Verdaderamente Libres

17.12.2021

La razón principal por la cual el socialismo, termina persiguiendo al cristianismo.


En el año 2016 el Papa Francisco afirmó en una entrevista: "Los comunistas piensan como los cristianos".

El periodista quería saber si el pontífice estaba interesado en construir una sociedad de inspiración marxista. "Son los comunistas los que piensan como los cristianos. Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluidos sean quienes decidan. No los demagogos, los barrabás, sino el pueblo, los pobres, que tengan fe en Dios o no, pero son ellos a quienes tenemos que ayudar a obtener la igualdad y la libertad", respondió Jorge Bergoglio (Fuente: "Público") .

Esta impensada, en otros año, e inesperada declaración del máximo pontífice católico, ejemplifica con claridad, hasta dónde el pensamiento socialista penetró las barreras, otroras infranqueables, de cada una de las diferentes corrientes del pensamiento cristiano.

Como ya lo expliqué en más de un artículo del presente blog, el comunismo no es otra cosa más, que una consecuencia natural del equivocado pensamiento socialista, el cual, por perseguir el paraíso en la tierra, termina en manifestaciones violentas que coartan, sobre todas las cosas, el avance del cristianismo en el mundo.

La Verdadera Libertad Pregonada Por Cristo

Jesucristo llegó a este mundo para despertarnos a una realidad que el ser humano nunca ha querido reconocer. El idealismo político y religioso, en todas la épocas, ha encontrado, como una manera de escapar a la realidad pregonada por Cristo, un pensamiento mágico que exalta el positivismo y rechaza el supuesto "negativismo del cristianismo".

Esta es la verdad que Cristo pregonó tan crudamente, que lo crucificaron:

Juan 8:31-37

"Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros".

Cristo nos enfrentó con la realidad de que todo aquello que llamamos "libertad" es una ilusión. La verdad es que mientras seamos esclavos del pecado, seguiremos viviendo en esclavitud. Así como un arquitecto enseña arquitectura, o un maestro se reproduce en otros maestros, un esclavo sólo puede proveer esclavitud.

Es muy interesante notar que la historia de la humanidad, es básicamente una historia de luchas contra la esclavitud. ¿Por qué? Porque el hombre tiene una tendencia natural a esclavizar al hombre.

Así como siempre se necesitó de hombres libres, para luchar en contra de lo que otros han dado en llamar, la "opresión de los pueblos" y no lo han logrado, sólo un persona libre de pecado, puede llegar a darnos una verdadera libertad: "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres".

Sólo "el Hijo" puede libertarnos porque él nunca fue esclavo del pecado (Heb. 4:15; 9:28).

Sin embargo, así como en el día de hoy, nunca la humanidad contó con tamaño aumento de la esclavitud en el mundo, y sin embargo, vivimos a espaldas de dichos datos optando por pensar que en realidad vivimos en una sociedad más libre que nunca; de la misma forma, los líderes religiosos increparon a Cristo con un "nunca hemos sido esclavos de nadie", ignorando el hecho de que precisamente en ese momento, Israel tributaba a Roma.

¿Pero cuál es la razón real por la cual Roma sometió a Israel? Según Cristo, no se debió a la sed imperialista del imperio, sino a que los mismos romanos, también eran esclavos. Un esclavo somete a esclavitud a otro esclavo y se somete al auto engaño de creer que por ser el victimario, ya no es víctima. Pero Cristo llegó para abrirnos los ojos a una realidad que no queremos oir: Sólo el Hijo puede darnos verdadera libertad.

La Verdadera Libertad

No pretendo hacer un estudio exhaustivo sobre el tema, porque de hacerlo, abandonaría el carácter reflexivo del presente artículo, por lo que me referiré al tema en líneas generales con el fin de establecer mi punto.

La verdadera libertad, aquella que Cristo ofrece y de la que verdaderamente podemos disfrutar, se encuentra encuadrada dentro de los límites establecidos por Dios en su Palabra (Sal. 119:45). Cualquier libertad a la que te refieras, si carece de límites, sólo se convertirá en libertinaje, lo que finalmente derivará en esclavitud.

Justamente, el pensamiento mágico al que estamos sometidos, no nos permite visualizar que todo aquello que llamamos "ideas de la libertad", en la mayoría de los casos son ideas que nos esclavizan. A modo de ejemplo, citaré la moda de querer transformar todas nuestras necesidades en derechos. Este pensamiento de creer que si el estado no transforma mi necesidad en un derecho, seré una persona sometida al inexistente patriarcado, por dar un ejemplo, hace que el estado tome cada día, mayor protagonismo sobre nosotros. ¿Cómo lo hace? Mediante una ley crea un "derecho" que tendrá que ser financiado con más impuestos. Cuanto más impuestos cobra el estado, menos libertad tiene la persona "liberada de su opresión", ya que ganará menos dinero y con eso, se le restringirá su autonomía. Debido a que "el estado" en realidad son personas que se encuentran en una situación privilegiada de poder, con un estatus que quieren mantener, la contundente lógica de Cristo se cumple irremediablemente: un esclavo, produce más esclavos.

