Tres Recursos Que Debes Apreciar
He tenido el privilegio de entablar buenas relaciones con muchísimos misioneros, y una de las cosas que más me ha llamado la atención, es el menosprecio que muchos de ellos, manifestaron por herramientas que yo mismo he considerado de uso indispensable para el ministerio; y aunque respeto la opinión de cada uno, debo decir que no puedo compartirla, sobre todo, porque la mayoría de ellos, tienen como común denominador el hecho de que no pueden vivir tiempo completo del ministerio, lo que me lleva a preguntarme: ¿No será precisamente por esto?
Las herramientas que voy a compartir son de uso práctico, masivo y tecnológico; aprender a usarlas toma su tiempo, pero los beneficios son varios, y aunque podría nombrar más recursos, creo que con estos tres serán suficiente, pues como reza el popular adagio: Para muestra basta un botón. Así que comencemos.
Internet
Así es, aunque parezca mentira, no son pocos los pastores que se ufanan de no tener internet, "para no tener que perder el tiempo" -dicen-. ¡Es increíble pero es verdad! Hay quienes piensan así, a pesar de que su uso ya fue declarado en algunos países como un bien de primera necesidad y la razón de esto, es que hoy día, la persona que no sabe usar internet, es considerada al mismo nivel que un antiguo analfabeto. Gracias a internet, existe la posibilidad de ofrecerle a nuestros hijos estudios académicos de excelente nivel, pero desde la casa; millones de personas han salvado sus vidas, conocido el evangelio, mejorado sus ministerios, etc. No saber usarla no sólo es un peligro para el ministerio sino también para los hijos, los cuales podrán visitar sitios indebidos sin que nadie los controle debido a la ignorancia de sus padres. Generalmente, aquellos que rechazan las bondades de los sistemas tecnológicos, resaltan sus defectos y demonizan estas herramientas diciendo que las mismas serán utilizadas por el anticristo o enfatizan la pornografía y todo tipo de pecados que se filtran por ella. Sin embargo, nunca hablan del crecimiento espiritual que proporcionan los datos que encontramos en la red, ni los miles de testimonios de personas que llegaron a Cristo o a una buena iglesia por medio de esta herramienta, o del dinero no sólo que se puede ahorrar sino incluso ganar trabajando desde la computadora y maximizando tiempos.
La verdad del asunto, es que internet no tiene nada de malo porque la maldad del hombre se encuentra en su corazón y no en internet (Mat. 15: 18-20). La red es un instrumento que puede ser usado para mal o para bien, lo que estoy sugiriendo, es que se use para bien.
Redes Sociales
Como misioneros necesitamos estar comunicados con las iglesias que nos apoyan y las redes sociales nos ayudan a difundir nuestros ministerios. Particularmente estoy tratando de aprender a usarlas y mis hijas me ayudan bastante en la tarea. Conocí a un Pastor que dice que no usa Facebook porque esa red social incentiva el chusmerío. Creo que es un gran error no hacerlo. No sólo necesitamos aprender a usar las redes sociales, sino que también -por ser un espacio público- tendremos que comenzar a poner reglas de conducta para nuestros miembros e incluso, comenzar a llamarles la atención por sus publicaciones. No estoy hablando de vigilar a nadie, pero las redes sociales, son una vidriera que no debemos ignorar como pastores, porque el hecho de que no las usemos, no significa que los demás no lo hagan. Debemos enseñar a nuestros miembros a usarlas bien porque son herramientas de comunicación muy poderosas que pueden ser de bendición o de maldición, según cómo se las use. Esto lo sé, porque la mayoría de las empresas más poderosas del mercado también las usan para vender o mantenerse comunicadas con sus consumidores. ¿Vamos a ignorar estas herramientas sólo porque no sabemos utilizarlas o no queremos aprender? Pienso que ignorarlas, es como decir que el teléfono es un instrumento del diablo y de la magia negra, porque es imposible que dos personas se comuniquen a distancias tan largas, a menos que el diablo intervenga ¿Parece ridículo? Pues los argumentos que demonizan estas herramientas no son tan distintos a estos.
Un buen teléfono inteligente
Siempre existirá el Pastor que te muestre su arruinado teléfono antiguo y con una sonrisa de autosuficiencia te diga: "Con éste me alcanza y sobra". La verdad es que si no puedes vivir del ministerio, si tu apoyo escasea demasiado o tu iglesia cuenta con pocos miembros, es porque ese teléfono ni te alcanza ni te sobra. Hoy día a través del teléfono puedes controlar tu cuenta bancaria, transferir dinero a personas, depositar el apoyo a los misioneros, controlar la asistencia de cada una de las clases de Escuela Dominical, organizar equipos de trabajo, hacer videos llamadas o llamadas en grupo, transmisiones en vivo, etc, etc, etc. Gracias a que siempre procuré conseguir el mejor teléfono que mi bolsillo pudiera pagar, he logrado mantener el contacto con muchos pastores y amigos y difundir nuestras intenciones de llegar a Cuba con el evangelio. Un buen teléfono inteligente es tan necesario como el aprender a usarlo para sacarle el máximo de provecho; no hacerlo es no entender su potencial.
Por supuesto que podríamos hablar de una buena computadora o impresora, aprender a usarlas y sacarle el máximo de sus beneficios, pero como dije al principio: "Para muestra basta un botón". Sé que algunos de mis lectores no estarán de acuerdo con lo que expreso, pero a ellos quiero llamarles la atención en el dinero que las empresas líderes invierten en tecnología, pues la misma les ayuda a optimizar sus resultados. Si invierten tanto, es porque les sirve. ¿Por qué pensar que no nos puede servir a nosotros?. Otros pensarán que no tienen presupuesto suficiente para contar con estas herramientas, bueno, mi consejo al respecto es el siguiente: Escríbeles a las iglesias que te apoyan contándoles sobre la necesidad que tienes de comprar una buena computadora, impresora o teléfono. No deben ser los más caros del mercado, sino el que puedas usar al máximo de su capacidad. Por ejemplo: ¿Para qué quieres una computadora con gran capacidad gráfica, si nunca la vas a usar para editar videos o presentaciones importantes? Primero aprende a usar dichos programas y luego ve al mercado y averigua qué necesitas; porque comprar lo más caro no siempre es lo mejor.
En definitiva, quiero que sepas que este tipo de herramientas ya no son un lujo, sino de uso indispensable para cualquiera que necesite comunicarse de manera económica y efectiva. ¡Debemos aprender a invertir en ellas! Y debemos aprender a usarlas correctamente. Hace un tiempo atrás uno de mis hijos vino a mi enojado y me recriminó la falta de respeto con que me movía en las redes. Le pregunté a qué se refería y me aleccionó de que es una falta de respeto leer un mensaje de whatsApp y no contestarlo, que era preferible que no lo usara porque también él quedaba avergonzado frente al resto de los internautas. ¡Increíble! Es lo que seguramente pensamos ambos. Él por mi conducta impropia de la cultura de las redes, y yo porque nunca imaginé que existiera una ética no escrita en determinados círculos tecnológicos. Esta pequeña anécdota me sirvió para entender lo mucho que me resta por aprender. Me preguntarás de quien aprendo, pues ¿de quién más? De mis hijos y de los misioneros jóvenes. Aprendo, me asombro, y por que no: ¡Hasta me divierto!