera de nuestro presupuesto, mi esposa se ofreció a dar clases en la escuela en español. Esto abrió una puerta para que yo me integrara en un futuro, a dar una clase de química, mientras que ella enseñaba en un grupo llamado "vencedores", de niños con capacidades distintas. Luego en regularización y por fin en 4to de primaria; poco a poco, Dios nos haría sentir una carga por la educación. Mis otros dos hijos entrarían a una escuela cristiana, y gracias a Dios y su providencia, mis hijos no han vuelto a estar en un sistema escolar no cristiano.
Un día Dios me enseñó que estaba entregando mi vida y tiempo a un trabajo que, aunque era bien remunerado para ese entonces, ya no me llenaba, pues Dios había hecho crecer una carga en mi corazón, por la educación.
Ese mismo verano que decidí dejar el trabajo, Dios confirmó que nos quería trabajando en su obra, en la educación académica.
Después de algunos años, Dios nos guió abrir un ministerio educativo en nuestra propia iglesia, el cual se llamó "Ministerio Educativo Betel". Iniciamos aun con problemas de visión en nuestra propia iglesia. Con incredulidad, incluso uno de los padres me diría:
- "Pero, ¡yo no quiero encerrar a mis hijos en una burbuja!"
- ¡Claro!, le contesté, pero o los encerrarás en ésta burbuja o en la otra, ¿cuál prefieres tú?
Con ayuda limitada y con siete alumnos, que pronto se transformarían en 25 y luego llegaría a 43, iniciamos desde nivel primaria hasta preparatoria, durante el primer año de ministerio. Los maestros eran pocos, pero contábamos con ellos de excelente manera; luego, se añadieron otros más para ayudarnos.
Tener tantos alumnos, poco maestros y tan variados grados, era realmente un problema que no sabíamos cómo resolver si no fuera por la providencia de Dios. En un principio tenía a niños de 7 y 8 años aprendiendo biología e historia con jovencitos de preparatoria, y aunque hicieron un buen trabajo aprendiendo, necesitábamos algo más ad hoc.
Mi esposa mandó un mensaje al ministerio "Educazion" y Dios nos suplió a través de ellos una plataforma en la cual pasamos de ser maestros, a ser asesores, lo cual nos permitía controlar grupos de diferentes edades en un mismo salón, por ejemplo, un grupo con niños de 1º a 4º de primaria, otro con niños de 5º y 6º, otro con secundaria y otro con preparatoria.
Actualmente, Dios nos ha llevado a abrir un nuevo ministerio educativo en la iglesia donde ahora somos miembros, denominado "Ministerio Educativo Pescadores". Y doy gracias a Dios por nuestro pastor y su esposa que tienen la misma visión que la nuestra, pues creo que Dios pone una carga sobre los padres y no únicamente sobre uno solo.
Desde que empezamos a trabajar en la educación académica cristiana, hemos podido incitar a padres cristianos a educar a sus hijos en casa; a otros, a sacar a sus hijos de la educación secularizada, para que les lleven a un ministerio educativo cristiano y les enseñen que de Dios vienen el conocimiento y las ciencias correctas. Hemos animado a otras iglesias a que inicien ministerios similares, no con el fin de hacer meramente un negocio de ello, sino de promover y proveer a los padres que aún no se sienten capaces de dar los primeros pasos hacia una educación Cristo céntrica.
Sin embargo, también hemos llegado a tener ciertos retrocesos: padres que solo consideran al ministerio educativo como una guardería (ya que de esa manera hemos percibido la escuela en el sistema púbico por décadas), mientras ellos van a trabajar o hacen otras actividades. Quizá lo más desalentador es cuando un padre nos dice: "Oiga: ¿y cuándo llega la boleta de calificación?, porque lo voy a meter a una escuela de gobierno". No hay dolor más hondo que ver que el alumno quiere seguir en el ministerio educativo cristiano, que ellos ansían ser conducidos correctamente, porque en sus casas hay disfuncionalidad; pero sus padres deciden no, porque están más ligados a la idiosincrasia y al paradigma en el cual su pensamiento converge, en dejar a sus hijos en las puertas de una escuela y pensar: "ya no me pertenecen por el espacio de tiempo que queden allí, entonces soy libre para realizar otras funciones". En cierta, manera le pertenecen al estado y el padre así lo acepta; sin embargo, la realidad es que bíblicamente, la educación de nuestros hijos está encargada a los padres. Somos encomendados por Dios para que enseñemos a nuestros hijos, en forma continua y completa, según Deuteronomio 6:7-9, y aunque osadamente algún padre podría decir: "oh, pero esto se refiere a la enseñanza de la Ley de Dios" también le preguntaríamos: ¿el principio de la sabiduría no es el temor a Dios? En Proverbios 22:6 tenemos una indicación más directa: instruye a tus hijos; es tu responsabilidad.