La libertad que Cristo ofrece es individual, totalmente contraria a las ideas colectivistas.

Siempre que Cristo hace una invitación a su audiencia, lo hace aludiendo a la capacidad de cada individuo de tomar una decisión personal a favor de Cristo (Mat. 11:28), y a la capacidad de Cristo de establecer una comunicación personal e individual con cada uno, de manera ilimitada (Apoc. 3:20).

La aseveración del papa de que Cristo "llama a los débiles y excluidos a que sean ellos los que decidan políticamente, tengan fe o no" es una fantasía que no cuadra con aquel que Dijo "mi reino no es de este mundo" (Juan 18:36).

El llamado de Cristo está dirigido a los esclavos, y por lo tanto, es universal (Rom. 3:10). Apela a la libertad que tiene cada ser humano, de vivir la vida en abundancia (Juan 10:10) si recibe la libertad que el Hijo ofrece. Dicha vida abundante es la que Dios confiere a cada persona mediante un trato personal con Dios.

Salteando las "leyes del sacerdocio judío" Cristo les enseñó a orar (Luc. 11:1) y con ello, amenazó la continuidad de una casta sacerdotal que había aprendido a manipular la libertad de las personas, en favor del imperio Romano, a cambio de una vida privilegiada. Hoy, el pueblo cristiano, a la luz de la doctrina de los apóstoles, es considerado por Dios, un pueblo de sacerdotes (1 Pe. 2:5, 9) y con ello, la casta sacerdotal judía perdió su poder.

Esclavos A Favor De La Esclavitud

Hoy, los esclavos del colectivismo, entablan una lucha tan descarnada como calculada, para lograr doblegar las barreras que suponen aquel mensaje de Cristo, que independizó al hombre del hombre, logrando que las personas que aceptan ser liberados por Cristo, puedan vivir y disfrutar de una verdadera libertad que nadie puede superar, al depender solamente de Dios.

Así es: Los esclavos liberados por Cristo, pueden gozar de una verdadera libertad basada en una dependencia sólo a Cristo (Juan 15), lo que implica una independencia total de cualquier hombre o sistema mundano de esclavitud humana, llámese estado, empleo moderno o gobierno alguno.

1 Corintios 7:23

"Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres."

Como puntualicé a lo largo de todo el artículo, debido a que el ser humano vive esclavizado al pecado, todos los esfuerzos por lograr la libertad propia o de sus compatriotas, se tornan en expresiones violentas con la finalidad de doblegar a sus congéneres para que éstos acepten sus postulados. Esclavos enojados con los esclavos que no piensan como ellos.

En el nombre de la libertad, implementan leyes que encarcelen a cualquiera que transmita un "mensaje de odio"; en el nombre de la vida, se promulgan leyes que permitan a las madres matar a sus propios hijos y en el nombre de la diversidad sexual, los pedófilos enarbolan sus banderas y los pervertidos elaboran leyes que penalicen la ambiguamente llamada "violencia de género religiosa", dando por echo, con dicha clasificación, que la religión conlleva un grado de violencia intrínseco que hay que prevenir.

Conclusión

¿Te das cuenta por qué, el cristianismo siempre termina siendo perseguido?

2 Timoteo 3:10-12

"Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia,persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.

Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;"

Es porque a los poderosos les molesta no poder ejercer su poder sobre el individuo verdaderamente libre; porque al pecador no le gusta que le señalen el pecado, ni al esclavo que le echen en cara su falta de libertad.

Es muy duro para una persona que lucha toda su vida contra el mensaje de Cristo, saber que su ideología es equivocada y que al final del día, el mensaje de Cristo será el correcto. Por eso nos persiguen, y cuanto más piadosamente queramos vivir, más nos perseguirán.

Pero el problema más grave que está enfrentando el cristianismo, no es que lo persigan, sino que no se de cuenta que lo están haciendo.

Como un cazador de aves se acerca sigilosamente para lanzar su red, así veo a muchas iglesias en este momento. Mientras ellas yacen distraídas comiendo de "la sabrosa carnada", la red que los atrapará, se está tejiendo con fuertes hilos legales, elaborada con altisonantes palabras vacías de significado, y aquellos que les desean el mal, se acercan sigilosamente a su distraída presa. 

Así será, mientras creamos que el comunismo, aquel sistema político, derivado del socialismo, que condenó a millones de personas a la muerte, pudiera tener alguna afinidad con el cristianismo.


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