¿Realmente Independiente?

20.02.2020

Cuando las presiones no nos permiten serlo ...

La palabra independiente, anexada al nombre Bautistas, surge en EE.UU. cuando cerca del año 1950, se produce una división en los Bautistas de la Convención del Sur. El grupo separatista acusó a la convención de querer violar los principios bautistas de autonomía de la iglesia local. Es así que para diferenciarse de los bautistas de la Convención, se hicieron llamar "Bautistas Independientes". De esa división, surgieron posteriormente muchas otras, pero la que más sobresalió fueron las iglesias llamadas Bautistas Bíblicos, agrupados en un compañerismo de iglesias llamado Baptist Bible Fellowship Internacional.

Pero antes de que ésta división ocurriera, a finales del siglo XIX, el avance de la alta crítica contra la Biblia y el liberalismo teológico, produjo un movimiento ecuménico destinado a defender las doctrinas cardinales que la alta crítica cuestionaba, doctrinas como el nacimiento virginal de Cristo, la inerrancia de las Escrituras, la literalidad de la creación del mundo, la segunda venida de Cristo, etc. Dicho movimiento se llamó "Fundamentalismo" al cual los Bautistas se adhirieron, como una manera de apoyar y dar más fuerza a la propagación y defensa de las doctrinas que ellos hacía años predicaban.

En el año 1966 llegó a Argentina, enviado por una Iglesia Bautista Independiente estadounidense, el Pastor Ricardo Tood, quien fundó en la ciudad de San Antonio de Padua, la "Primera Iglesia Bautistas Bíblica Independiente Fundamental de San Antonio de Padua"; nombre que refleja por mucho, los años de disenso entre los Bautistas de EE.UU. De esa iglesia salí como misionero en el año 1997 y comenzamos la Iglesia Bautista Bíblica de Junín. La palabra "fundamental" la excluí deliberadamente y la suplanté por una frase aclaratoria que rezaba: "fundamentada en la Palabra de Dios e Independiente".

Sin embargo, el Señor me sacó de Argentina y me trajo a México a comenzar una obra misionera en Cuba, y al llegar aquí, imagínense mi confusión cuando entendí que los Bautistas en México están divididos en Bautistas Independientes, Bautistas de la Convención, Bautistas Fundamentales y Bautistas del Compañerismo. ¡Y yo que me consideraba Bautista Fundamental e Independiente!

Los Bautistas independientes en Argentina, son mirados por sus "primos" de la Convención como bichos raros y muchas veces, retrógrados. Mientras tanto, ellos miran a la Convención, como liberales y carismáticos que han dejado de lado los distintivos Bautistas. Sin embargo, en este artículo, no es mi intención reparar en otros bautistas más, que en aquellos que mejor conozco por pertenecer a ellos: Los Bautistas Independientes en Argentina.

La palabra "independiente" hace alusión mayormente, al énfasis que damos al gobierno de la iglesia local. Defendemos la independencia de las asambleas locales y remarcamos que estamos en contra de cualquier intento por parte de persona o institución alguna, de influenciar o tratar de ejercer cualquier tipo de control o gobierno sobre otra iglesia o grupos de iglesias. Somos orgullosamente independientes y defendemos a capa y espada dicha independencia. ¿Pero realmente lo somos?

Nunca tendremos iglesias realmente independientes, si las asambleas no asumen la responsabilidad de mantener dignamente a sus pastores, y eso nunca sucederá si éstos no enseñan todo el consejo de Dios a sus congregaciones, lo que tampoco sucederá si no desarrollamos una doctrina bíblica sobre la administración de las ofrendas en la iglesia.

Pero la independencia de una iglesia no sólo pasa por lo económico, sino también por las presiones políticas que surgen, entre las iglesias organizadas en misiones, compañerismos o no. Las presiones políticas surgen de intereses económicos, afectivos o personales que pugnan entre sí debido a las relaciones propias de los humanos. Pastores que no enseñan sobre la elección de los santos, por temor a ser tachados de Calvinistas, o que no se atreven a tener una batería en su iglesia no por convicción personal, sino por temor a que le retiren la comunión o el apoyo, etc. Al mismo tiempo, la ambición de algunos misioneros envalentonados por el poder económico con que cuentan debido a la diferencias cambiarias que varían de un país a otro, que usan dicho poder, no para ayudar al desarrollo de los pastores y misioneros de las obras locales, sino para la edificación de su propio reino, hacen que la palabra "independiente" se convierta en un eufemismo de "esto es mío".

Todo esto que describo, que con el correr de los años se ha transformado en un "secreto a voces", no sólo retrasa la obra misionera, sino que no nos permite diagnosticarla adecuadamente, y todos sabemos que si el diagnostico no es el correcto, el remedio que apliquemos podría ser peor que la enfermedad.

Particularmente creo que si hemos de ser realmente independientes, debemos comenzar por dejar de criticar o diagnosticar a otras iglesias, y sin prejuicio de por medio, apoyar a los misioneros que no sólo demostraron ser probos y honestos, sino fieles y efectivos en su lugar de servicio. Cosa que no está pasando, porque en vez de interesarnos si dicho misionero es un honesto ganador de almas, nos interesa más si tiene comunión con este o aquel pastor, si usa una batería en su iglesia, o si las mujeres en la misma iglesia usan o no faldas, o si cantan himnos, coros, o música contemporánea.

Mientras tanto, los misioneros han perdido su independencia, debido a que ya no saben si visitar o no alguna iglesia, por miedo de ofender a quienes mejor lo apoyan. Hombres que han dejado todo por el llamado misionero sufren junto a sus familias, las miserias de aquellos que se ufanan de ser muy bautistas, muy independientes y amar la obra misionera; verdaderos fundamentalistas que mientras amenazan solapadamente con retirarle el apoyo a quienes no se ajusten a sus santos estándares, apoyan a sus misioneros con el equivalente a una propina en Estados Unidos.

Personalmente doy gracias a Dios por cada iglesia que nos apoya sacrificadamente, y por cada uno de sus pastores que, a pesar de que no siempre coincidimos en todo, hemos entendido que la independencia de nuestras iglesias radica precisamente en admitir, que la libertad de conciencia que tanto predicamos, debe ser respetada dentro de los límites doctrinales que la Biblia impone, al punto de permitirnos apoyar a cualquier bautista que honestamente está produciendo frutos para la Gloria de Dios, independientemente de la manera en que trabaje.

Lo que debemos reflexionar entonces, no es si es conveniente ser Bautista independiente, o fundamentales o de alguna convención o compañerismo. Lo que debemos preguntarnos es si realmente somos independientes o no. Porque lo único que le ha permitido a los Bautistas conservar la pureza de sus doctrinas, es precisamente el hecho de que aunque una iglesia se desvíe, la independencia de cada iglesia hará que el resto no se contagie; y al mismo tiempo, una iglesia que sostenga bien a su pastor y se reproduzca en nuevas iglesias sin ayuda externa, es lo que hará que la obra misionera avance. Mientras eso no suceda, tendremos que admitir que aún estamos "en pañales", es decir, seguiremos dependiendo de factores externos para avanzar y crecer.

¿Es la iglesia que pastoreas realmente independiente? Por que si tú no lo eres, la iglesia tampoco lo será.



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