Este pensamiento, nos llevó a adoptar una metodología que le había escuchado a un pastor que tiene su propia academia (aunque no como un ministerio), el lema era el siguiente: "Nosotros recibimos padres, no alumnos"; tal frase me atrajo, y decidimos implementarla en este último ministerio que hemos abierto.
Sabemos que es difícil cambiar el paradigma que los padres tienen sobre su responsabilidad primaria hacia la educación, ya que para ellos, una escuela que sea sumamente estricta, que deje mucha tarea, que sea cara, y que ofrezca horario extendido, es una excelente escuela; sin darse cuenta que quienes primariamente debería formar esos soldados para Cristo, de manera correcta y bien nutrida, son los mismos padres, y que cualquier ministerio educativo cristiano solamente coadyuva en esta tarea.
En un ministerio Educativo Cristiano que es parte de una iglesia, puedes detener una clase para dar explicación bíblica a una duda, sin ser cuestionado o restringido por esta acción. Es en un ministerio educativo cristiano donde puedes enseñar español, matemáticas, historia e incluso ciencias con la Biblia, y se llegará al mismo objetivo. Es en un ministerio Educativo Cristiano que puedes explicar y practicar de manera continua valores como respeto, amor, compañerismo, perdón, servicio, la vida, la familia, etc.
Sin lugar a dudas, y para lo anteriormente mencionado, una herramienta que nos ha ayudado son los devocionales previos a la clase, para los cuales desarrollamos un cuadernillo para que el asesor sistemáticamente explique un capítulo de la Biblia por día, comenzando desde Génesis 1. Este material también lo hemos compartido con padres que hacen homeschool, ya que uno de nuestros objetivos es influir a que los hogares que tienen estabilidad, tomen la decisión de educar a sus hijos en casa. Y dicho sea de paso, "homeschool" es una gran alternativa que se adhiere mucho al modelo bíblico y que arroja grandes resultados, tanto espirituales como académicos.
Uno de los principales impedimentos para que un padre tome como responsabilidad la educación de sus hijos, es el hecho de verse limitado en conocimiento, es aquí donde un ministerio educativo cristiano puede ayudar muchísimo; sin embargo, no es limitante como para enseñar a sus hijos en una modalidad "desde casa", pues ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá?, mas nosotros tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16) desde esta perspectiva, la mente cristiana es sumamente capaz, pues tiene implícita la mente de Cristo, quien no tiene una mente mediocre, sino capaz.
Cabría mencionar que en el "cuartel" equivocado, nuestros hijos están siendo programados para ser continuamente incapaces, formando empleados (con título o no) y no empresarios, enseñándoles administración y finanzas pero hasta niveles de licenciatura, mientras que en casa o en un ministerio educativo cristiano, los diezmos, las ofrendas misioneras, promesas de fe, etc. desarrollan una habilidad financiera tremenda en nuestros hijos. Dicho sea de paso, que Dios nos ha permitido adjuntar materias como proyectos de negocios en la currícula de nuestros hijos y alumnos, empezando con algo tan simple como 100 pesos (5 dólares) patrocinados por algún hermano o padre de familia y luego les enseñamos la correcta administración del emprendimiento. Esto mismo puede hacerse desde casa si el padre es visionario, y enseñarle desde ya (pues el hijo ya tiene recurso para administrar) a reinvertir, diezmar, ofrendar para las necesidades de otros, ofrendas misioneras (creando desde temprano una conexión con algún misionero) etc. y no esperando a que crezcan y con el dinero que ganen con su primer salario compren un teléfono, audífonos de marca, ropa de marca o alguna otra bobería en la que desperdiciaron el recurso enviado por Dios.
Sin lugar a dudas, debemos llamar nuestra atención a ver en donde estamos colocando esas flechas que Dios nos ha concedido en nuestra aljaba (Salmo 127:4-5): o las estamos colocando en la burbuja correcta o en la incorrecta, en el cuartel de Dios o en el cuartel del mundo.
Quizá tú como padre has querido hacer un cambio en la educación de tus hijos, pero te has encontrado con una serie de inconvenientes, que en cierta manera vienen a ser excusas, porque si hay sacrificio y ganas, también existe tecnología, literatura, foros, herramientas, pero sobre todo la ayuda de Dios. No pienses que formarás soldados fuertes, enviándolos al cuartel enemigo.
Miguel Ángel Velázquez García
M.A. Velázquez García y esposa, Esperanza